Música en la lactancia - Fomenta aún más el vínculo emocional con tu bebé

La lactancia es un momento único y especial entre madre e hijo, donde se fortalece el vínculo afectivo que comenzó a gestarse desde el embarazo. Incorporar la música en la lactancia - fomenta aún más el vínculo emocional con tu bebé, creando un ambiente relajante que beneficia tanto a la madre como al pequeño. La música suave no solo ayuda a calmar al bebé, sino que también potencia la conexión emocional y favorece el bienestar durante este importante proceso.

Lactancia y música - Una relación para reforzar el vínculo con tu bebé

Las experiencias en los primeros años de vida moldean nuestro cerebro. Tener una relación segura con quien cuida al bebé, su figura de apego, ayuda a que tenga una adquisición más rápida de habilidades emocionales y cognitivas. Cuando cantamos y usamos música, estamos creando un lazo afectivo, mostramos amor al bebé que está por nacer, lo tenemos en mente y nos comunicamos con él.

Esto le dará más posibilidades de ser un adulto saludable y mentalmente equilibrado. La audición es casi lo único que permite al bebé conectar con el exterior cuando está en el vientre materno. La música tiene un papel fundamental en la creación del vínculo. El vínculo es muy importante y es facilitador de la lactancia, ya que la relación madre-hijo está mucho más 'trabajada'.

Con un bebé que es tenido en cuenta y con el que ha habido una comunicación, incluida la musical, se ha estado construyendo el útero externo y esto apoyará a la lactancia. La música tiene un papel fundamental aquí, ya que usar música, cantar canciones que reconozca una vez salga al mundo exterior, fortalece esa relación vincular transportándolo a lo conocido, a su lugar seguro, haciendo que la lactancia sea más calmada para ambas partes.

Hay muchas investigaciones que han demostrado lo beneficioso que es que haya música mientras la mamá amamanta al bebé, continuando con la comunicación ya establecida en el útero. Existen varios estudios que han demostrado cómo al poner música y canto materno a los bebés, se mostraron las mismas respuestas: incremento en los movimientos de succión-deglución; oculares, de los miembros y esto es clave para usarlo en el acompañamiento a la lactancia.

La música al amamantar refuerza los lazos afectivos con tu hijo

El vínculo que establecemos desde el útero será continuado después del nacimiento, es decir, que el proceso vinculante que se establece después del nacimiento no es nuevo, es una continuación de lo que ya se ha trabajado en los nueves meses previos. Otros estudios llegaron a la conclusión de que el entorno musical adecuado hace que el bebé se relaje y su mamá también, consiguiendo y facilitando la lactancia.

Además, se ha constatado que el proceso de amamantar depende de factores internos y externos: acompañamiento musical, habitación calmada, temperatura adecuada, estado anímico de la mamá, conexión con el bebé, entre otros. Estos argumentos demuestran que el uso de la música en el embarazo favorecerá el vinculo y facilitará y acompañará a la lactancia.

Lo anterior, tanto por el estimulo del reflejo de succión que produce la música 'in utero' como por la relajación y ambiente conocido al que transporta a madre e hijo o hija siendo la música una herramienta más para la crianza positiva y amorosa con nuestros pequeños. Así, la música durante el embarazo y la lactancia no solo se presenta como un medio de comunicación entre la madre y el bebé, sino como una herramienta poderosa para el desarrollo integral del niño.

A medida que el bebé crece en el útero, su capacidad auditiva se desarrolla, lo que le permite reconocer los sonidos externos, entre ellos, la voz de su madre y la música que ella le ofrece. Esta capacidad de escuchar desde el vientre permite que el bebé comience a crear lazos afectivos antes de su nacimiento, fortaleciendo el vínculo con su madre de manera profunda.

¿Cuál es el poder de la repetición en la música prenatal?

Cuando un bebé escucha una canción repetidamente durante el embarazo, esa melodía se convierte en una referencia para él. Al nacer y escuchar la misma música o la voz de su madre cantando, el bebé recuerda esos sonidos, lo que le proporciona una sensación de seguridad. Este proceso de reconocimiento auditivo es fundamental para generar un ambiente conocido, que ayuda a calmar al bebé y facilita la adaptación al mundo exterior.

La repetición de canciones y melodías tiene un impacto positivo en el desarrollo cerebral del bebé, ya que refuerza las conexiones neuronales relacionadas con la memoria y el aprendizaje. Este estímulo favorece la formación de patrones de respuesta que más tarde ayudarán al niño a desarrollar habilidades cognitivas, como el lenguaje y la atención.

De hecho, estudios recientes muestran que los bebés expuestos a música en el vientre materno tienden a tener un desarrollo temprano de la memoria auditiva, lo que facilita el aprendizaje de sonidos y palabras una vez que comienzan a hablar. Además, el apego es esencial en los primeros años de vida de un niño, y la música juega un papel crucial en su fortalecimiento.

Los bebés que reciben estímulos musicales regulares, como el canto de la madre, desarrollan una mayor capacidad para formar vínculos afectivos seguros, porque la música tiene la capacidad de generar emociones positivas tanto en la madre como en el bebé. Al cantar canciones suaves o escuchar música relajante durante la lactancia, se genera un ambiente de calma y conexión.

La música estimula ambos hemisferios cerebrales, lo que significa que ayuda al desarrollo del pensamiento lógico y del pensamiento creativo al mismo tiempo. Esto es fundamental en los primeros años de vida, cuando el cerebro está en su etapa más activa de crecimiento y desarrollo. Los ritmos, melodías y patrones que un niño aprende a través de la música pueden convertirse en herramientas para su aprendizaje futuro.

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