Niños superdotados. ¿Cómo son?

No hay un único perfil de niños o niñas con altas capacidades intelectuales. Diversos estudios han señalado al menos de siete perfiles diferentes: niños con buen rendimiento académico, con rendimiento académico insatisfactorio, con déficits asociados, con diversidad cultural (chicos o chicas de otros países que no conocen el idioma ni las costumbres), los que se camuflan en el aula (primordialmente chicas, que prefieren potenciar las relaciones a destacar sus capacidades), los desafiantes o creativos (distorsionan la dinámica de clase) y los autónomos (líderes natos que aprovechan el sistema educativo en su provecho).

Cómo son los niños superdotados

Sobre todo poseen una extremada curiosidad por muchos temas: dinosaurios, animales, astronomía, países lejanos, mecanismos de los objetos, etc. Los más creativos suelen jugar con las palabras inventándose lenguajes propios e imaginando soluciones originales para los problemas del mundo, al ser muy sensibles a éstos. Les gusta trabajar solos y se frustran si no les sale como le gustaría porque son perfeccionistas.

También se motivan mucho cuando intuyen que van a aprender algo novedoso, no les motiva los ejercicios repetitivos. Preguntan sin cesar cuando el tema es de su interés. Tienen una tremenda energía que necesitan vehiculizarla investigando nuevas cosas al mismo tiempo. Suelen poseer un amplio y rico vocabulario si no presentan déficits que les impidan sentirse cómodos aprendiendo palabras y significados. No se conforman con una primera respuesta, sobre todo si no les convence plenamente, por eso en ocasiones se enfrentan a la autoridad de padres y docentes, lo que les acarrea algunos problemas en esos contextos.

Cómo ayudar al niño con altas capacidades

Los padres se deben preocupar, sobre todo, de que el niño sea feliz. Proporcionarle un ambiente cálido y comprensivo (pero no por ello permisivo en exceso) que facilite la expresión natural de su potencial. También deben colaborar al máximo con el centro educativo porque allí pasa la mayor parte de su tiempo. Es importante que esto sea recíproco. En caso contrario, los padres deberían exigir las responsabilidades que le correspondan al centro.

En cuanto a los profesores, si no tienen la preparación adecuada para atenderlos, formarse o pedir ayuda al equipo de orientación. Lo que debe evitar a toda costa es darle más de lo mismo. Por ejemplo, si los demás hacen dos fichas, darle a este niño seis. Si se aburre con las rutinas, cuantas más le des de lo mismo más se aburrirá. Este error debe evitarse. Otro punto a tener en cuenta es que no debe forzarle a que finalice todas las tareas del currículo ordinario para luego, si queda tiempo, atenderle en lo que realmente necesita. 

Qué ocurre si un niño superdotado no recibe la educación que necesita

Si a un niño le gusta bailar, se sentirá mal si le prohíben o no le permiten bailar. Su autoestima bajará, no se sentirá valioso o útil. Si se le reprocha que baile diciendo que "eso no lo hace nadie", se puede sentir excluido, raro, diferente. Si se le obliga a dar pasos marciales en lugar de dar pasos más flexibles y libres se sentirá impotente y dejará de prestar atención a lo que se le trata de inculcar.

De modo similar, si a un niño le gusta investigar, se sentirá mal si se lo prohíben o no se lo permiten en clase. Su autoestima bajará, no se sentirá valioso. Si se le reprocha que investigue por su cuenta (incluso imaginando soluciones mientras el profesor explica otra cosa) advirtiéndole que siga el ritmo de sus compañeros en lugar de estar 'en la Luna', se puede sentir excluido, raro, diferente. Si se le obliga a memorizar mecánicamente algunos conceptos sin permitirle comprenderlos en lugar de dejarle investigar sobre esos temas libremente, se sentirá impotente y dejará de prestar atención a lo que se le trata de transmitir.

Con la colaboración de: 

José Luis Sánchez Piñero 
Presidente de la Asociación de Superdotados de Andalucía (ASA- Málaga)

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