La alergia al sol en los niños
¿Cómo identificar y tratar una alergia al sol en los niños?
- La urticaria solar en los niños
- La reacción fotoalérgica infantil o alergia al sol
- Diagnóstico y tratamiento de la alergia al sol en los niños
La alergia al sol en los niños puede estar desencadenada por los efectos nocivos de los rayos del sol. Las radiaciones solares pueden alterar el bienestar de su piel. Sin embardo, debido a que no todas las reacciones, que se manifiestan en la piel de los niños tras la exposición al sol, son de tipo alérgico, es fundamental extremar las precauciones ya que la mayoría se deben a la propia acción del sol sobre la piel por sobreexposición, a tomar el sol a horas poco adecuadas o a no usar cremas fotoprotectoras, lo que puede dar lugar a quemaduras o eritemas.
La urticaria solar en los niños
Entre las reacciones alérgicas al sol, hay que distinguir dos tipos: una es la urticaria solar, que es la desencadenada directamente por el sol, y otra es la alergia al sol o reacción fotoalérgica, que está causada por otras sustancias cuando entran en contacto con la luz solar.
La verdadera alergia al sol es un trastorno del sistema inmunológico del niño, que es el responsable de la aparición de las lesiones, tras una mínima exposición a la luz solar. Esta alergia también se conoce como urticaria solar y afecta a un 2 por ciento de los niños que se exponen al sol. La alergia al sol produce un intenso picor en la piel y se manifiesta con una roncha o eczema.
La alergia no empeora en sucesivas exposiciones, pero se repite habitualmente, siempre que el niño se expone al sol con la misma intensidad. En los casos más graves, la puede producir mareos, ahogo o cefaleas. La alergia al sol no es hereditaria, ni existe algún grupo colectivo con una tendencia mayor a desarrollarla.
La reacción fotoalérgica infantil o alergia al sol
Existe otro tipo de alergia al sol, producida por fototoxicidad, cuando una sustancia que se aplica sobre la piel o se ingiere, se hace tóxica para la piel al exponerse al sol. Se conoce como reacción fotoalérgica o fotosensibilización y se manifiesta mediante una erupción rojiza en la piel. La alergia al sol es el resultado de la interacción de tres factores: la radiación, la piel y el fotosensibilizador.
Y es que algunas sustancias tópicas como ciertos medicamentos (antibióticos, antiiflamatorios, antihipertensivos, diuréticos, antiepilépticos, quimioterápicos o antiacné), cremas solares, perfumes, desodorantes, cosméticos, productos industriales, hortícolas o ganaderos, plantas u otros productos pueden aumentar la sensibilidad que tienen algunos niños y personas al sol, y causar estas reacciones fotoalérgicas cada vez más frecuentes entre la población cuando llega el verano.
Diagnóstico y tratamiento de la alergia al sol en los niños
Las alergias al sol se diagnostican exponiendo al niño al sol o a una lámpara de rayos ultravioletas con la adecuada longitud de onda, mientras que la fotosensibilización se diagnostica mediante el denominado "foto-parche", que consiste en la aplicación del medicamento o sustancia sensibilizante en pequeños parches colocados sobre la piel, haciendo incidir sobre esa zona la luz solar o la lámpara de rayos ultravioletas.
El tratamiento, en los casos de fotosensibilización, consiste en eliminar la sustancia fotosensibilizadora para acabar con el problema. Sin embargo, para la urticaria solar se debe evitar la exposición al sol. En algunos casos, se han conseguido desensibilizaciones de la piel, a base de someter al niño a exposiciones breves durante el invierno con una lámpara solar.
Marisol Nuevo. Guiainfantil.com
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