Berrinches en adolescentes - Cómo manejarlos sin perder la paciencia

Berrinches y rebeldía - Cómo entender a los teenagers en casa

Fabiola Hernández Pérez, Periodista y editora
En este artículo
  1. 4 berrinches comunes en los adolescentes - Cuando el drama se instala en casa
  2. La lucha por el reparto de las tareas del hogar con un teenager
  3. ¿Por qué se comportan así los adolescentes? ¿Qué pueden hacer los padres?

La adolescencia está llena de cambios, emociones intensas y momentos de drama. Uno de los mayores desafíos a los que los padres se enfrentan son los berrinches en adolescentes - cómo manejarlos sin perder la paciencia, porque pueden ser impredecibles y hasta cierto punto agotadores. Lo que antes era una simple rabieta, ahora se convierte en discusiones, portazos y miradas de desprecio (con el consabido 'te odio', a cuestas). Sin embargo, comprender qué hay detrás de estas reacciones y aprender a gestionarlas con empatía y firmeza hace la diferencia. Aquí, mi propia experiencia con una adolescente que sí, ya llegó a la etapa de 'odiarme' por no complacer sus caprichos.

4 berrinches comunes en los adolescentes - Cuando el drama se instala en casa

Berrinches en los adolescentes

Te cuento que soy una mamá de 41 años, mis dos hijos (niño y niña) se comportan como todo pequeño y, hasta hace poco, pensaba que los berrinches eran cosa del pasado. Ya saben, los clásicos episodios de llanto en el super porque no compré el cereal que NECESITABAN o las pataletas en el parque porque no querían irse. Pero resulta que no, ¡nada de eso se compara con los berrinches de una adolescente de 13 años! Porque si los berrinches de los niños son como una tormenta eléctrica, los de los adolescentes son verdaderos huracanes que destruyen todo a su paso.

1. El maquillaje y la guerra en casa

Pero vayamos por partes: todo comenzó con el maquillaje. A los 12 años, mi hija descubrió a un sinfín de influencers que hablaban de belleza en YouTube y, de un día para otro, comenzó a pedirme sombras, labiales y rímel. 'Mamá, solo cómprame un brillito', decía, pero a la vez echaba a la bolsa brochas, maquillaje líquido y hasta mascarillas. El problema no era solo que se maquillara, sino que lo hiciera como si fuera a ser la estrella de una obra de teatro dramático.

Un día, se maquilló con un color tan encendido que le dije que se lavara la cara. ¡Desaté la Tercera Guerra Mundial! El berrinche fue inmediato. '¡Tú no me entiendes! ¡Todas mis amigas lo hacen!', gritó, mientras hacía muecas y aventaba las cosas con furia. Como buena mamá, ahí voy a explicarle que no tenía nada en contra del maquillaje, pero que a su edad no era apropiado. No sirvió de nada. Dos horas después salió como si nada y me enseñó en su tableta el maquillaje que quería.

Corazón roto en los adolescentes

2. El primer novio y un corazón roto

Un buen día me di cuenta de que tenía novio y ahí supe que mi corazón de madre no estaba preparado. 'Es solo un amigo, mamá', mientras me hablaba de las maravillas de ese niño de cabello chino, brackets y lentes que le daban un aire de Harry Potter. Me limité a observar y a darle consejos de que, ok, está bien el novio, pero la escuela es primero: no quiero que bajes de notas por andar pensando en el chico.

Por supuesto, yo quería detalles. Pero cuando le pedí que me contara más sobre él, se puso a la defensiva. '¡Mamá, qué intensa!', exclamó con firmeza y cerrándose en bandada. Lo peor fue cuando ese mismo galán, así como llegó se fue: simplemente la cortó y dejó a mi querubín bañada en llanto. Ahí sí estuvieron los brazos de mamá listos para consolarla... y ella aceptó llorar su desilusión en mi hombro. 

La lucha por el reparto de las tareas del hogar con un teenager

Labores domésticas con un teenager

Si lo anterior te parecieron berrinches ordinarios, espera a que lleguemos al tema de las tareas domésticas y la llamada de atención por no hacerlas.

3. Las tareas, el hogar y la eterna lucha

Otra batalla diaria es la escuela y de pasada las responsabilidades en casa. Mi hija tiene una capacidad increíble para desaparecer cuando es momento de hacer los deberes  o ayudar en casa. '¡Pero si limpié mi cuarto la semana pasada!', dice indignada cuando le pido que haga su cama. La lógica adolescente entonces dice que la cama se hace una vez y permanece ordenada por arte de magia.

¡Y ni hablar de la escuela! Empezó a bajar en notas y dijo que no importaba, que una calificación baja no la definía. 'Fíjate, Steve Jobs no terminó la universidad y ve hasta dónde llegó'. Lo que ella no entendía es que Steve Jobs, al menos, ¡se esforzaba en algo! No que ella simplemente no quiere aceptar que las notas son importantes porque 'no todos necesitamos estudiar para ser exitosos', sentenció con 'sabiduría'.

Llamada de atención en los adolescentes

4. El berrinche por la llamada de atención

Finalmente llega este tipo de rabieta: el enojo por llamarles la atención. El otro día, la regañé porque pasó toda la tarde en la tableta en lugar de hacer la tarea. Lo que siguió fue un berrinche digno de una obra de teatro. '¡Es que tú nada más me quieres ver haciendo tareas de casa!', dijo mientras dejaba de mala gana la tableta a un lado para hacer mi encargo de (solamente) guardar los trastes en su lugar.

Cinco minutos después, la escuchaba yo aventando todo, cerrando las puertas de los gabinetes con furia y refunfuñando porque quería seguir escuchando a BTS. Terminó el encargo en menos de lo pensado y a los dos segundo ya estaba en la sala viendo la tableta como si nada hubiera pasado. Así son los adolescentes: en un momento están enojados y al siguiente te necesitan para todo.

¿Por qué se comportan así los adolescentes? ¿Qué pueden hacer los padres?

El comportamiento en los adolescentes

Dentro de la psicología infantil, la adolescencia es una etapa de grandes cambios emocionales y físicos. El cerebro del adolescente todavía está en desarrollo, lo que hace que tengan dificultades para gestionar sus emociones y pensar en las consecuencias de sus acciones. También buscan independencia y, al mismo tiempo, siguen necesitando a sus padres, lo que genera un constante choque de emociones.

Además, la rebeldía es una forma de afirmar su identidad. Necesitan sentirse diferentes a los padres y desafiar las normas para encontrar su propio camino. Esto no significa que como madres debamos dejarles hacer lo que quieran, sino que hay que establecer límites claros y firmes, pero con amor y paciencia, ya que sobrevivir a la adolescencia de los hijos requiere una gran dosis de ambos valores y sentido del humor.

No mentiré: hay días en los que me dan ganas de esconderme bajo la cama y esperar a que cumpla 18 años, pero también hay momentos en los que se acerca solo para estar a mi lado. Los berrinches adolescentes no duran para siempre, así que me armo con café y la certeza de que, algún día, ella tendrá hijos y me llamará para decirme: 'Mamá, ¡cómo te entiendo!'. Y ese día, solo sonreiré con satisfacción.

Puedes leer más artículos similares a Berrinches en adolescentes - Cómo manejarlos sin perder la paciencia, en la categoría de Cambios psicológicos en Guiainfantil.com.

Publicado:
Actualizado: