Cómo afectan los dulces a los niños
Qué cantidad de golosinas pueden comer los niños
- Efectos de los dulces para los niños
- Recomendaciones para evitar las golosinas
En fiestas como las de Halloween, Navidad..., el consumo de dulces por los niños, aumenta. Son tantos los dulces que protagonizan esas fiestas, que te preguntas qué tan dañinas pueden ser las golosinas para tus hijos. Hay padres que no permiten a sus hijos ni siquiera comer un dulce porque les parece que no tienen nada bueno, y hay otros que permiten uno al día o uno a la semana, y otros todavía que son muy permisivos con la ingesta de azúcares porque dicen que les da energía a sus hijos. Pero ¿qué tan malo es el dulce para los niños? ¿Aporta algo?.
Efectos de los dulces para los niños
Hablemos ahora de la cotidianidad. Intenta recordar qué tanto dulce le das a tu niño en la rutina diaria o semanal, para que puedas comparar respecto a las recomendaciones que recogimos tanto a nivel nutricional como del cuidado de sus dientes.
- Valor nutricional: La glucosa que tienen los dulces es el combustible para las neuronas del cerebro y brinda energía, sin embargo esta ingesta debe ser moderada porque puede causar serios desbalances en el cuerpo y obesidad infantil. Según las recomendaciones nutricionales de los expertos nutricionistas, los niños no deberían consumir más de 25 a 30 gramos de azúcar. Una golosina común ofrece 15 gramos mientras una bebida carbonatada o refresco tiene ya la dosis máxima recomendada. No se puede olvidar de que otros alimentos también tienen azúcar. Por ejemplo, las harinas, los helados, los chicles, por esto es que es más difícil controlar este consumo. Los dulces pueden causar más problemas de sobrepeso que los fritos, porque generan mayores reservorios de grasa en el cuerpo.
- Dientes: El azúcar en la boca se convierte en ácido que dura aproximadamente media hora dañando los dientes después de consumido. Un reciente estudio de la Universidad de Murcia revela que los niños que consumen dulces a diario incrementan en un 55 por ciento su riesgo de necesitar tratamientos odontológicos. Es decir que la frecuencia en la ingesta de azúcares refinados genera problemas odontológicos en los niños, en su mayoría caries.
- Estómago: Las golosinas están hechas de gran cantidad de azúcar y grasas, algunas veces animal, y son adicionadas con otros elementos como colorantes y preservantes. Estos ingredientes no hacen parte de una dieta saludable, por eso cuando son consumidas en exceso por un niño se puede quejar de cólicos y presentar episodios de diarrea y vómito.
Recomendaciones para evitar las golosinas
Si estás preocupada con el consumo de azúcar en tu casa, es sencillo modificar el consumo de dulce en tus hijos:
1. Primero, no ofrezcas golosinas tras las comidas cotidianas sino eventualmente, es decir, no más de una vez a la semana.
2. Reemplaza los refrescos azucarados por agua, solo de vez en cuando ofrece jugos naturales. Eso debe ser aplicado desde que los niños sean muy pequeños.
3. Sustituye los postres por frutas, frutos secos y cereales.
4. No uses los dulces como recompensa o premio a la conducta de los niños.
5. Por último no mezcles dos o más alimentos con azúcar en la misma comida, por ejemplo, no mezclar el cereal azucarado con jugo, zumo o néctar en el desayuno. Tampoco se debe mezclar una tarta y refresco en la merienda. Tras la comida en la que se tomó bebida carbonatada no ofrezcas de postre un helado. Esos son solo algunos trucos que puedes implementar para que tus hijos tengan una dieta más saludable.
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