¡Tatuajes no! - Mi hijo adolescente quiere tatuarse y tener un piercing
¿Cómo decirle a tu adolescente que no estás de acuerdo con que se tatúe? Aquí unos consejos
- 'No quiero que mi hijo adolescente tenga un tatuaje ni un piercing'
- Ganar tiempo siempre es la mejor estrategia con el hijo adolescente
- La imagen corporal del adolescente y los tatuajes, una relación cercana
Si eres el team '¡Tatuajes no!', pero tu hijo adolescente quiere tatuarse y tener un piercing, esto es motivo para pensarse muy bien, pues le va a durar toda la vida. Por este motivo, algunos padres se preocupan mucho cuando sus hijos les comunican que quieren tatuarse o quieren hacerse piercings, sobre todo cuando ninguno de los miembros de la familia lleva ninguno de ellos. Sin embargo, antes de tomar una decisión precipitada, como adultos que somos, debemos optar por escuchar a nuestro hijo y ver qué motivaciones le han llevado a hacernos esta petición.
'No quiero que mi hijo adolescente tenga un tatuaje ni un piercing'
Antes de empezar a preocuparnos más de la cuenta buscando respuestas inmediatas, lo primero en lo que debemos fijarnos es que seguimos siendo el punto de referencia de nuestro hijo adolescente, ya que, mediante su petición, nos está indicando que confía en nosotros y que escuchará nuestras opiniones.
Así, si hay algo sumamente positivo en esta pregunta es la importancia que nos da nuestro hijo dentro de su mundo. Teniendo esto en cuenta, como padres también debemos hacer un esfuerzo y ser empáticos con nuestro hijo y, para ello, no hay nada mejor que reflexionar sobre nuestra propia adolescencia.
Las rutinas y los límites son necesarios tanto para los niños como para los adolescentes, pero la coherencia familiar también es importante. Antes de dar una negativa rotunda a nuestro hijo, debemos plantearnos si en casa llevamos tatuajes o piercings.
¿Cómo podemos decirles que no si nosotros llevamos alguno de ellos? En este punto, es crucial tener en mente que los padres somos los primeros modelos y referentes en la vida de los hijos y, por ende, es complicado que nos hagan caso si nos contradecimos en cualquier situación.
Ganar tiempo siempre es la mejor estrategia con el hijo adolescente
Conocer y escuchar los motivos por los que nuestro hijo quiere hacerse un tatuaje es importante antes de decantarnos por una respuesta. No es lo mismo que nuestro hijo quiera hacerse un tatuaje porque los amigos lo llevan que querer hacerse un tatuaje por decisión propia.
En este último caso, debemos escuchar su opinión y respetarla: si sabe dónde quiere el tatuaje, dónde lo quiere, por qué lo quiere y qué mensaje tiene este tatuaje para él, nos está demostrando que es algo en lo que ha reflexionado y, por ello, podemos descartar que sea una petición provisional o que vaya a cambiar con el tiempo.
Si con todos los argumentos de nuestro hijo adolescente no lo vemos claro, lo mejor que podemos hacer es ganar tiempo: una estrategia de lo más usada. En este sentido, podemos decirle que se lo podrá hacer cuando llegue a la mayoría de edad y que puede emplear este tiempo analizándolo un poco más. A cuanto más tiempo podamos ganar, más tiempo le damos a nuestro hijo para replantearse la situación.
Así, es algo temporal, inducido por el grupo de amigos, por ejemplo, él mismo se irá olvidando de ello sin necesidad de hablar mucho más del tema. Ahora sí, si llegado el momento los argumentos de nuestro hijo adolescente son los mismos y no ha cambiado de opinión, como padres deberemos hacer un esfuerzo y aceptar aquello que tan poco nos gusta: que nuestro hijo quiera llevar un tatuaje o un piercing.
Cuando nuestros hijos llegan a casa con la idea de hacerse un tatuaje o ponerse piercings, los padres lo podemos tomar como algo negativo, incluso perjudicial para él. Esto puede llevarnos a darles una negativa sin darles oportunidad de expresarse. Ante esta situación, lo mejor es pensar en nuestra propia adolescencia, ponernos en su lugar y escuchar los motivos por los que nos ha hecho esta petición.
La imagen corporal del adolescente y los tatuajes, una relación cercana
Si creías que esto no tenía nada qué ver ¡te equivocas! La importancia que adquiere la imagen corporal durante la adolescencia es lo que suele propiciar que quieran un tatuaje o ponerse un piercing. Comienzan a verse ellos mismos con más autocrítica y hay de dos caminos: o les gusta lo que ven (pocas veces) o de plano están inconformes (casi siempre).
Esta fase de autoaceptación de sus cuerpos esta influenciada por todo: la moda, la ropa, los peinados, las marcas y sus ídolos, ahora bien, si alguno de ellos tiene un tatuaje o un piercing ¡de ahí sigue el modelo! No en todos los casos sucede, pero sí suele ser motivo de que tengan esa idea.
La imitación es lo que hará que en el 99.9% de los casos el adolescente quiera parecerse a su ídolo o cree que el tatuaje o piercing le da un 'estatus' diferente. A eso se le suma el miedo al ridículo, es decir, si no se tatúa o trae el piercing 'porque mamá o papá no lo dejaron' eso repercute directamente en su autoestima y autoconfianza, además de creer que 'no es atractivo'.
Así que lo mejor es preguntar y saber cuál es la razón principal por la que quiere un tatuaje o un piercing, quizá la respuesta está en que su amigo del cole tiene uno o quiera pertenecer a un selecto grupo de chicos 'rudos'. Sea cual sea la razón, los padres debe poner en una balanza las motivaciones y respetar las decisiones del adolescente una vez que ya se han agotado las alternativas.
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Bibliografía
- Pineda Pérez, S., Aliño Santiago, M. (1999) Manual de Prácticas Clínicas para la atención integral a la salud en la adolescencia. Capítulo I. El concepto de adolescencia. Ministerio de Salud Pública (ed.) Cuba, pp. 15-23 Disponible en: https://ccp.ucr.ac.cr/bvp/pdf/adolescencia/Capitulo%20I.pdf