Cómo dar el pecho por la noche a un bebé. Las mejores posturas

No hay nada más cierto que muchos bebés en los primeros meses de vida suelen hacer más tomas nocturnas que diurnas (siendo totalmente normal), por lo que es importante asegurar que esas mamadas nocturnas sean para él y para ti relajadas, que no representen una mala noche para ti. No puedes sentirte agotada, porque al siguiente día necesitas tiempo y energía para atender a tu bebé si aún no te has incorporado al trabajo o para irte a tu oficina. ¿Quién quiere dormir mal de noche y no tener un sueño reparador? Como sabemos que ese ese tu objetivo, además de continuar amamantando a tu pequeño, te contamos cómo dar el pecho por la noche a tu bebé y cuáles son las mejores posturas para ello.

El reto de una madre: descansar y amamantar al bebé por la noche

Al llegar la noche, necesitas descansar y amamantar a tu bebé no debería ser impedimento para ello, por lo que te mostraré las distintas posiciones y posturas en las que pueden estar tú y tu bebé y facilitar el descanso de ambos sin necesidad de levantarte de la cama e irte al sofá o la butaca tan bonita que tienes puesta en su habitación.

¿Sabes que una de las cosas que solemos ver los profesionales de la salud sobre todo durante los primeros días de la lactancia es el agotamiento físico que tiene una madre? Muchas veces es difícil compaginar las horas de descanso con las horas de lactancia, por no hablar de los dolores de espalda por posturas inadecuadas al amamantar o simplemente por estar tensa durante ese momento. Si la madre no pone especial cuidado a estos detalles y no se corrige a tiempo puede acabar con un cansancio crítico e, incluso, llegar a abandonar la lactancia.

Existen diferentes posturas y posiciones en las que puedes ofrecer pecho a tu hijo, porque no hay ninguna en especial ni ninguna que sea mejor que otra, pero sí que es cierto que hay algunas recomendadas de manera  específica para dar acostada y de acuerdo a patologías que pueda tener el bebé (labio y paladar hendido, síndrome de Down, hipotonía, prematuridad, entre otras).

Las posturas más recomendadas para dar el pecho por la noche en la cama

Muchas mujeres piensan que para dar pecho debe hacerse siempre en la misma posición, y resulta que existen muchas posiciones en las que se pueden colocar al bebé y muchas posturas que se pueden adoptar para amamantar, sobre todo si es por la noche. Las más recomendadas son:

- Postura y posición acostados de lado
En esta el bebé y la mamá están acostados de lado sobre la cama, uno frente el otro y con el brazo de mamá por debajo de la cabeza. Se puede valer de alguna almohada, cojín o toalla enrollada para colocar la espalda del bebé y evitar se vaya de lado.

- Postura acostada y posición del bebé a la inversa
Ambos de frente pero a la inversa, con las piernas de ambos en dirección opuesta.

- Postura tumbada o reclinada
En esta la madre se acuesta sobre su espalda y el bebé situado encima mirando hacia el pecho, abdomen con abdomen.

Estas posiciones arriba descritas (escoge la que te resulte más cómoda para ti y para tu retoño) ayudan a que descanses y a evitar las tensiones tanto en la espalda como en el cuello; es imprescindible tener al bebé cerca, la cuna al lado de tu cama, lo más pegada posible o, en el caso de que hagas colecho, conocer las condiciones necesarias para hacerlo de manera segura.

Además te recomiendo si tu habitación es muy oscura, mantener en la misma un dispositivo (llamado también lámpara quitamiedo de enchufe con sensor) conectado al tomacorriente como fuente de luz tenue que te guíe para acercarlo al pecho en el momento de amamantar.

Es importante siempre verificar que el agarre sea el correcto: nariz pegada al pecho, labios evertidos, mejillas redondeadas, y en la posición de lado, cuidar mucho la alineación oreja-hombro-cadera. Por otro lado, debes asegurarte que no haya dolor en los pezones ni presencia de chasquidos, que el bebé esté bien pegado a tu pecho, ya que si está separado el agarre será incorrecto y la transferencia de leche no será la adecuada.

El contacto piel con piel ayudará a que el bebé regule su temperatura, asegurando que no le dé mucho frío; de igual modo, la temperatura de la habitación debe ser adecuada, ni muy baja ni muy alta. A medida que pase el tiempo, será más fácil ubicar el bebé en tu pecho. ¡Es cuestión de práctica y una buena forma de amamantar y descansar sin salir de la cama!

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