Cómo ayudar a los adolescentes a superar sus inseguridades (con amor)

Todas las familias llegan a la adolescencia de sus hijos con miedo y preocupación ante una etapa que se presenta como la de mayores conflictos dentro de la crianza. Se trata de un momento de muchos cambios que provoca muchas inseguridades en los adolescentes, las cuales nos causan mucha preocupación.

Sin embargo, debemos saber que no siempre tiene por qué ser así, y que entendiendo muchas de las cuestiones que se dan en su desarrollo, del por qué de esos cambios, y encontrando las mejores herramientas para acompañarlos, no tiene por qué ser una etapa perdida en la vida de nuestros hijos, y sobre todo en nuestro vínculo.

Los cambios e inseguridades de los adolescentes

¿Te imaginas levantarte un día y que veas tu cuerpo diferente, que te hayan cambiado de trabajo y de compañeros, que experimentes emociones que nunca habías experimentado cuando eras un niño, porque ahí estaban tus padres sosteniéndote la mano ante cualquier adversidad, y así un día tras otro? Esta situación como mínimo te crearía cierta angustia, y mucha inseguridad, y esto es exactamente lo que ocurre en la adolescencia.

Los adolescentes experimentan cambios a nivel físico, sociales, intelectuales, y emocionales y todo esto les genera mucha inseguridad. Esta inseguridad es la que a veces les lleva a comportarse de esa manera que poco podemos entender los adultos; esto les lleva a reclamar fuertemente independencia y autonomía, pero a la vez seguir necesitándonos a su lado; es esto lo que les hace querer algo localmente por un momento, pero a la vez dejar de quererlo; y es esto lo que en la mayoría de hogares provoca tantas discusiones y malos entendidos, privándonos así de poder seguir disfrutando como antes del vínculo tan sano y amoroso que teníamos antes con nuestros hijos.

A los padres nos cuesta entender la forma en la que actúan, porque además los adolescentes en muchas ocasiones son capaces de definir lo que piensan, y de decírnoslo, pero en muchas menos ocasiones, no son capaces de entender lo que sienten a nivel emocional, y por lo tanto de transmitirlo a los demás. Esto nos desconcierta y hace que la relación sea más difícil.

Llegan de una etapa en la que han estado guiados, en la que sus padres conocían sus gustos, y en el peor de los casos, es decir, en el caso de no saber qué hacer o qué decir, sus padres les guiaban y comprendían siempre. Ahora tienen que definir por ellos mismos sus gustos, suman a lo que traen de la infancia la interacción con sus grupos de iguales, y eso les hace probar diferentes cosas a las de antes, haciéndoles tener que decidir por una u otra, y en muchas ocasiones, sin saber por cuál decantarse.

Ayudar a tu hijo cuando se siente inseguro en la adolescencia

Primero tú: en muchas ocasiones perdemos la calma, y terminamos cayendo en las conocidas luchas de poder, ya sea para hacerles entrar en razón de algo que consideramos que deben cambiar, o para intentar conseguir que hagan o dejen de hacer algo que creemos que no les conviene. Cuando no estamos de acuerdo en algo con nuestros adolescentes, lo mejor que podemos hacer es, ante todo, reaccionar y responder con la calma que ellos no tienen, porque eso ayudará a modular la interacción.

Para reforzar la confianza de tu hijo adolescente en él mismo para que supere sus inseguridades, ten en cuenta las siguientes pautas.

1. Conócete mucho más a ti mismo

Cuando decimos que nuestros hijos 'no saben ni lo que quieren', ¿estamos nosotros seguros de disponer de la suficiente inteligencia emocional como para entendernos a nosotros mismos? ¿Conocemos nuestras emociones, y lo que experimentamos a través de ellas? Si nosotros disponemos de una buena inteligencia emocional, podremos ser el ejemplo perfecto para que ellos puedan entender sus emociones también. Por otra parte, nos ayudará a entenderles mejor, y por lo tanto a responder mejor ante las situaciones difíciles que se crean a veces.

2. No te olvides de que tus hijos adolescentes te siguen necesitando

Solemos pensar que nuestros hijos adolescentes no nos necesitan tanto, y mucho menos que les demostremos el amor que les tenemos, y esto es un gran error. Que ellos reclamen independencia implica alejarse de nosotros, pero no perdernos de vista. Nos siguen necesitando, y siguen necesitando saber que les queremos. Siguen necesitando tener un lugar seguro al cual volver, y eso tenemos que hacérselos saber.

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3. No les juzgues

Tantos cambios nos desorientan también a los padres, nos hacen sentir que nuestros pequeños se han convertido en una especie de monstruo mutante que nunca sabemos con qué idea nueva nos va a salir. Es importante tener bien presente la empatía, entender todos los cambios que están atravesando y no juzgar sus gustos, sino respetarlos.

Podemos sugerir o mostrar opciones, pero no servirá de nada imponer, porque lo único que conseguirá, será alejarnos más de ellos. Criticar a sus amigos, su manera de vestir, o su grupo de música, les hará sentirse incomprendidos, y atacados.

4. Recuerda tu adolescencia

Es una buena idea recordar cuando nosotros mismos éramos adolescentes, cómo vivimos esta etapa de la vida, qué dificultades encontrábamos en la relación con nuestros padres, para decidir qué patrones repetimos o no, y en tal caso, por cuáles podemos sustituirlos. Incluso podemos explicarles anécdotas que sin duda harán vivir un momento divertido y de conexión entre la familia.

5. Negocia mucho

Estamos acostumbrados a negociar poco en la etapa de la infancia, casi siempre lo que ordenan los padres, es lo que se cumple. Pero en la adolescencia, es importante que se sientan comprendidos y escuchados, por lo tanto su opinión importa. Cuando hay que tomar alguna decisión, o marcar algún límite, es bueno saber qué opinan ellos al respecto, para entre las dos partes llegar a un acuerdo. De esa manera será más fácil que se cumplan.

6. Concéntrate en lo positivo

Solemos destacar lo negativo y que todo gire en torno a eso. Ante tanta inseguridad, los adolescentes necesitan sentirse queridos, apoyados y mucho aliento. Si nos centramos en las fortalezas que tienen, será todo mucho más fácil, porque se sentirán más motivados, y además la relación tendrá menos dificultades.

7. Confía

Tu hijo adolescente tendrá que tomar muchas decisiones solo o sola, y para ello, puedes guiarle, o aconsejarle, sin intentar hacerle cambiar su propia opinión. Confía en todo lo que has construido durante la infancia, en los valores que le has transmitido, en su propia capacidad. Que te sienta allí cerca, como un respaldo si lo necesita, pero bríndale la libertad que necesita para poder decidir, y explorar por sí mismo.

La adolescencia es una etapa más de la vida, no debemos renunciar a disfrutar de ella esperando que pase para poder disfrutar de la siguiente. Puede ser maravillosa si contamos con las herramientas y los conocimientos necesarios. Y sobre todo, ten presente que llegada la edad adulta seguirán teniéndote como el refugio seguro al cual volver cuando tomen las decisiones equivocadas, o cuando la vida les ponga ante situaciones adversas, pero será cuando 'las decisiones ya estén tomadas', seguramente ya no formarás parte de ellas. La adolescencia es la última etapa de la vida en la que puedes seguir enseñándoles directamente y acompañándoles.

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