Alimentación para niños de 2 a 3 años - Integración a la dieta familiar
A los 2 o 3 años de edad, los niños ya empiezan a hacer 5 comidas diarias y a comer como el resto de la familia
- Dieta adecuada para niños de 2 o 3 años
- Hábitos de alimentación para niños de 24 a 36 meses
- 3 ideas de recetas saludables para niños de 2 a 3 años
- Batch cooking o cómo preparar el menú infantil semanal
La alimentación para niños de 2 a 3 años significa la integración a la dieta familiar, la cual debe ser variada y equilibrada cubriendo de este modo el aporte de nutrientes, calorías, proteínas y vitaminas que necesitan los pequeños para continuar con su crecimiento. Aquí podrás leer cómo ha de ser la alimentación de los niños de 2 y 3 años y a qué aspectos hay que prestar más atención.
Entre los 24 y 36 meses, niños y niñas pueden poner pegas a ciertos alimentos y además demandar más golosinas, bollería o caprichos por el estilo. A parte de enseñarles a llevar una dieta sana mediante nuestro ejemplo, resulta de mucha ayuda crear un calendario de comidas. Así dejaremos los alimentos no sanos para de vez en cuando y podremos llevar una mejor organización.
Dieta adecuada para niños de 2 o 3 años
A partir de los 2 años el niño necesita hacer cinco comidas al día: desayuno, almuerzo o aperitivo de media mañana, comida, merienda y cena. Solo así podrá tener energía suficiente y evitar llegar a la hora de la comida principal con mucha hambre.
Pero comer cinco veces al día no quiere decir tomar mucha cantidad ni menos aún que los tentempiés no sean sanos: entre horas ofrece a tu hijo frutas de temporada, lácteos y derivados sin azúcares bajos en grasas y frutos secos siempre y cuando te hayas asegurado antes de que no es alérgico.
Si después de la cena sigue con hambre o bien para cubrir las necesidades de leche diaria de 500 cc, puede tomar un vaso con cereales de avena, arroz o trigo, pero procura que en su mayoría no sean azucarados o chocolateados.
Por otro lado, otra cosa que debes saber acerca de la alimentación de tu pequeño en esta etapa de su desarrollo, es que es fundamental repartir los aportes calóricos de las cinco comidas básicas, ya que los hábitos alimentarios adquiridos a esta edad serán la guía para la época adulta.
Si se acostumbra a comer pescados y carnes acompañados de verduras, cremas de hortalizas, legumbres, frutas, huevos y lácteos, y si aprende a que los dulces y demás alimentos por el estilo escasos en nutrientes son para de vez en cuando, por ejemplo, en ocasiones especiales como los cumpleaños, es muy probable que mantenga este mismo hábito durante su adolescencia y su vida adulta.
A su vez, niños y niñas que ya han cumplido su segundo año de vida necesitan trabajar tanto su dentadura como su mandíbula. Por lo tanto, en la medida en la que él lo vaya aceptando, que muerda en lugar de comer en purés. Por ejemplo, si antes le dabas el plátano chafado deja que ahora lo muerda sin más, lo mismo sucede con la manzana, si se la come a mordiscos con la piel y bien lavada su organismo absorberá más vitaminas y su dentición se reforzará enormemente.
¿Sabías que también es muy común que a estas edades los niños deseen imitar a sus padres? Por ello, además de querer probar los alimentos que tú tomas, siempre que sean aptos para su edad se los puedes dar sin problema, intentará comer con los cubiertos igual que hacen los mayores, y es que, aunque se puedan manchar, también están desarrollando su motricidad fina y tienen muchas ganas de ponerla en práctica.
Hábitos de alimentación para niños de 24 a 36 meses
En cuanto a los hábitos de alimentación, a estas edades lo indicado es compartir mesa y comida con ellos. Primero para disfrutar juntos de un momento distendido y relajado y, segundo, porque hacerles partícipes de las comidas en familia les hará sentirse motivados y eso se traduce en que pondrán menos pegas a la hora de tomar ciertos alimentos que a priori puedan ser menos interesantes.
Con todo y con ello no sería raro que demanden tu atención, así como el capricho de ver la televisión mientras comen o cenan. Por muy tentador que te resulte, ya que tú también estarás más tranquila, en la medida de tus posibilidades evita usar las tecnologías a las horas de las comidas. En el caso de que no sea buen comedor es mucho mejor y más saludable usar el recurso de leer un cuento mientras se termina su plato.
Como te decíamos, es importante que el momento de la comida o la cena sea un encuentro familiar de comunicación: hablamos de nuestro día o sencillamente disfrutamos de la compañía mutua. También es muy aconsejable que se fomente la higiene de los dientes. Lo indicado es que cuando comiencen a salir los primeros dientes hagamos un cepillado suave con pasta dental con la cantidad de flúor recomendada para su edad antes de acostarse.
Al cumplir el segundo año, como muchos de sus dientes ya han salido, lo ideal es realizar el cepillado tras el desayuno y la cena. Si tu hijo quiere coger su cepillo, adelante, no pasa nada, es más, le ayudará a familiarizarse con él, pero recuerda que el cepillado como tal lo deben hacer mamá o papá. Hasta los 8 años el niño no tendrá lo suficientemente desarrollada la motricidad fina como para realizar él solito una correcta limpieza.
Verás que las primeras veces que le digas que le vas a lavar los dientes después de comer le hará ilusión; pero luego, cuando descubra que se trata de una rutina, podría poner pegas, sobre todo por la noche que es cuando más cansados suelen estar. En lugar de enojarte, tú también estarás cansada y tendrás menos paciencia, usa pequeños trucos como cantarle una canción mientras se los cepillas o leerle un cuento cuando hayáis acabado ¡verás cómo funciona!
