¿Por qué el corazón de los bebés recién nacidos late tan rápido?
Descubre la razón por la que el corazón de tu bebé late aceleradamente: cuándo preocuparse y cuándo no
- ¿Es normal que el corazón de mi bebé lata más rápido?
- La frecuencia cardiaca en bebés y niños según su edad
- ¿Cuándo preocuparse por los latidos del corazón de un recién nacido?
Cuando los padres sostienen a su recién nacido por primera vez, una de las cosas que más les sorprende es el rápido latido de su corazón. Esto genera preguntas y hasta cierto punto preocupación, pero es completamente normal. Entonces, ¿por qué el corazón de los bebés recién nacidos late tan rápido? La respuesta está relacionada con el proceso de adaptación que experimenta el cuerpo del bebé al nacer. Durante los primeros días y semanas de vida, el corazón del bebé debe latir más rápido para asegurar que su cuerpo reciba suficiente oxígeno mientras se acostumbra a su nuevo entorno fuera del útero. Aquí, las razones detrás de estos latidos acelerados y cómo cambian a medida que tu hijo crece.
¿Es normal que el corazón de mi bebé lata más rápido?
Sí, es completamente normal, ya que el corazón de un bebé recién nacido late más rápido por varias razones. En primer lugar, está en proceso de adaptación a un nuevo entorno donde necesita bombear más sangre a todo su cuerpo para asegurar una adecuada oxigenación. Los latidos cardíacos en los niños son más rápidos que en los adultos debido a varias razones:
- Los niños se encuentran en pleno crecimiento y desarrollo, lo que aumenta la necesidad de un suministro constante de sangre y oxígeno a los tejidos que se están desarrollando.
- Tienen una demanda metabólica mayor, lo que representa que requieran más oxígeno y nutrientes.
- El corazón de los niños es más pequeño que el de un adulto, por lo que bombea menos sangre en cada latido, de modo que para compensar y asegurar que sus órganos reciban suficiente sangre, el corazón de los niños late más rápido.
Además, esta rápida frecuencia cardiaca disminuye a medida que el bebé crece y su corazón se fortalece. Por eso el corazón de un bebé recién nacido late mucho más rápido que el de una persona adulta, ya que durante la gestación, el bebé presenta una circulación diferente: la sangre del feto apenas pasa por los pulmones, donde es normal que se oxigene, debido a que lo hace en la placenta. Al nacer, las arterias pulmonares se abren y comienza a producirse el intercambio de gases en los pulmones. Ese es el principio del cambio que se producirá en la circulación del bebé.
La frecuencia cardiaca en bebés y niños según su edad
Es importante comprender que la frecuencia cardiaca de los niños varía según su edad. A medida que los pequeños crecen, su corazón va madurando y se vuelve más eficiente, lo que hace que la frecuencia cardiaca disminuya con el tiempo. Aquí, una guía general de la frecuencia cardiaca de los niños:
- Recién nacidos (0 a 1 mes): Entre 120 y 160 latidos por minuto (lpm).
- 1 a 12 meses: Entre 100 y 150 lpm.
- 1 a 2 años: Entre 85 y 125 lpm.
- 2 a 4 años: Entre 75 y 115 lpm.
- 4 a 6 años: Entre 65 y 100 lpm.
- Más de 6 años: Entre 60 y 100 lpm (aproximándose a la frecuencia cardiaca de los adultos).
A medida que el niño crece y su corazón se desarrolla, el volumen de sangre que el corazón puede bombear por latido aumenta, y su ritmo cardíaco disminuye para satisfacer las necesidades del cuerpo. Es asombroso cómo el cuerpo del bebé se adapta a su nuevo entorno después del nacimiento, y cómo un pequeño corazón es capaz de bombear sangre de manera eficiente para mantener la vida y el crecimiento de un recién nacido.
El aumento de la frecuencia cardiaca es una respuesta a las necesidades de oxígeno del cuerpo del bebé, que está en desarrollo y cambio. Este proceso es solo una parte de la transformación que experimenta el bebé sus primeros meses de vida. Además del corazón, otros sistemas como el respiratorio y el digestivo, también están en proceso de adaptación a la vida fuera del útero.
¿Cuándo preocuparse por los latidos del corazón de un recién nacido?
Aunque el ritmo cardíaco acelerado de un bebé es normal, en algunos casos puede ser necesario consultar al pediatra. Presta atención si se presentan estos signos, ya que podrían indicar un problema cardiaco que necesita ser evaluado:
- Los latidos parecen excesivamente rápidos.
- Hay dificultad para respirar
- Notas fatiga extrema
- Presenta una coloración azulada en los labios o la piel
En general, las consultas con el pediatra incluyen la revisión de la frecuencia cardiaca del bebé, por lo que cualquier problema será detectado de manera temprana. Para cuidar el corazón del bebé, la labor comienza desde el embarazo. Una buena alimentación, evitar el estrés y seguir las recomendaciones médicas son factores clave para asegurar el desarrollo saludable del corazón del feto.
Después del nacimiento, es importante asegurarse de que el pequeño tenga un ambiente tranquilo y libre de estrés, además de mantener visitas regulares al pediatra y estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento o frecuencia cardiaca, ya que son formas de garantizar que el bebé esté sano. En conclusión, el latido acelerado del corazón de un bebé recién nacido no es motivo de alarma.
Simplemente es una característica completamente normal que responde a las necesidades de un cuerpo en crecimiento. Así, el corazón de un bebé aún está en su proceso de maduración, por lo que necesita latir más rápido, esto le ayuda a que el oxígeno llegue a todos los tejidos de su pequeño cuerpo. Si lo escuchas latir con fuerza y muy rápido los primeros meses, es que todo está en orden.
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Bibliografía
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (2020) Guía de la exploración ecográfica del corazón fetal. Progresos de Obstetricia y Ginecología, Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia Vol. 63, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (ed.) España, pp. 365-402 Disponible en https://sego.es/documentos/progresos/v63-2020/n6/04%20Guia%20de%20la%20exploracion%20ecografica%20del%20corazon%20fetal.pdf