Yoga posparto. Qué puede hacer por ti
Los beneficios de que la madre haga yoga tras dar a luz. La práctica del yoga después del parto
- ¿Qué hace el yoga por ti durante el posparto?
- La respiración en el embarazo y tras el parto
- Las posturas de yoga posparto que debes evitar
La práctica de yoga durante el posparto debe iniciarse en dos pasos o etapas: durante los dos primeros meses tras dar a luz, es conveniente centrarse en la respiración y en la relajación. A partir del tercer mes, podemos empezar a hacer asanas para recuperar el cinturón abdominal.
Se trata de no tener prisa por practicar el yoga posparto o cualquier otra actividad con el objetivo de recuperarnos tras dar a luz. Hay que escuchar a nuestro cuerpo (y preguntar a un profesional) para saber cuándo estamos listas para practicar esta disciplina.
¿Qué hace el yoga por ti durante el posparto?
Las técnicas de yoga actúan directamente sobre el sistema nervioso. Las posturas, la respiración, la meditación y la relajación activan el sistema parasimpático, lo que produce una relajación física, emocional y mental, que activa los procesos curativos del organismo.
Es por ello que el yoga posparto resulta tan beneficioso para la mujer. Estos son algunos de los motivos que te convencerán para practicar esta disciplina después de dar a luz.
1. Combate el agotamiento
El mayor beneficio de la práctica de yoga durante la relajación y meditación es que se amplia la consciencia más allá de lo puramente físico, entrando en un estado de relajación profunda y manteniendo la consciencia alerta en el momento presente. Se dice que 15 minutos de relajación profunda equivalen a horas de sueño normal.
Estas técnicas de relajación consciente son de gran ayuda en la época del posparto, un momento en que vemos alteradas las horas del sueño normal por las necesidades de alimentación del bebé. Gracias a las técnicas de relajación del yoga podemos recuperarnos de manera más rápida y efectiva durante los periodos de mayor agotamiento.
2. Previene la depresión posparto
La práctica de yoga fortalece el sistema nervioso. Es una herramienta para mantener la calma y la serenidad y así disfrutar al máximo de los primeros meses de vida del bebé, ¡que son un momento irrepetible!
El yoga ayuda a combatir la depresión posparto, mientras influye de manera positiva en tu estado anímico y mental y te ayuda a desarrollar un estado de paz y bienestar, que también beneficiará a tu bebé. No podemos olvidarnos que, cuando conectamos con nuestro cuerpo, es más fácil lograr la armonía y la paz interior.
3. Ayuda a recuperar la figura
Las asanas o postura de yoga son movimientos lentos, que mantienen el cuerpo en diferentes posiciones. Estas posturas aportan flexibilidad y firmeza en forma de estiramientos y resistencias musculares a todas las partes del cuerpo. Con las asanas, el cuerpo se recupera más rápidamente del parto, tanto si ha sido parto natural o cesárea.
Practicando yoga durante 30 minutos al día, se queman muchas calorías, lo que te ayudará a recuperar la figura. Además, fortalecerá tanto los músculos abdominales, que han quedado distendidos, como los músculos vaginales, si es que tu parto ha sido natural, con unos ejercicios muy similares a los ejercicios de Kegel que se llaman Mulabandha (llave de la raíz). Hay que tener, sin embargo, cuidado a la hora de practicar yoga para evitar problemas mayores en la zona abdominal, suelo pélvico, etc.
Recuerda, sin embargo, que no podrás practicar estos ejercicios inmediatamente después de dar a luz. Debes esperar a que tu cuerpo esté preparado para ello.
4. Fortalece la espalda
Alimentar a tu bebé al pecho o al biberón y cogerle para dormirle o estar con él, pasan factura a tu espalda. Las posturas de yoga ayudan a fortalecer y relajar la espalda, los hombros y el cuello. Previene la tendinitis, fortalece las muñecas y los brazos y te prepara para que tu sistema musculo-esquelético no se resienta por alimentar y cuidar de tu bebé recién nacido. Además, gracias al yoga posparto podrás reeducar a tu cuerpo para que tenga una buena postura.
5. Yoga con tu bebé para afianzar el vínculo
Son muchas las escuelas o talleres que proponen a la madre practicar yoga con su bebé. Además de ser una actividad muy divertida, es un ejercicio genial para reforzar el vínculo que se está estableciendo entre la madre y el hijo o la hija.
La respiración en el embarazo y tras el parto
Uno de los grandes beneficios que aporta el yoga, sea quien sea quien lo practica (embarazada, en el posparto o durante cualquier otro momento de la vida de la mujer), es aprender a ser consciente de nuestra propia respiración. Los ejercicios que tienen como objetivo respirar de una forma más consciente se conocen como pranayama.
Como explica el artículo 'El yoga en el embarazo y en la preparación para el nacimiento' de la matrona Isabel Coca-Camín para la revista de la Federación de Matronas, el simple hecho de observar nuestra respiración, sin tratar de interferir en su forma de ser, ya es un cambio muy positivo. Y es que gracias a la respiración conseguimos un estado mental tranquilo y en paz.
Según se detalla, esto favorece la función cardiaca y activa el cerebro. Al fijarnos en nuestro ritmo respiratorio conseguimos relajarnos y nos predispone a enfrentarnos al día a día de una forma más calmada. Y, lo que resulta muy interesante, nos ayuda a vincular nuestros pensamientos y emociones con ciertas sensaciones físicas, algo que nos lleva hasta la meditación.
Las posturas de yoga posparto que debes evitar
Como ya has comprobado, el yoga posparto resulta muy beneficioso para el cuerpo y la salud mental de la madre que acaba de dar a luz. Sin embargo, no podemos olvidar que es un momento en el que físicamente te estás recuperando del embarazo y del propio alumbramiento. Por ello, hay que tener ciertas precauciones al practicarlo:
- Que no te entren las prisas por recuperar tu cuerpo de antes. Es mejor tomarse el proceso del posparto con calma y esperar a que el cuerpo esté totalmente preparado antes de ponerte a hacer yoga.
- Evita las posturas que requieran ponerte de cuclillas, es decir, agacharte con las rodillas flexionadas hasta casi rozar el suelo con las nalgas. Este tipo de ejercicios resultarán molestos si has sufrido hemorroides, desgarros, episiotomías, etc.
- Por otro lado, también es recomendable evitar aquellas posturas de extensiones o flexiones muy profundas. Por lo general, estas buscan el estiramiento y tener una mayor flexibilidad, algo que no es lo que queremos en este momento. El yoga en el posparto debe ir orientado a buscar la recuperación y la estabilidad.
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