Cómo subir la autoestima en la adolescencia para quererse a uno mismo

Quererse a uno mismo, valorarse y tener una buena autoestima es fundamental para vivir una vida plena con relaciones que nos sumen en nuestro día a día. La autoestima se construye en la adolescencia y, por ello, es importante trabajar en ella cuando nuestros hijos dan el paso de niños a adolescentes.

Sin embargo, en este período de la adolescencia, esto no es fácil: los padres debemos estar al lado de nuestros hijos para apoyarles, guiarles y ayudarles a construir la base de los adultos en los que se convertirán mañana. A continuación, vamos a hablar sobre el papel de los padres a la hora de subir la autoestima de nuestros adolescentes (o ayudarles a mejorarla).

¿Cómo subir la autoestima en la adolescencia?

El primer paso hacia una buena autoestima es quererse a uno mismo. Muchos adolescentes carecen de la objetividad de ver cuánto potencial hay en ellos y aquí es donde el papel de los padres es fundamental. Ayudarles a formar su personalidad y que crean en ellos puede ser tarea complicada en este momento de sus vidas, pero, al fin y al cabo, es nuestro deber.

Si quieres ayudar a tu hijo adolescente a subir su autoestima, hay ciertas estrategias que te pueden ayudar.

1. Darles confianza

La confianza es un pilar clave y los adolescentes deben ver que los demás, sobre todo los padres, confían en ellos. Los padres podemos estar a su lado y darles consejos, pero lo más importante es darles confianza. Para ello, debemos dejar que tomen sus propias decisiones y dejar que se equivoquen. Y, cuando esto suceda, estar a su lado para apoyarles, consolarles y ayudarles. Debemos mostrarles respeto y evitar tomar decisiones por ellos: imponer nuestras ideas y exigirles que hagan algo, solo resultará en un adolescente carente de confianza en sí mismo.

2. Anima a tu hijo adolescente a hacer lo que les gusta

Animar a nuestros hijos a hacer aquello que les gusta o lo que consideran que es correcto, les ayudará a confiar más en ellos mismos. Debemos dejar que se expresen, que muestren sus habilidades y potenciarlas. De este modo, se sentirán cómodos con lo que hacen y con las decisiones que toman en su día a día. El resultado será un adolescente con un poco más de experiencia y contento por sus pequeños logros diarios.

3. Evitar las comparaciones con otros adolescentes

Sin mala intención, los padres podemos llegar a comparar nuestros hijos adolescentes con otras personas con las que compartimos nuestra vida. Con ello, solamente vamos a menguar la autoestima de nuestros hijos y, lejos de intentar superarse y ser mejores, acabarán por frustrarse y sentir que todos son mejores que ellos.

4. Potenciar sus habilidades y sus aptitudes

Potenciar las habilidades y las aptitudes de los adolescentes es otra manera de ayudarles a mejorar su autoestima. No debemos centrarnos en sus debilidades, sino más bien en todo su potencial y en aquellas aptitudes positivas que poseen. A partir de ellas, podremos ayudarles a desarrollar el gran potencial que hay en ellos, desde la adolescencia. A cuanto más vean que pueden hacer, más van a confiar en ellos mismos. Y esto es, al final, lo que nos interesa.

5. Validar las emociones de nuestro adolescente

Cuando nuestros hijos adolescentes nos cuentan algo, esperan que los escuchemos, que estemos a su lado y que busquemos juntos una solución. En algunos casos, los adultos podemos ver su situación como algo sin mucha importancia, pero esta no es la manera en la que ellos lo ven. Por este motivo, y pese a que nosotros ya tengamos la solución en mente, es necesario dejar que expresen sus emociones y validarlas como haríamos con cualquier otro adulto.

Debemos ponernos en su lugar, ver las situaciones desde la perspectiva de la adolescencia y aportar nuestra experiencia. Así se sentirán comprendidos y acompañados que es, al final, lo que los padres de adolescentes buscamos.

¿Por qué es importante enseñar a quererse a uno mismo?

Tener una buena autoestima nos ayuda a evitar relaciones tóxicas o de dependencia, ya sea en el amor, con las amistades o, incluso, en el trabajo. Al querernos, tendremos muy claro cómo somos y qué es lo que buscamos, de modo que nos será mucho más difícil que los demás nos manipulen. Pese a que nadie está exento de vivir una relación de este tipo, sí es cierto que tener una buena autoestima en la adolescencia reduce mucho el riesgo de caer en ellas.

Recuerda, para subir la autoestima en los adolescentes, hay una serie de estrategias que los padres podemos seguir. Lejos de buscar debilidades en ellos o de compararlos con los demás, debemos ayudarles a desarrollar su potencial y alentarles a tomar sus propias decisiones. Una buena autoestima es lo que, al final, les permitirá disfrutar de una vida plena en su edad adulta.

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