El por qué de la mediación familiar
Es una forma voluntaria de resolver las tensiones o conflictos familiares
- Ventajas de la mediación familiar
- Proceso de mediación familiar
La mediación familiar es una vía voluntaria de resolver las tensiones o conflictos familiares con la intervención de una persona mediadora imparcial y neutral que ayuda a la familia a dialogar y alcanzar acuerdos satisfactorios entre todos. Su finalidad es prevenir, disminuir o resolver los problemas o crises originados en el seno de la familia.
Te contamos por qué es beneficiosa la mediación familiar para la pareja.
Ventajas de la mediación familiar
Las principales razones de por qué debemos someternos a unas sesiones de mediación familiar son:
- Aporta soluciones personalizadas que se adaptan a la realidad de cada familia.
- Preserva la intimidad familiar.
- Es rápida, para evitar que la tensión acabe dañado irreversiblemente la relación entre los familiares.
- Es efectiva, flexible y extrajudicial. Se desarrolla en un ambiente privado.
Proceso de mediación familiar
Son muchos los problemas que acaban generando discrepancias o falta de acuerdos en una familia. Mediante el proceso de mediación se pretende salvar esos difíciles momentos con el menor coste emocional posible. Descubre las ventajas de la mediación en distintas situaciones que pueden causar conflictos en una familia:
1- Ruptura, separación y divorcio.
De menor o mayor grado, los problemas que se generan en una familia debido a una separación de la pareja, muchas veces acaban provocando desavenencias entre todos. En un proceso de mediación, un profesional independiente e imparcial, ayudará a la familia en la resolución de los problemas, a lograr acuerdos satisfactorios y duraderos que contemplen los intereses de todas las partes, como también evitar secuelas emocionales. La mediación ayudará a la pareja a no solo enfrentarse a la crisis como también a que sigan siendo padre o madre.
2- Cuidado de familiares mayores o con discapacidad.
Muchas veces, el tener a un familiar mayor o con discapacidad en casa, puede representar un conflicto en una familia. En principio, no tiene por qué ser un problema, pero hay situaciones que requieren y exigen más tiempo y cuidado, y muchas veces la familia no tiene de donde sacarlos. En estos casos, la mediación es aplicada no solo para proteger los derechos de la persona en cuestión, como también para organizar y encontrar un camino de solución para la familia, a través de campañas, informaciones, y de intervenciones positivas.
3- Conflictos de adopción, de acogida familiar.
Muchas veces la mediación se hace necesaria en casos de adopción, en la convivencia entre hijos biológicos e hijos adoptados dentro de una misma familia. No únicamente durante la infancia y adolescencia, en la que pueden surgir rivalidades entre los hermanos por discutir cuál de ellos es ‘más hijo verdadero’, o por los celos que puedan percibirse ante situaciones de discriminación positiva de los padres hacia alguno de ellos, sino también en la edad adulta cuando se acercan momentos importantes como la repartición de una herencia.
4- Problemas con adolescentes
Por lo general, el adolescente es en sí es un ‘nido de conflictos’, fantasías, ideales y proyectos por cumplir. En algunas familias eso puede representar un problema que agrava la comunicación y el dialogo entre padres e hijos. Padres que no consiguen controlar a los hijos, e hijos que no consiguen controlarse. La mediación en estos casos se hace necesaria para intentar estabilizar la familia.
Fuente consultada:
- Mediacion-familiar.es
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