Torrijas para niños de leche. Receta fácil de torrejas, paso a paso

Receta casera de torrijas o torrejas para niños con leche y canela

1. Poner a calentar la leche con dos cucharadas de azúcar, la corteza de un limón y la ramita de canela, sin dejar de remover, hasta que empiece a hervir.

2. Dejar enfriar la leche y luego colarla para quitar los restos de la canela y del limón.

3. Mientras tanto, cortar las rebanadas gruesas de pan, aproximadamente de unos 2 centímetros cada una.

4. Empapar, una a una, las rebanadas de pan en la leche fría. Batir dos huevos y luego, pasar las rebanadas de pan por el huevo batido. Enseguida, freírlas en abundante aceite caliente.

5. Cuando se enfríen, si lo deseas, puedes pasar las rebanadas por una mezcla de azúcar y canela en polvo.

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Cuento sobre la historia de las torrijas que a los niños les gustará

Cuenta la historia que hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo de España, la gente se preparaba para la Semana Santa reuniendo las familias en los hogares y en las iglesias para vivir un momento de reflexión, unión y fe.

La comida siempre ha sido muy importante en España, pero en Semana Santa, por razones religiosas, en muchos hogares no se podía comer carne (por su relación con la sangre). Con ello, muchas familias tenían que usar de la creatividad para elaborar platos deliciosos para compartir y celebrar la Cuaresma y Semana Santa, sin tener que utilizar la carne.

Un día, una abuela muy conocida en el pueblo por su habilidad en la cocina y por su gran corazón, empezó a pensar en una receta diferente que fuese elaborada con pan. Pensó, pensó, hasta que tuvo una idea: en una pequeña cocina del pueblo habían algunas barras de pan sobrantes de días anteriores. Como en aquellos tiempos no se tiraba nada, al revés, todo se aprovechaba, la abuela pensó que estas sobras de pan podrían convertirse en un delicioso dulce.

Y fue así que la abuela creó las torrijas. Con leche, un poco de azúcar y algunos huevos, ella creo el dulce más tradicional y típico de la Semana Santa. Para ello, solo tuvo de empapar las rodajas de pan 'viejo' en la leche, pasarlas luego por los huevos batidos y freírlas en abundante aceite. Luego, para darles un toque especial, mezcló azúcar con canela en polvo y con eso rebozó las torrijas, una vez fritas.

La noticia de estas maravillosas torrijas se esparció por todo el pueblo, la gente quería saber cómo elaborarlas y fue así que durante la Semana Santa las cocinas de todo el pueblo, y luego de todo el país, empezaron a llenarse del aroma dulce y acogedor de las torrijas.

Por qué las torrijas son un dulce típico de la Semana Santa

¿Por qué se preparan y qué significan las torrijas en Semana Santa? Al igual que pasó con otros platos como la paella y el cocido, las torrijas surgieron por una necesidad de alimentarse aprovechando las sobras, en este caso, de pan, un alimento de bajo precio que todos, incluso los más pobres, podían adquirir.

El pan, además de barato, es un alimento básico, energético, y que siempre estuvo presente en la mesa de muchos hogares. Las torrijas fueron creadas como una opción y una alternativa a la carne que, en la Cuaresma y Semana Santa, era un alimento que no se podía comer, por su relación con la sangre.

Las torrijas representan la transformación de un alimento muy común en un postre especial, recordando la importancia de convertir lo cotidiano en algo diferente, como una lección más de la Semana Santa para las familias. Las torrijas son un dulce, símbolo de la creatividad y del aprovechamiento de lo que nos sobra en la cocina.