Beneficios de tener un cojín de lactancia para dar el pecho al bebé
Recomendaciones para elegir la mejor almohada de lactancia para la madre y el recién nacido
- Razones por las que usar la almohada o cojín de lactancia mientras se amamanta al bebé
- ¿Qué características debe tener un buen cojín de lactancia?
Las principales sociedades científicas y de pediatría del mundo recomiendan que la alimentación del recién nacido sea a través de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y completaría hasta mínimo 2 años de vida. Para hacerte este momento más cómodo, entra en escena una herramienta que puede ser verdaderamente útil para lograr una lactancia materna satisfactoria: almohada o cojín de lactancia. ¡Descubre las razones por las que tener un cojín de lactancia para dar el pecho al bebé!
Razones por las que usar la almohada o cojín de lactancia mientras se amamanta al bebé
El cojín de lactancia es una herramienta cada vez más conocida dentro de la maternidad, y más concretamente dentro de la lactancia materna, que tiene múltiples usos y que haciendo un buen uso de él tiene muchos beneficios. ¡Te animo a que lo pruebes!
1. Te aportará comodidad
Dar el pecho durante tantas horas al día y durante tantos meses puede convertirse en algo incómodo si la madre no tiene una buena postura durante la lactancia. El cojín te ayudará a estar más relajada durante la toma, ya que la espalda y el cuello sufrirán menos tensiones musculares. Por ejemplo, en la postura clásica de lactancia (o postura de cuna) permite descansar tus brazos sobre él, de tal manera que no tendrás tensión mientras das el pecho, evitando sobrecargar zonas estas zonas (área lumbar o las cervicales). Así, puedes adoptar una posición más relajada, lo que te permitirá tener una lactancia materna más placentera. Además, también te permite tener una mano libre. Una buena técnica establecida desde el principio te ayudará a corregir vicios y manías, y es aquí, ¡donde el cojín de lactancia tiene un papel clave!
2. Te permitirá mejorar la posición del bebé
La posición del bebé durante la toma de pecho es clave para una lactancia materna satisfactoria. La cabeza, hombros y caderas del bebé deben estar alineados. Una mala posición, y muy común, por cierto, es cuando el recién nacido realiza la toma con la cabeza girada. Aquí su eje perpendicular no se encuentra alineado.
Y… te preguntarás, ¿qué repercusiones puede tener esto a nivel de mi lactancia? Pues te cuento, entre las consecuencias de una mala posición podemos encontrar: dolor y grietas (ya que en enganche en el pezón se puede ver comprometido), tomas muy largas (se quedará con hambre), llanto frecuentemente… Todo ello se puede evitar corrigiendo la postura, y el cojín de lactancia te puede ayudar a conseguirlo.
3. Te facilitará una mejor recuperación tras un parto por cesárea
El cojín de lactancia te permite dar el pecho sin que el pequeño se apoye en la herida quirúrgica, por lo que será menos molesto para ti, y la cicatrización de la herida no se verá comprometida.
4. Te ayudará en la lactancia en gemelos
En la postura sentada, la madre se puede ayudar del cojín de lactancia, que le rodeará el abdomen, para lactar simultáneamente a ambos pequeños. Así la producción de leche será mayor y ahorrarás más tiempo que si das el pecho de uno en uno, tiempo que por cierto puedes invertir en descansar. ¡Fundamental en esta etapa!
5. Te será muy práctico si tu bebé es prematuro
Puede ser muy útil mientras el recién nacido es aún muy pequeño, tanto que no llegan a las piernas de su madre y para que no se le canse el brazo.
6. Te posibilitará descansar mejor
El cojín de lactancia no solo sirve para amamantar. Muchas mamás lo tienen ya desde el último trimestre de embarazo. Lo suelen utilizar para adoptar una posición más cómoda a la hora de dormir. Más tarde, cuando el bebé ha crecido y es capaz de mantenerse sentado y sujetar la cabeza por sí mismo, puede utilizarse para él, para que esté sentado en el hueco del cojín, y este le sirva como soporte trasero y lateral. De hecho, algunos cojines tienen un cierre de velcro para cerrar el cojín, y hacer un “nido”, de tal manera que el bebé esté mejor colocado y así se evite que se pueda dar la vuelta o rodar.
¿Qué características debe tener un buen cojín de lactancia?
Si aún no te habías planteado hacerte con un cojín de lactancia, seguro que después de leer todos estos beneficios te has planteado comprarte uno. Debes saber que existen dos tipos: en forma de U, que te rodean todo el cuerpo, y un segundo más alargado como si fuera una serpiente. Una vez que conozcas esto, te damos unos consejos para que sepas elegir la mejor almohada de lactancia para ti y para tu bebé.
- Debe ser ergonómico (debe adaptarse al cuerpo de la mamá).
- Firme y blando.
- La funda debe estar hecha con fibras hipoalergénicas (como algodón).
- La funda se debe poder retirar para lavarla en caso de que se manche.
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