Mi hijo adolescente es muy rebelde y no obedece - ¿Qué puedo hacer?

Ahora te presentamos este tema: Mi hijo adolescente es muy rebelde y no obedece - ¿Qué puedo hacer? Este es un tema que los padres temen cuando llega la temida adolescencia. Así que si te preguntas por qué tu adolescente es tan rebelde, aquí descubrirás lo que hay detrás de esa desobediencia y qué puedes hacer.

¿Por qué mi adolescente es tan rebelde? Lo que hay detrás de la desobediencia

La rebeldía y la adolescencia parece que son dos conceptos que si no van unidos todos nos sorprendemos. La realidad es que la rebeldía podría ser una característica intrínseca de la adolescencia, es decir, parece que toda la adolescencia debe tener un componente de rebeldía de intentar luchar contra las normas establecidas y esto es cierto: están en contra de lo que les parece que los restringe o limita del todo.

Pongamos un ejemplo: una peluquera tiene dos hijos, uno de 26 y otro de 21 años. El mayor es obvio que ya ha transitado por la adolescencia y el segundo está saliendo hace poco de ella. Sin embargo, no es tanto la etapa de la adolescencia lo que altera a los padres, sino la rebeldía constante. Eso sí, no todo tiene que ser rebeldía, es decir, existen adolescentes por ahí que están más o menos adaptados y ajustados a las normas.

No obstante, una de las cosas que a mí me gusta mucho incidir o apuntar tiene que ver con que la rebeldía intentar saltarme la norma, es decir, buscar el límite es simplemente un ensayo para la vida adulta. Podemos decir que el adolescente ha dejado de ser un niño y está ensayando el adulto que va a ser. De alguna manera quiere quiere aprender sobre todo lo que está establecido.

Es ahí que empiezan las dudas: qué ocurre si me salto las normas, qué ocurre si no llego al trabajo, qué ocurre si llego tarde a casa o qué ocurre si si no me lavo los dientes en 4 días, por ejemplo, es decir que estamos ante un adolescente rebelde y que desea explorar mucho más allá de sus propios límites. Todo esto que no es más que una especie de ensayo de lo que será en el futuro.

Siguiendo el ejemplo anterior, ese adolescente está aprendiendo un poco qué va a ser y qué va a hacer como el adulto en el que pronto se convertirá. Va a saber cómo se va a mover con los guardias, cómo se va a mover con los jefes o cómo actuar con las demás personas, por lo tanto hay veces que me gusta decir: 'tu hijo es rebelde, ¡qué bien! Enhorabuena', porque está ensayando en lo que será.

Así pueden apoyar los padres a su adolescente rebelde

A muchos papás esto les puede sonar un poco de bueno 'si es rebelde, pues que venga el psicólogo a mi casa y aquí le dejo con la rebeldía todo el día'. Porque hay un comportamiento diferente más allá de solo 'querer sobresalir', sino que son mucho más voluntariosos. ¡Y lo he dicho muy blanco, muy light, muy positivo! Sin embargo, es verdad que hay una delgada línea que debemos ser conscientes y que tenemos la responsabilidad como padres para poder dilucidar si está enfrentándose a riesgos o a peligros.

¿A qué me refiero? A que esta rebeldía que presenta le está llevando a riesgos que él tiene que afrontar o está en un sitio de peligro porque si lo está nosotros como padres tenemos la responsabilidad ineludible de estar ahí, de no apartar la mirada, de centrarnos en nuestro hijo para orientarle y sobre todo atenderle, porque esta rebelión ya no es un aprendizaje del adulto que va a ser, sino que está en un momento de transgresión de la norma.

Cuando los adolescentes se están saltando las normas tenemos que saber que este aprendizaje, este peligro  o riesgo cuando ya es más intenso, es un signo de alarma que ya no se justifica por el tema de la edad, es entonces que debemos mirar a nuestro hijo desde la perspectiva de que nos está lanzando un mensaje y nos está queriendo decir: 'oye papá, oye mamá, me pasa algo, tengo una necesidad no cubierta, me siento mal, realmente no estoy bien'. Así que no es tanto el centrarnos en cuál es la rebeldía, sino en ayudarle.

Debemos centrarnos en qué es lo que está haciendo, en una mirada más amplia y nosotros entender para decir: 'vale, mi hijo tiene 16 años, está llegando tarde a casa sistemáticamente, ¿qué le está pasando? ¿Qué mensaje me está lanzando que todavía no es capaz de explicarme?' Usualmente con el apoyo correcto, los adolescentes se abren un poco más y nos lanzan un mensaje que tiene que ver más con una parte propia de la adolescencia y de ensayar a ser un adulto.

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