Menú para bebés de 3 a 6 meses - Continuación de la lactancia materna
La alimentación del bebé cambia a partir de los 6 meses y desde ese momento se continúa con leche materna o de fórmula complementando con alimentos diferentes a la leche.
- Alimentos para bebés de 3 a 6 meses: leche materna o de fórmula
- Empezar con la alimentación complementaria a los 6 meses de edad
- Cereales sin gluten, purés y chafados: menú variado para el bebé a partir de los 6 meses
Un menú para bebés de 3 a 6 meses se basa en la lactancia materna y nuevos alimentos, los cuales han de introducirse poco a poco. La alimentación para el bebé de 3 a 6 meses sigue siendo la leche materna o la de fórmula. A partir del sexto mes se podrá comenzar con la alimentación complementaria. ¿Qué más debemos saber sobre la alimentación de nuestro bebé en esta etapa de su crecimiento y desarrollo? ¡Te lo contamos en detalle!
Alimentos para bebés de 3 a 6 meses: leche materna o de fórmula
Siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) unido a las indicaciones de asociaciones como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la alimentación exclusiva mediante la lactancia materna se debe llevar a cabo durante los primeros 6 meses de vida del bebé. A partir del sexto mes se comenzará paulatinamente con la introducción de los alimentos complementarios.
En el caso de que no puedas o decidas no darle el pecho a tu bebé, podrás optar por la leche de fórmula con toda la tranquilidad del mundo: ni le quieres menos por no darle de mamar ni tampoco estás dejando de cubrir sus necesidades nutricionales. Las leches de fórmula actuales están preparadas para brindar al bebé todas y cada una de las propiedades nutricionales que necesita para su correcto desarrollo.
Si bien es cierto que el pecho tiene indudables ventajas: ayuda a crear lazos afectivos y dota de más defensas al bebé frente a enfermedades e infecciones, lo más importante es que tú también estés bien y conforme con la alimentación de tu hijo: algunas mamás que no dan el pecho a sus hijos por contraindicación médica o por decisión propia pueden llegar a sentir que no están haciendo lo mejor para sus bebés cuando en verdad el amor de una madre no se mide por esto.
Tu matrona, grupo de lactancia o pediatra te dará las recomendaciones oportunas acerca de qué posturas te harán estar más cómoda cuando le des de mamar o de qué modo facilitarle el agarre y evitar posibles mastitis; así como qué tipo de leche de fórmula y qué cantidad darle a tu bebé en cada etapa de crecimiento de tu bebé, si esta va a ser tu forma de alimentarle.
Empezar con la alimentación complementaria a los 6 meses de edad
La introducción de alimentos o alimentación complementaria a partir del sexto se debe hacer poco a poco y cada alimento por separado que es cuando el bebé tendrá su sistema neurológico, renal, gastrointestinal e inmunológico maduro. De este modo, tu bebé podrá acostumbrarse a los diferentes sabores y texturas, y tú podrás detectar si un alimento en concreto le ha causado una reacción alérgica. Sin embargo, se recomienda no retrasar la introducción de alimentos nuevos más allá de cada 3 días para garantizar una alimentación variada y equilibrada.
El orden de los alimentos es indiferente. Se puede comenzar, por ejemplo, con la fruta y después con las verduras, aunque también podría hacer al revés. No es necesario tener un calendario con la introducción de los alimentos, sino que pueden ser según los alimentos que tengamos en casa y en función de lo que vayamos viendo que le gusta más. No obstante es importante que la alimentación complementaria sea variada, incluyendo desde el inicio alimentos de todos los grupos y asegurándose que los 5 sabores básicos estén presentes. Al mes de iniciada la alimentación complementaria, se habrán incorporado al menos de 2 a 3 alimentos de cada grupo, para poder garantizar así una alimentación sana.
La introducción de las carnes magras y los pescados blancos, tienen un alto contenido en hierro muy beneficioso para el bebé, también se hará a partir del sexto mes de vida. Existen otros alimentos que son buena fuente de hierro como las lentejas y las legumbres en general, éstos siempre deben acompañarse de alimentos ricos en vitamina C para un mejor aprovechamiento del hierro, ya que éste último es un nutriente clave para el bebé al inicio de la alimentación complementaria. Puedes aprovechar esta etapa para ofrecer a tu hijo alimentos locales para que se vaya acostumbrando a comer bien desde muy pequeño.
