¿El tipo de pezón que tengo influye a la hora de amamantar a mi bebé?
El tipo de pezón de la madre NO tiene porqué interferir a la hora de dar de mamar al bebé
- Los tipos de pezón y cómo pueden interferir a la hora de dar el pecho
- Cómo saber si una mujer tiene pezón invertido y qué hacer
- Los tipos de pezón y su relación con los problemas en la lactancia materna
Algunas veces la recién estrenada madre se desespera porque su hijo no consigue agarrarse al pecho y mamar correctamente. La lactancia materna no está exenta de complicaciones. Una de ellas, es la forma del pezón de la madre, que si bien no es determinante a la hora de dar el pecho, sí que pueden existir ciertas circunstancias que pueden llegar a hacer de la lactancia una opción complicada y dolorosa. Resolvamos, pues esta duda recurrente: ¿El tipo de pezón que tenga influye a la hora de amamantar a mi bebé?
Los tipos de pezón y cómo pueden interferir a la hora de dar el pecho
La lactancia materna es un proceso natural, muy beneficioso tanto para la madre como para el bebé, pero en algunas ocasiones, las características del pezón pueden influir en la facilidad con la que se lleva a cabo. Aquí, los diferentes tipos de pezones:
- Normal. Este tipo de pezón se proyecta hacia afuera y se endurece con la estimulación, por ejemplo ante un cambio de temperatura o la manipulación táctil. Generalmente, no presenta dificultades para la lactancia, ya que el bebé puede agarrarlo fácilmente.
- Plano. Un pezón plano no se proyecta hacia afuera ni hacia adentro; permanece al nivel de la areola. Las madres con pezones planos pueden encontrar que su bebé tiene dificultades para agarrarse, ya que hay menos tejido para que el bebé sujete. A veces se confunden con la areola, pero sí reaccionan ante la estimulación y pueden volverse normales durante la lactancia materna. Su única peculiaridad es que es más corto de lo común.
- Invertido. Este tipo de pezón se retrae hacia adentro, en lugar de proyectarse hacia afuera. En la lactancia con pezones invertidos el bebé puede tener dificultades para mantener un buen agarre. Tiene tres grados: en el primero la obstrucción de los conductos de leche es muy pequeña, lo que hace posible que se pueda amamantar al bebé. El segundo grado crea dificultades a la hora de optar por la lactancia materna y el tercer grado de pezón invertido hace la lactancia materna imposible.
- Pseudo-invertido. Aunque inicialmente parece invertido, este pezón puede proyectarse hacia afuera con la estimulación. Esto puede facilitar la lactancia una vez que el pezón se ha evertido.
- Hinchado. Son muy similares a los pezones planos y pueden sobresalir con la manipulación pero que inmediatamente vuelven a retraerse, lo que presenta problemas durante la lactancia materna.
- Unilateral. Ocurre cuando uno de los pezones se invierte y el otro no.
Los problemas con el agarre son la principal dificultad que los diferentes tipos de pezón pueden presentar. Un agarre incorrecto puede llevar a una succión ineficaz, lo que puede causar dolor en los pezones, grietas y una insuficiente transferencia de leche, afectando la nutrición adecuada del bebé y, por supuesto, la producción de leche de la madre.
En estos casos, un consultor de lactancia puede ofrecer apoyo personalizado y técnicas específicas para ayudar a las madres en esta situación. Esto va desde masajear los pezones antes de amamantar hasta usar una bomba de extracción para que se facilite el agarre del bebé al proporcionar una superficie más proyectada para succión.
Cómo saber si una mujer tiene pezón invertido y qué hacer
Si tienes dudas sobre si tienes un pezón invertido o pseudo invertido, puedes mirarte en el espejo para observar la forma y proyección de tus pezones en estado de reposo y durante la estimulación. Si los pezones no sobresalen o se retraen pueden indicar un problema. Pellizca suavemente la base del pezón, para observar su reacción. Un pezón que no sobresale o que se retrae podría ser plano o invertido.
Un profesional de la salud, como un ginecólogo o un consultor de lactancia, puede realizar un examen más detallado para identificar problemas potenciales con los pezones, ya que los problemas más comunes con los pezones no normales incluyen dificultades con el agarre y la succión del bebé, lo que puede llevar a una succión ineficaz y a la insuficiencia de leche.
Todo esto puede causar dolor en los pezones, grietas, y una producción de leche insuficiente, afectando tanto la salud del bebé como la de la madre. Para ello, hay estas soluciones:
- Ejercicios de Hoffman. Estos ejercicios pueden ayudar a estirar y evertir pezones planos o invertidos a través del masaje y la estimulación regular. Coméntalo con tu asesor de lactancia.
- Pezoneras. Ayudan a los bebés a agarrarse mejor proporcionando una superficie más proyectada para la succión. Son bastante usuales en estos casos.
- Bomba de extracción. Puede usarse antes de amamantar para sacar el pezón hacia afuera, ya que esté listo entonces sí ofrecer el pecho al bebé.
- Técnicas de Posicionamiento: Probar diferentes posiciones de lactancia puede ayudar al bebé a agarrar el pezón más efectivamente.
- Asesoramiento de Lactancia: Consultores de lactancia pueden ofrecer técnicas y herramientas personalizadas para abordar los problemas con los pezones.
- Dispositivos de Eversión: Copas de succión y correctores de pezones pueden ayudar a evertir los pezones con el uso continuo.
Los tipos de pezón y su relación con los problemas en la lactancia materna
El tipo de pezón no tiene por qué ser determinante a la hora de dar de mamar al bebé, aunque sí puede crear problemas y en determinados casos hacer muy complicada la lactancia materna. Por ejemplo, en el caso de pezón grande (de 12 a 23 mm), éste puede rozar el paladar del niño y provocarle arcadas.
O en el caso de pezón pseudo-invertido o plano, puede que el bebé tenga serias dificultades para agarrarse al pecho. Para esto existen las pezoneras, que se usan también cuando la madre sufre el dolor de las grietas en los pezones, aunque muchos niños las rechazan.
Los problemas con el agarre son la principal dificultad que los pezones no normales pueden presentar, por lo que un agarre incorrecto puede causar:
- Dolor en los pezones. Grietas, sangrado y dolor persistente.
- Succión ineficaz. El bebé puede no obtener suficiente leche, lo que puede afectar su crecimiento y bienestar.
- Baja producción de leche. La estimulación inadecuada del pezón y la areola puede llevar a una producción insuficiente de leche.
- Abandono de la lactancia. Muchas madres pueden darse por vencidas al dar el pecho, ya que el agarre nunca es óptimo y ellas pasan mucho dolor en el proceso.
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Bibliografía
- Aguarón Benítez, G. (2010) Manual de asistencia al parto y puerperio normal. Cambios en la madre durante el puerperio. Lactancia materna. Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (ed.) España, pp. 1-13 Disponible en https://www.chospab.es/area_medica/obstetriciaginecologia/docencia/seminarios/2009-2010/sesion20100428_1.pdf