Mi hijo no tiene apetito. Tips para hacer que el niño coma más y mejor

¿Tú también has dicho más de una vez 'mi hijo no tiene apetito', necesito tips para hacer que el niño coma más y mejor? ¿Tienes la sensación de que es un niño o una niña de mal comer? La alimentación de los hijos es un tema que nos suele preocupar a padres y madres, ya que, en parte, de ello depende su buen crecimiento y desarrollo.

Pero ¿qué cantidad ha de comer un niño pequeño? ¿Qué pasa si le damos cualquier cosa con tal de que coma algo? ¿Y qué podemos hacer para que las horas de las comidas no sean una batalla? La pediatra Mar López, autora del libro 'Las respuestas de mi pediatra' nos explica por qué un niño puede dejar de tener hambre y cuáles son las claves de una alimentación infantil saludable. ¡Por fin todas tus dudas quedarán resueltas!

Tips para lograr que el niño coma un poquito más. ¿Por qué mi hijo no tiene apetito?

Para empezar, la recomendación principal es no obligar a los niños a comer, porque eso agravaría el problema. Lo que sí se debe hacer es seguir estos consejos y recursos para lograr que el momento de las comidas sea un espacio de tranquilidad para compartir en familia.

Revisa tus expectativas respecto a la alimentación de tus hijos

Quizás tengas en mente que tu hijo tenga que comer cierta cantidad que en verdad no se ajusta a su edad, peso o estatura. Las porciones son igual de importantes que la calidad de las mismas. Recuerda que cada niño crece a su propio ritmo, un ritmo que hay que saber respetar. No exijas de más, sé realista en cuanto a lo que tu hijo puede o no comer.

Procura hablarle siempre en positivo

Si cada dos por tres escucha frases como 'este niño no come', al final acabará por hacer justo eso, no comer bien, ya que lo que se espera de él es precisamente eso. En su lugar, emplea frases en positivo y trata de ponerte en su lugar: 'entiendo cómo te sientes', '¿qué es lo que más te gusta comer?'. Además, procura que en su plato no haya mucha comida y sí un alimento que le agrade para que se siente a la mesa feliz y contento.

Checa qué es lo que está comiendo tu niño

Muchas veces le acabamos dando cualquier cosa con tal de que coma algo, que pasamos por alto que lo que le ofrecemos son alimentos poco saludables, muy calóricos, ultra procesados o ricos en azúcares que, como ya sabes, pocos valores nutricionales aportan. Es necesario que en su dieta diaria se incluyan los grupos de alimentos básicos: verduras, granos, frutas, proteínas y lácteos. Así sí tendrá energía suficiente para crecer, jugar, correr, estudiar, bailar ¡y un sinfín más de cosas!

Usa estrategias y recursos que sí funcionan con tu hijo

La hora de la comida o la cena debe ser un momento distendido en familia donde se pueda hablar con naturalidad de nuestro día y no una batalla para que nuestro hijo se acabe el plato a tiempo para irse a la cama temprano. Por ello, usa diversas estrategias, con cada niño funciona una cosa diferente, como los refuerzos y las frases en positivo: 'qué bien te has comido el pescado', 'cuando terminemos podemos leer tu cuento favorito'. Pequeños trucos como jugar un rato o ver la televisión juntos después de comer también son de ayuda, pero evita que el premio o la recompensa sea un alimento no saludable: 'si te comes la verdura te daré una chocolatina'.

Varía los menús con frecuencia

Un día ofrécele pollo, otro pavo, al siguiente lentejas, y de acompañamiento verduras, patatas o ensalada. Cuanto más variado sea el menú menos opciones tendrá de aburrirse. Por otro lado, también es de gran ayuda dejar que el peque, en la medida de lo posible, participe en la elaboración de las comidas, por ejemplo, anotando la lista de la compra, eligiendo el yogur que toca de postre o yendo al supermercado con mamá y papá.

Alimentación infantil: no todos los niños comen la misma cantidad

Que un niño coma poco no quiere decir que sufra de una pérdida de apetito; al igual que sucede con los adultos, hay niños que necesitan más cantidad de alimentos y otros, en cambio, menos. Has de tener en cuenta que también va a depender mucho de la actividad que haga, si es un niño o niña más tranquilo, si disfruta de los puzzles y los juegos de mesa, tendrá un menor gasto energético que si está todo el rato corriendo de acá para allá.

Casi todos los niños pasan por la misma racha y aunque creas que por tener cierta edad todos los niños deben comer una porción determinada esto no es así: no todos comen la misma cantidad, ya que esta va a depender de su actividad y gasto energético. Habrá niños que coman mucho en la comida y poco en la cena o viceversa, siempre depende tanto de su complexión como de sus actividades y preferencias.

Por otro lado, debes saber que hay fases en los que cambia el apetito de los niños, no siempre van a tener las mismas ganas de comer según sea la etapa de crecimiento que atraviesen. Y eso no quiere decir que estén malitos o les pase algo, es totalmente normal. Si te fijas a ti también te sucede lo mismo, unos días tienes más hambre y otros menos.

Lo que has de tener en cuenta en este sentido es que lo importante no es tanto la cantidad, sino la calidad, es decir, que los alimentos que tome en verdad sean saludables para que le puedan aportar los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para su desarrollo físico y mental. Vigilar las porciones y estar a pendiente de que su dieta esté variada es suficiente.

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