Adolescentes que no obedecen ni cumplen con su hora de llegada a casa
Los límites en la adolescencia: cuando los hijos no cumplen las normas de casa
- Mi hijo adolescente desobedece a la hora de llegada a casa pactada
- Cómo poner límites a nuestros hijos en la adolescencia
- ¿Y si mi hijo incumple las normas de llegada a casa siempre?
Atrás quedan los días en los que tu bebé siempre demandaba tu atención, esas noches sin dormir porque necesitaba tu contacto a cada instante. Ahora ha crecido, se ha metido de lleno en la adolescencia y todo ha cambiado. Y donde antes las preocupaciones eran si comía bien o si cogía frío, ahora se centra en los temores de saber que ha salido de casa. ¿Qué hacer si mi hijo adolescente no obedece ni respeta la hora de llegada a casa y vuelve tarde? ¿Le castigo? ¿Qué podemos hacer para no agobiarnos?
El orientador de familias y maestro Alejandro Rodrigo nos da algunos consejos de disciplina para tener en cuenta durante la adolescencia de nuestros hijos, ¡siempre desde el respeto y la empatía!
Mi hijo adolescente desobedece a la hora de llegada a casa pactada
Son varias las cosas que hacen los hijos y que a los padres nos ponen como un manojo de nervios: que no recojan su habitación, que no colaboren con las tareas de la casa, pero sobre todo que no regresen a casa a la hora que hemos acordado. Y es que no solo nos causa preocupación, e incluso ansiedad no saber dónde están o si les ha ocurrido algo, sino que nos agobia el hecho de que no cumpla con su palabra, de que no sean responsable de llegar a casa a la hora que se le ha dicho.
Por mucho que nos alegre el hecho de que nuestro hijo adolescente tenga amigos y salga por ahí a pasar el rato con sus iguales haciendo planes de ocio propios de su edad, no podemos evitar que nos cueste asimilar que no esté en casa cuando bajemos la persiana al caer la noche, sobre todo si desobedece a la hora de llegada que habíamos pactado.
Nuestra lógica y conciencia nos dice que ha crecido, que ahora toca disfrutar de esta nueva etapa de la adolescencia en la que, por mucho que nos pese, el papel principal lo tienen ahora las amistades y no los padres. Pero eso no quita que nos empecemos a preocupar incluso una hora antes de la que tiene fijada para estar en casa después de quedar con los amigos.
Cómo poner límites a nuestros hijos en la adolescencia
A veces, nos resulta complicado manejar las preocupaciones referentes a los hijos. Por eso, debemos de antemano, pactar una serie de normas y seguir unas recomendaciones concretas.
1. Debemos mandar mensajes claros sobre el uso del móvil
Resulta de poca ayuda mandar mensajes contradictorios a los hijos, sobre todo cuando se trata de las tecnologías. Por ejemplo, no debemos decirles que se lleven el celular para que estén localizables para que nos puedan avisar si pasa algo y van a llegar más tarde de la hora, y a la primera de cambio decirles que como no han cumplido lo pactado, no tendrán móvil durante todo el fin de semana.
2. La paciencia y la empatía son clave a la hora de relacionarnos con nuestros hijos adolescentes
¿Te imaginas estar con tus amigas o el chico que te gusta y tener que estar pendiente del móvil a cada rato por si te escriben tus padres? Es importante darles un margen y no insistirles para que nos contesten a nuestros mensajes al instante. Se trata de que los padres tengamos empatía por nuestros hijos e hijas adolescentes.
3. Procura relativizar las cosas
Los hijos adolescentes tienen que salir y eso muchas veces choca con nuestra preocupación natural por su bienestar y por nuestra pérdida de control; de ahí que encontremos argumentos para enfadarnos cuando llegan tarde. ¿Pero en verdad siempre que salen llegan tarde o solo ha sido alguna vez? ¿Nos han avisado y nos han contado lo que ha pasado o han tratado de ocultarlo y nos han mentido y desobedecido deliberadamente? ¡Hay una gran diferencia!
4. Una buena comunicación con nuestros hijos adolescentes
La comunicación es la base de todo, más ahora que se adentran en una etapa marcada por los cambios. ¿Y si en lugar de castigarles, amenazarles con no dejarles salir o 'echarles la charla' una y otra vez les decimos que nosotros también llegábamos tarde alguna vez cuando teníamos su edad? Seguro que dejando ver nuestra empatía acaban por volverse más comunicativos.
¿Y si mi hijo incumple las normas de llegada a casa siempre?
En el que caso de que la desobediencia se repita una y otra vez, de que siempre llegue tarde a casa, tendríamos que ver qué pasa con esa norma. Si en verdad la norma está bien pactada o planteada o si nuestro hijo adolescente tiene un problema de aceptación. En cualquiera de los supuestos, lo indicado sería revisar si en esta etapa de su desarrollo estamos siendo un verdadero referente para él.
Cuando un referente, en este caso el padre o la madre, pone una norma que ha sido pactada y entendida, lo normal es que los hijos adolescentes la cumplan en la mayoría de los casos. De no ser así, la problemática no estaría solo en el hijo, sino en el conjunto de la familia.
Recuerda que en estos supuestos la consecuencia debe ser inmediata, pero sobre todo hay que procurar facilitar la comunicación encaminada en especial a qué está haciendo tantas horas fuera de casa y cómo se siente cuando está en el hogar al lado de su familia.
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Bibliografía
- Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid (2002) Tu hijo está cambiando. Guía para padres de adolescentes. Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, España. Disponible en: https://www.observatoriodelainfancia.es/ficherosoia/documentos/707_d_Tu_hijo_esta_cambiando_guia_padres_adolescentes.pdf