En este sentido, lo que sí es importante es que, hasta que la alimentación complementaria pase a ser la principal, los alimentos se introduzcan de uno en uno y sin agobios, ya que en esos primeros días es más una experiencia sensorial, en donde los bebés aprenden y experimentan con texturas, colores, temperaturas y sabores. A última de hora de la tarde suelen estar muy cansados por lo que sería normal que no quieran más que el pecho o la leche de fórmula. Adelante, como tienen el aporte de leche necesario todas sus necesidades nutricionales están cubiertas.
Cereales sin gluten, purés y chafados: menú variado para el bebé a partir de los 6 meses
Los cereales como el arroz, la avena, el maíz, la quinoa y el trigo, se pueden introducir a partir de los 6 meses. Anteriormente se recomendaba retrasar el gluten en la alimentación complementaria de los bebés, sin embargo la evidencia científica disponible y las recomendaciones más actuales sugieren no retrasar la introducción del gluten ni de otros alimentos como el maní, el huevo y mariscos, considerados tradicionalmente como 'alergénicos' más allá de los 6 meses.
La exposición del bebé a estos alimentos no sólo debe hacerse en forma oportuna desde los 6 meses, sino frecuente, al menos 2 veces a la semana con la finalidad de propiciar tolerancia y disminuir los riesgos de alergias futuras. Si deseas darle a tu bebé papillas de cereales naturales se pueden preparar añadiendo agua, leche materna o leche de fórmula y enriquecer con alguna fruta fresca que aporta vitaminas y fibra, se recomienda dar estas papillas con taza y cucharita.
La cantidad necesaria serán uno o dos cacitos según la medida de la leche y siempre acorde a los meses que tiene en ese momento, así como según su peso o incluso su apetito: hay bebés que son más comilones y otros que se sacian antes. Otra forma de ofrecer los cereales cocidos puede ser en forma de bolitas mezclados con verduras, estilo croquetas.
Las grasas saludables en la alimentación complementaria tienen una gran importancia para el bebé, ya que participan directamente en su desarrollo cerebral, equilibrio hormonal y muchas otras funciones importantes. La más recomendables son el aceite de oliva extra virgen, el aguacate, las semillas como linaza y chía y los frutos secos. Se recomiendan desde los 6 meses.
En cuanto a cómo ofrecer los alimentos: en purés, chafados, en pequeños trozos o combinando ambos estilos, cada mamá y cada papá tiene sus preferencias. Puedes probar a ver qué le resulta más motivante a tu pequeño siempre teniendo en cuenta que los alimentos han de estar bien lavados, cocinados y, si se dan en trozos, cortados de tal forma que no supongan riesgo de atragantamiento.
Para las carnes y los pescados blancos, tienes también dos opciones: una vez esté cocinado lo desmenuzas y dejas que tu bebé lo coja tal cual con sus manos y se lo lleve a la boca o bien lo trituras junto su puré de verduras. En cualquier caso, para los pescados prefiere siempre el filete, para evitar que una espina de pescado pueda estar en su platillo y cause un susto si se lo come.
En cuanto al agua, si bien la leche materna o la fórmula les provee una cantidad importante, el agua potable es necesaria para el bebé al inicio de la alimentación complementaria, después de sus comidas o entre comidas si hay días más calurosos. La cantidad recomendada al inicio entre 6 y 8 meses es de 60 a 150 mililitros al día, cantidad que va aumentando progresivamente. Se recomienda que esté hervida.
Por último recuerda que es necesario que vayas variando su menú: un día patata, otro zanahoria, un día plátano y al siguiente, pera. Pero, si ves que algo no le gusta, no le insistas mucho, es mejor probar con otra cosa a que empiece a 'decir' que no cuando llegue el momento de las comidas o las cenas, más adelante podrás volver a ofrecer el alimento que rechazó, ya que exponerlo repetidamente a un alimento que no le apetece es la única manera de impedir que se vuelva un niño selectivo o quisquilloso con la alimentación en el futuroSin embargo, debes estar atenta a que si un alimento en particular le cae pesado o lo inflama, y coméntaselo al pediatra.
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Bibliografía
- Lara Llanes, L. A., Nava Nájera, M. L., et al. (2020) Guía para una alimentación SANA, VARIADA y SUFICIENTE. Alimentación para niños de 0 a 12 meses. Coordinación del Servicio de Guardería para el Desarrollo Integral Infantil, Área de Nutrición y Desarrollo Infantil, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) (ed.) México, pp. 1-170 Disponible en: https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/pdf/guarderias/Menu-0-12-meses.pdf