Ayudar a mi hijo a superar su primera ruptura amorosa - Adolescentes

Nuestros hijos van creciendo y, a veces, no nos damos cuenta de ello. Nuestro instinto, desde su nacimiento, es de protegerlos de todo cuanto les pueda hacer sufrir. Pero, al igual que nos pasó a nosotros, nuestros hijos van a pasar por situaciones dolorosas relacionadas con el amor y, como padres, nuestro deber es estar a su lado y darles todo nuestro amor y cariño. ¿Cómo ayudar a un adolescente ante su primera ruptura amorosa?

No se trata de intentar evitar estas situaciones, sino de darles las herramientas y el apoyo para superarlas. Y, uno de estos momentos, y quizá uno de los más complicados, es su primera ruptura amorosa tras estar enamorado de su novio o novia.

La primera ruptura amorosa de un adolescente 

1. Tratar de entender cómo se siente tras la ruptura

Cuando nuestro hijo adolescente pasa por su primera ruptura amorosa, hay una gran cantidad de emociones que se mezclan, entre ellas: desolación, amor, ira, miedo, enfado... Nuestro hijo siente estas emociones con una intensidad que nunca había vivido antes y, al no tener la experiencia suficiente para controlarlas, suele sentirse muy desorientado. Por ello, lo primero que debemos hacer los padres es no restarle importancia a su sufrimiento provocado por el desamor. 

Pese a que sabemos que esta no será su única ruptura amorosa y, quizá, ya sabíamos que esta relación de pareja no iba a durar, debemos entender que nuestro hijo adolescente no esperaba encontrarse en esta situación. Para él o ella, el dolor hacia su novio o novia es el mismo que sentiríamos nosotros si nos separásemos de nuestra propia pareja, por lo que debemos tratarle de la misma manera en la que nos gustaría que nos tratasen a nosotros. La empatía es lo primero que debemos mostrar a nuestro hijo en esta situación.

2. Respeta sus tiempos para el duelo

El tiempo es otro factor crucial a la hora de superar una ruptura amorosa y, para nuestro hijo, no es diferente.  Cada uno de nosotros pasamos por este duelo a un ritmo diferente, por lo que no podemos pretender que nuestro hijo adolescente lo haga de la noche a la mañana. Expresiones como 'Olvídate ya' o 'Deja ya de estar mal por tu novio o novia' son expresiones que no ayudarán a nuestro hijo a sentirse mejor.

Ofrécele tu apoyo en este momento de sufrimiento amoroso. En vez de usar estas frases, es importante validar sus emociones, preguntarle cómo se siente y hablarle de las fases del duelo por las que va a pasar. Así, es fundamental que los padres nos asesoremos sobre este proceso tan complejo, si no lo hemos vivido, y se lo transmitamos a nuestro hijo. De este modo, él se dará cuenta de que es un proceso natural y podrá ver la fase en la que se encuentra a cada momento, lo que le aportará seguridad y serenidad.

3. Ofrece a tu hijo adolescente todo tu apoyo

Si hay algo que necesita nuestro hijo adolescente en este momento de ruptura amorosa es apoyo, amor y cariño. Necesita saber que nosotros, sus padres, estamos a su lado, que le comprendemos y que le respetamos. Hacerle saber que siempre estaremos disponibles para cuando quiera hablar es relevante, como también lo es no presionarle.

A su tiempo, nuestro hijo nos contará qué es lo que ha sucedido para que hayan decidido dejar la relación con su novio o novia y por qué ha sucedido. Allí debemos estar para escucharle, pero siempre cuando él se sienta preparado para ello: sin presiones ni reproches.

El duelo amoroso ante el fin de un amor en la adolescencia

4. Mucho diálogo para digerir la ruptura, pero al ritmo del adolescente

La comunicación entre padres e hijos es fundamental para ayudarles a desarrollar su inteligencia emocional. Sin embargo, el diálogo en caso de una ruptura amorosa debe ser muy tranquilo, a su tiempo y siempre que veamos que nuestro hijo está preparado para abrirse y tener una conversación con nosotros. Ahora, es momento de darle espacio, de respetar su proceso adolescente y de estar disponibles en todo momento. 

5. Del desamor también se puede aprender

Proteger a nuestros hijos es lo más importante para nosotros, pero no debemos olvidar que hay una serie de experiencias en la vida por las que todos podemos pasar. Al igual que nosotros tuvimos nuestro primer amor y nuestras primeras malas experiencias, nos guste o no, nuestros hijos van a pasar por las mismas.

Por mucho que nos duela, no podemos privarles de vivir ciertos momentos, los cuales van a ofrecerles distintos aprendizajes. Sabemos, más o menos, lo que va a suceder y sabemos cómo nuestro hijo se va a sentir, entonces ¿por qué no usar esta experiencia para ayudarle en vez de tratar de evitar que la vivan?

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6. Todo pasa, nada dura para siempre

Como dice el refrán, no hay mal que 100 años dure. Y es cierto. Sabemos que este mal momento causado por la ruptura de pareja no va a durar siempre. Pero él (o ella) no lo ve así. Por ello, debemos darle muchos ánimos y decirle que este mal momento pasará. No debemos presionarlo, pero sí debemos contarle que, para bien o para mal, las cosas cambian y que la vida le tiene reservadas una gran cantidad de experiencias de lo más positivas que le harán recuperar esta alegría que siempre ha habido en él. 

Las rupturas amorosas son momentos por los que todos pasamos y son muy difíciles de gestionar sin importar la edad que tengamos. Por ello, cuando es nuestro hijo adolescente el que está pasando por este momento, debemos estar a su lado más que nunca. Debemos mostrarle nuestro amor, apoyo, cariño y comprensión. Y, sobre todo, darle tiempo y espacio.

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