Niños que comen deprisa - Qué hacer para que mi hijo coma más despacio
Consecuencias y peligros de que los niños coman demasiado rápido. Cómo ayudar a tu hijo a masticar mejor los alimentos
- Consecuencias de que un niño coma muy rápido
- ¿Cuánto tiempo necesita un niño para comer?
- 10 consejos para que tu hijo no coma tan deprisa
En la alimentación infantil podemos encontrar miles de casos: algunos niños que rechazan alimentos, otros que repelen ciertas texturas, unos tantos que no quieren comer y, sin duda alguna, no hay que olvidarse de los niños que comen deprisa. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué consecuencias puede tener que tu hijo ingiera la comida demasiado rápido? ¿Qué hacer para que coma más despacio? En Guiainfantil.com damos respuesta a todas estas preguntas, además de proporcionarte algunas pautas para lograr una nutrición infantil saludable en la que los niños no tengan ningún tipo de problema con la comida.
Consecuencias de que un niño coma muy rápido
Aunque muchas personas creen que la digestión se hace una vez que ya se ha terminado de comer, no es así. La digestión se inicia con la masticación de los alimentos. Al masticar, se van liberando enzimas que ayudan a la digestión de los mismos, así que, como verás, el objetivo de esta acción no es únicamente triturarlos.
Al comer deprisa, no se le permite al organismo liberar esas enzimas necesarias para procesar los alimentos, lo cual trae consigo problemáticas consecuencias: dolor abdominal, indigestión, acidez, náuseas, vómitos, reflujo gastroesofágico, gases estomacales, sensación de pesadez... Además, al comer rápido, existe un alto riesgo de que el niño se haga heridas en la boca provocadas por los dientes o que se muerda la lengua accidentalmente.
Por otro lado, al no masticar bien y lentamente los alimentos, también se interfiere con las señales de saciedad que llegan al cerebro, de modo que se tiende a comer más cantidad de comida favoreciendo el aumento de peso. Cerebro y estómago están íntimamente relacionados y las señales de estar saciado normalmente pueden demorarse unos 10 o 15 minutos en llegar a nuestro órgano de comando que es el cerebro. Masticar rápido, por tanto, hace que nuestro organismo no sepa que 'ya se sació' y debe parar de comer, al contrario, solo se conseguirá comer altas cantidades de alimento porque al cerebro no se le ha dado la oportunidad de saber que ya está satisfecho. Por supuesto, como se mencionó arriba, esto puede llevar a la obesidad o sobrepeso y, como consecuencia a su vez, esto terminaría en un aumento en los niveles de colesterol y triglicéridos (grasas y azúcar en sangre).
Otras de las consecuencias de que el niño coma deprisa, es el riesgo de atragantamiento, debido a que sus dientes no estarían llevando al alimento al tamaño ideal para ser deglutido.
Además de ello, no le permite al niño disfrutar del momento en familia, durante la comida es importante el intercambio de palabras, miradas, sonrisas, un momento mágico que se interrumpe si el niño come deprisa.
¿Cuánto tiempo necesita un niño para comer?
Lo ideal es que por cada porción ingerida se mastique de unas 20 a 30 veces, así se da el tiempo necesario para que el sistema digestivo pueda trabajar correctamente con la liberación de enzimas, jugos digestivos gástrico, pancreático y todo el aparataje que interviene en el procesamiento de alimentos desde un tamaño mayor a un tamaño menor para que todos los nutrientes sean aprovechados.
Como término medio, se aconseja que los tiempos de las comidas de los niños entre los 2 y los 10 años de edad sean los siguientes:
- Desayuno y merienda: entre 20 y 30 minutos.
- Comida y cena: alrededor de 40 minutos.
No es necesario aclarar que no hace falta que cronometres el tiempo exacto que tarda el niño en comer, más bien se trata de llevar unos valores aproximados para asegurar una digestión adecuada. A la hora de comer entran en juego varios factores, ya que es probable que algunos días tu hijo esté más hambriento y quiera comer con más rapidez y otros en los que no tenga tanto apetito y tarde algo más. Lo importante es que la comida no se alargue más de una hora y que tampoco se haga en diez minutos. ¡En el término medio siempre está la respuesta correcta!
[Leer +: El tiempo que deben dedicar los niños a comer]
10 consejos para que tu hijo no coma tan deprisa
Algunas recomendaciones que pueden ayudar a que tu hijo coma menos deprisa son:
1. Picar los alimentos en trozos pequeños. Si el niño no se maneja bien todavía con los cubiertos, ayúdale. Enséñale a dejar los cubiertos encima de la mesa entre bocado y bocado y a coger los trozos de comida de uno en uno. No dejes que ingiera varios trozos a la vez.
2. Nunca dejar que tu hijo coma a solas, es mejor que siempre esté en compañía de todos los miembros de la familia o, al menos, de algunos de ellos.
3. Iniciar, a la hora de la comida, temas de conversación que puedan llamar su atención para que vaya hablando mientras come y no engulla todo el plato de golpe, por ejemplo: ¿qué tal te fue en la escuela hoy?, ¿qué es lo que más te gusta?
4. Evitar distracciones que interfieran con la hora de la comida como televisión, tableta, móvil, etc.
5. Hacer pequeñas pausas entre bocados.
6. Tomar agua.
7. Procurar servir la comida con tiempo antes de tener que salir de casa de nuevo para, por ejemplo, ir a la escuela.
8. Sentarse en la mesa, no comer caminando.
9. No castigar reprochar ni gritar para que coma más despacio, sino dar ejemplo con nuestras acciones.
10. Contar anécdotas, compartir la experiencia del día.
Recuerda que tu hijo no va a empezar a comer más lento de la noche a la mañana, si pones en práctica estos consejos lo irás logrando poco a poco. Lo más importante es crear hábitos y rutinas en los niños y tener en cuenta que ellos nos imitan, es decir, si nosotros, sus padres, comemos rápido, ellos van a copiar también ese patrón. Por tanto, todos los hábitos alimenticios (desde qué alimentos seleccionar, cómo prepararlos, cómo comerlos...) se inician en los padres.
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Bibliografía
- Bras i Marquillas, J. (2015). “El niño mal comedor”. Pediatría Integral, vol. 19 (4), pp. 277-288. Disponible en: https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix04/06/n4-277-288_Josep%20Bras.pdf
- Unicef. (2019). Niños, alimentos y nutrición. Estado mundial de la infancia. Resumen ejecutivo. Disponible en: https://www.unicef.org/media/61091/file/Estado-mundial-infancia-2019-resumen-ejecutivo.pdf