Leche de continuación y de crecimiento para el bebé: ¿son necesarias?

¿Existen motivos para pasar de la leche de inicio a la de continuación o crecimiento?

Carlota Reviriego, Nutricionista
En este artículo
  1. Por qué no son necesarias las leches de continuación y de crecimiento para el bebé

La restricción en la publicidad de las leches artificiales llamadas de inicio – las que se ofrecen desde recién nacido - abrió una necesidad en las compañías que fabrican estos productos de ampliar mercado y crear otros productos que pudieran publicitarse.

De esta necesidad surgieron las llamadas leches de continuación, que recomiendan ofrecerse al bebé a partir de los 6 meses de edad, con el inicio de la alimentación complementaria, y las leches de crecimiento para el bebé, pensadas como alternativa a la leche de vaca para niños de entre 1 y 3 años de edad. Pero, ¿son necesarias este tipo de leche de fórmula para el bebé?

Por qué no son necesarias las leches de continuación y de crecimiento para el bebé

Leche de continuación y de crecimiento para el bebé, ¿las necesitamos?

La composición de las leches de inicio trata de acercarse de la mejor manera humana posible, a la leche materna, ya que este es el mejor alimento para el bebé. Sin embargo, y a pesar de que lo sigue siendo al alcanzar los 6 meses de edad, o incluso el año de edad –de hecho la OMS recomienda prolongar la lactancia materna hasta al menos los 2 años de edad- las empresas de alimentación infantil sugieren que existe una necesidad para cambiar la leche de inicio por la leche de continuación, y más adelante, por la de leche de crecimiento. Te contamos por qué no es cierta esta necesidad:

- La OMS ya manifestó en 2010 y de nuevo en 2013 que ni las leches de continuación ni las de crecimiento son necesarias ni suponen ningún beneficio para el bebé con respecto a la leche materna o a la leche de inicio si se alimenta con leche de fórmula. De hecho, si asumimos que la más parecida a la leche materna es la de inicio, existen aún menos motivos para el cambio, aunque ciertamente estas leches suelen ser más económicas y con el cambio las familias pueden encontrar algo de alivio en el coste de la alimentación del bebé. 

- En comparación con la leche materna, la composición actual de las leches de continuación tienen una ingesta proteica mayor de la recomendada para el correcto desarrollo del niño, además de una ingesta inferior de ácidos grasos esenciales, hierro, zinc y vitamina B.

- La composición de la leche de crecimiento incluye generalmente vitaminas, minerales (principalmente hierro) y pre y probióticos que la leche de vaca, su gran competidora en este margen de edad de los bebés, no contiene. Sin embargo, contiene también azúcares añadidos -o incluso edulcorantes artificiales- y/o cereales, que la hacen más dulce, para que sea más atractiva para los más pequeños. En muchos casos además se añaden saborizantes, que no son otra cosa que productos artificiales con reminiscencias del sabor original, siendo el cacao el más popular.

La Organización de Consumidores y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria avalan esta información y reconocen que los niños sanos que sigan una dieta equilibrada no necesitan de leches especiales como la de continuación o de crecimiento. A partir del año, el niño puede tomar leche de vaca o leche vegetal, según sea la opción elegida.

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