Niños o adolescentes que comen a escondidas de sus padres, ¿preocupante?

Seguramente te ha pasado más de una vez que has encontrado alimentos que tu hijo escondió en su cuarto. No importa qué, pues pueden ser galletas, un caramelo o un chicle. Es probable que, si esto pasó una o dos veces, no debas preocuparte, pero si notas que esta acción se repite cada vez con más frecuencia, será necesario que estés alerta. 

Para saber qué hacer en los casos en los que los niños o adolescentes comen a escondidas de sus padres y si esto es alarmante o no, le consultamos a la nutricionista Paola Cóser. Presta atención.

Por qué los niños o adolescentes esconden comida en su cuarto

'Cuando un adolescente o un niño pequeño esconde la comida, puede ser por muchos motivos. Principalmente, puede tener la sensación de que comer está mal o de que está haciendo algo malo por hacerlo', comenta la experta. Es por ese motivo que lo primero que debemos hacer es averiguar las razones por las que el niño o el adolescente guardó la comida en su cuarto (o en cualquier otro lugar donde tú no puedas verla) y, sobre todo, conocer las causas por las que la escondió.

Para ello, se hace necesario observar qué es lo que está sucediendo en el entorno familiar. Es decir, hay que conocer si existe algún problema subyacente en la relación que los miembros del círculo íntimo tengan con los alimentos.

Es probable que el niño se sienta cohibido en el momento de comer o esté condicionado por comentarios de otras personas que pueden llegar a ser muy desagradables como 'este niño está muy gordo', 'creo que debería dejar de comer porque va a parecer un globo inflado' y otras frases similares que terminan por lastimar su autoestima y bajarla hasta los suelos.

En el caso de los adolescentes, lo que puede ocurrir es que deseen mantener la línea para verse muy delgados (por los patrones dañinos establecidos por la sociedad) y, por ello, reduzcan las cantidades de comida. 'Como ve que necesita comer, prefiere ir y comer a escondidas', comenta Paola Cóser. Sin embargo, la especialista asegura que el mayor desencadenante de este tipo de problemas suelen ser situaciones tensas en el hogar como peleas, discusiones, malos tratos o cualquier otro tipo de circunstancia negativa similar que esté ocurriendo en ese momento en el hogar o entorno del niño.

Qué hacer si descubro que mi hijo come a escondidas

Como primera medida, será necesario hablar con él para tratar de entender por qué está cometiendo dicha acción. Es importante que tengas en cuenta que deberás preguntarle de manera tranquila y sin regañarlo, porque de esta forma podrán hablar mejor y entenderás los motivos.

'No hay que recalcar que está haciendo algo malo, porque no está haciendo nada malo. Sí puede ser un indicio de que se empezó a relacionar con la comida de una manera poco amable hacia él mismo, por lo tanto desde ahí se podría reconducir”, asegura Paola Cóser.

También es aconsejable observar qué tipo de comida es la que lleva a su cuarto. Quizá se trate siempre del mismo alimento, es decir, un chocolate, un dulce o papas fritas que, a lo mejor en la casa, no son alimentos que se encuentren muy seguido en la alacena o estén mal vistos por los padres.

Cabe destacar que es muy importante buscar la ayuda de un profesional para poder gestionar mejor el problema y llegar a un resultado satisfactorio mucho más rápido sin que el niño o el adolescente terminen perjudicados o padeciendo un trastorno de la alimentación.

'En el caso de que se lo prohibas, en el caso de que le digas que eso está mal, en el caso de que le caiga una bronca, al final el niño o el adolescente no lo va a hacer en casa, lo va a hacer fuera de casa y va a aprovechar cuando sale con sus amigos a comprar y a comerlo solo por la calle', asegura la nutricionista.

Para poder abordar el tema con nuestros hijos, es necesario generar un ambiente tranquilo y, de esta manera, conversar con él para hacerle saber que no es algo malo lo que está haciendo pero también deberá entender que no es bueno que guarde la comida en su cuarto y la esconda. Si sigues estos consejos, seguramente lograrás que tu pequeño o tu hijo adolescente comiencen a tener una mejor relación con la comida.

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