Prevención y riesgos de las convulsiones febriles
Por qué es importante vigilar al niño durante una convulsión febril
- Qué hacer ante un niño con convulsiones por fiebre
Debido a que las convulsiones febriles pueden ser el primer signo de una enfermedad, su prevención a menudo no es posible.
Una convulsión febril no quiere decir que el niño no está recibiendo los cuidados apropiados. Ocasionalmente, un médico podrá recomendar el suministro de diazepam para prevenir o tratar las convulsiones febriles que ocurren más de una vez, pero ningún medicamento es completamente efectivo en la prevención de este tipo de convulsiones.
Qué hacer ante un niño con convulsiones por fiebre
Lo único que pueden hacer los padres de un niño que tuvo alguna convulsión, es vigilarle y controlar siempre las fiebres que tenga durante alguna enfermedad. Por lo general la fiebre se controla con medicamentos como el paracetamol, ibuprofeno, aspirina, entre otros.
De todos modos, es aconsejable que se consulte con el pediatra del niño sobre el tipo de medicamento se puede dar al niño, según la edad y la fiebre que tenga. También es necesario que sepan cómo deben actuar en el caso de una convulsión febril, especialmente si el niño tiene tendencia a manifestar fiebres altas. En cuanto a los riesgos que pueden representar las convulsiones febriles, podemos destacar:
- Que el niño se muerda a sí mismo
- Aspire el líquido a los pulmones
- Que sea una infección seria, como la meningitis, la causante de las convulsiones
- Que las convulsiones sean demasiado prolongadas o complicadas
- Que no sean causadas por fiebre
A pesar de los síntomas y de su apariencia alarmante, las convulsiones son a menudo benignas y hereditarias. Las crisis convulsivas febriles son inofensivas, no causan daño cerebral, no causan parálisis ni lesiones cerebrales, no causan retraso mental o algún otro trastorno del sistema nervioso, y no existe evidencia de que causen muerte ni epilepsia, ni disminución del QI o problemas de aprendizaje.
Es posible que un niño tenga más de una convulsión febril si la primera convulsión ocurrió antes de los 12 meses de vida, o si sucedió con una fiebre de menos de 39 grados. No se considera que los niños propensos a convulsiones febriles tengan epilepsia, ya que la epilepsia se caracteriza por convulsiones recurrentes que no son precipitadas por fiebre.
Fuente consultada:
- Nih.gov
- Salud.com
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