Como resumen, diremos que la dieta de un niño de 24 a 36 meses ha de incluir carne, cereales, legumbres, huevo, pescado, verduras, frutas, leche y derivados. Se recomienda el consumo de medio litro de leche entera de vaca al día, que su desayuno sea completo y bajo en azúcares, es decir, con leche, pan y fruta, así como evitar alimentos precocinados, grasos y calóricos, por su salud y como forma de prevenir laobesidad infantil.
3 ideas de recetas saludables para niños de 2 a 3 años
Como padres y madres debemos estar atentos para evitar que el niño adquiera conductas alimenticias caprichosas y monótonas con preferencia por unos alimentos y aversión a otros. Eso puede provocar selectividad alimentaria y carencias en sustancias nutritivas. Una dieta equilibrada, variada y completa aporta al niño lo que él necesita. ¿Y si pruebas con alguna de estas recetas?
1. Espinacas salteadas con piñones
A esta edad tu hijo ya podrá tomar verduras de hoja verde, antes no recomendadas por su alto contenido en nitratos. Las espinacas con bechamel están riquísimas y suelen gustar mucho, pero, para variar un poco, puedes probar a rehogarlas en un sartén, aderezarlas con aceite de oliva (le aportará una grasa buenísima) y a condimentarlas con unos piñones previamente tostados en una sartén sin nada de aceite. Se trata de un plato muy sano que te puede servir como cena o como acompañamiento de carnes y pescados.
2. Merluza a la plancha con verduras al vapor
La merluza fresca vuelta y vuelta es mucho más saludable que los palitos de pescado congelados, pues suelen llevar glutamato y muchos conservantes. La puedes acompañar con verduras de tu gusto cocidas al vapor y condimentadas con sal y aceite, aunque si ves que le cuesta tomarlas puedes triturarlo todo ¡tendrás una crema de verduras con merluza exquisita! Ideal como comida o para tomar a la hora de la cena, añade de postre un yogur natural, le puedes poner media cucharadita de miel, o una pieza de fruta.
3. Pollo al horno con patata panadera
Alternar el pollo con el pescado, el huevo y las legumbres es lo que hará que tu hijo adquiera todas las vitaminas y nutrientes que necesita. Por eso, si un día has servido a la mesa la merluza con verduras, al siguiente puedes poner unos muslitos de pollo al horno con patata panadera: coloca la patata laminada en la bandeja apta para el horno, pon el pollo encima mínimamente salpimentado y hornea unos veinte minutos a 180 grados, da la vuelta al pollo y hornea de nuevo hasta que veas que está dorado. ¡Seguro que repite de lo rico que te ha salido!
Batch cooking o cómo preparar el menú infantil semanal
Llegar a todo, el trabajo, el cole, las extraescolares y además preparar comidas saludables para toda la semana parece cosa de superhéroes. Pero lo cierto es que la organización es muy importante, he aquí que entra en juego el batch cooking, esto es la clave de todo: para que coman bien y variado, y evitar darles cualquier cosa porque no te ha dado tiempo de hacer la compra o meterte en la cocina.
Primero de todo, diseña un calendario con el menú semanal. Si tus hijos comen en la guardería o el colegio planea las cenas en función de lo que han comido. Incluso puedes anotar en tu calendario semanal si, por ejemplo, un día la merienda la hacen en casa de los abuelos.
Después selecciona un día para cocinar. Normalmente el domingo es cuando se suele tener menos cosas que hacer, pero la elección es tuya. Cocina ese día todo el menú semanal salvo que no se pueda guardar en la nevera o en el congelador ya que se estropearían o perderían los nutrientes, tales como ensaladas o recetas que lleven huevo.
Presta atención a las cantidades, en el caso de que vayas a hacer salsas para acompañar a pescados, carnes o pastas y se puedan congelar, prepara el doble o el triple. Así la semana que viene tendrás ya parte del trabajo adelantado.
Lo mismo puedes hacer con los dulces caseros, si para una semana decides hacer unos rollitos de canela, una vez estén listos, los puedes meter en el congelador ya divididos en porciones. Así, cuando llegue la hora del vasito de leche o el yogur natural y quieras algo para acompañar, solo tendrás que sacarlos una hora antes para que se descongelen, ¿a que es una excelente idea? Tus hijos tendrán una merienda sana y de lo más rica.
El batch cooking tiene muchas ventajas: te ayuda a organizarte, evitas prisas de última hora y te garantizas que los menús sean sanos y acordes a las necesidades nutricionales de la familia. Pero sí que es cierto que es una técnica que requiere de espacio suficiente en cocina, incluso tendrás que hacerte con tapers de sobra para poder guardar las comidas de la semana entera.
Además, dentro de tu planificación del menú infantil semanal, ha de quedar espacio para hacer la compra. ¿Y si anotas todo lo que te va a hacer falta en un pos-it y lo pones en la nevera? Podrás ir completando la lista hasta que llegue el momento de ir al súper. ¿Sabías que gracias al batch cooking se evita el desperdicio de alimentos? Como vas a planificar qué comer cada día y vas a calcular las cantidades es poco probable que tengas que tirar comida a la basura.
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Bibliografía
- Generalitat de Catalunya. Departamento de Salud. (2016) Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia (de 0 a 3 años). Agencia de Salud Pública de Cataluña (ed.), España, pp. 1-17 Disponible en: https://www.observatoriodelainfancia.es/ficherosoia/documentos/5029_d_alimentacion_0_3_es.pdf