Razones por las que un hijo pide ir al psicólogo - Ayuda para padres

Si tu hijo te ha pedido ir a un psicólogo, es importante que le escuches y le felicites por haber tenido la valentía de recurrir a ti ante una situación que él no logra gestionar. Son muchos los problemas de salud mental que pueden ocultarse tras la normalización de comportamientos infantiles, lo que ha llevado a colocar el suicidio como la primera causa de muerte no natural entre jóvenes y adolescentes. Entonces, si tu hijo te ha pedido ir al psicólogo, ¿qué debes hacer? ¿Debes preocuparte? Hablamos aquí de las razones por las que un hijo pide ir al psicólogo y la ayuda para padres.

¿Por qué mi adolescente quiere ir al psicólogo? ¿Qué he hecho mal?

Si tu hijo te ha pedido ir al psicólogo, es normal que tengas miedo, que estés asustada. Incluso, podemos decirte que es normal que te preguntes en qué has fallado como madre para que tu hijo sienta que necesita la ayuda de alguien externo de la familia. Pero es de valientes pedir ayuda cuando se siente que no se puede más y justo para eso están los profesionales de la salud mental.

Sin embargo, y muy lejos de la realidad, podemos decirte que lo has hecho muy bien: tienes un hijo o una hija capaz de ver que hay algo que no funciona con normalidad y sabe cuándo es necesario pedir ayuda. Ahora te la está pidiendo y tu deber fundamental es ofrecérsela para que él pueda gozar de este bienestar psicológico que todos tanto necesitamos en algún punto de su vida.

Él ha acudido a ti con total confianza y tú debes hacer cuanto puedas para ofrecerle las atenciones que necesita. Es por eso que aquí te diremos las razones por las que un hijo pide por sí mismo ir al psicólogo y que esto no tiene nada qué ver con tu desempeño como mamá, al contrario, es el reflejo de que a tu hijo le preocupa su salud mental y te tiene la confianza para acudir a pedir tu orientación.

Las verdaderas razones por las que un hijo pide ir al psicólogo - Ayuda para los papás

Además de la petición de tu hijo, debes tener en cuenta que hay una serie de comportamientos que merecen especial atención. Si, como madre o padre, has identificado alguno de ellos, es importante que te pongas en manos de un especialista: no busques consejo en amigos o familia, cuando se trata de la salud mental solo los psicólogos pueden decirte qué es mejor para tu hijo o hija.

Bajo rendimiento escolar sin causa justificada

Un rendimiento escolar alterado sin motivo aparente es una señal de alerta. Es normal que los niños o adolescentes vayan mejor en algunas asignaturas y peor en otras. También es normal que, si ha habido conflictos o cambios profundos en la familia, su rendimiento escolar decaiga un poco. Sin embargo, a lo que debes prestar especial atención es a un repentino cambio en el rendimiento escolar de tu hijo sin una causa que lo justifique. Tan pronto como detectes que tu hijo baja de notas de golpe y sin justificación debes pedir una valoración a un psicólogo.

Autolesiones recurrentes

Las autolesiones son una manera disfuncional de regular una situación estresante y traumática y otra de las señales a las que debes prestar especial atención. Si ves que tu hijo tiene cortes en los brazos y las piernas o que siempre lleva moratones, debes buscar ayuda inmediatamente.

Continuo estado de ánimo muy bajo

Otra señal de alarma que debes tener muy en cuenta son los cambios bruscos de humor. Si tu hijo siempre ha sido una persona alegre y dinámica (como la mayoría de los niños) y empieza a mostrar síntomas de depresión (llanto, apatía, problemas de sueño o alteración del apetito, por ejemplo), debes buscar ayuda. Quizá se trate solo de un cambio a nivel emocional, pero debe ser el psicólogo quien haga la valoración y te indique qué es lo mejor para tu hijo.

Comentarios preocupantes en adolescentes

Los comentarios tipo: 'Nadie me quiere' o 'Estarían mejor sin mí' son otra señal clara de problemas emocionales. Este tipo de comentarios suele darse más en adolescentes y deben ser valorados de inmediato por un psicólogo. De hecho, este se considera el indicio más peligroso y, por ende, el más preocupante.

Como hemos dicho, el suicidio es la primera causa no natural entre los niños y jóvenes de 15 a 29 años y la prevención es la única herramienta que tenemos los padres para evitar este tipo de comportamiento en nuestros hijos. Por ello, ante cualquier mínima sospecha que tengas de que algo no está bien, debes buscar opinión profesional. Evita caer en el error de escuchar opiniones ajenas y deja que sea un profesional de la salud quien determine la importancia de los comportamientos que tanto te preocupan de tu hijo.

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