Tan importante es comer bien y equilibrado, como hacer deporte todos los días. Nuestro organismo se favorece del movimiento, ya que le facilita la tarea a varios sistemas, como por ejemplo el digestivo.
Las tres cuartas partes del peso de nuestro cuerpo es agua así que no debemos descuidar la cantidad de agua que deben beber los niños que bebemos al día. Lo recomendable es beber de dos a tres litros, unos seis u ocho vasos.
Aunque lo que más pueda apetecer a los niños sean los pasteles o las tartas, sólo pueden comer una ración de estos dulces por semana. La fruta debe ser su postre habitual y tenemos que acostumbrarles a que coman un mínimo de 3 piezas al día.
Al igual que sucede con la carne, el pescado dos o tres veces por semana aporta grasas muy saludables principalmente para el corazón. Es mucho más sano y rico el pescado azul, pero si tenéis problema para darles pescado a vuestros hijos, aquí tenéis recetas con pescado para niños.
Aunque no es recomendable todos los días, comer carne dos veces por semana aportará el hierro y las proteínas necesarias al organismo del niño. Eso sí, siempre debemos acompañarla con verduras, como en los guisos y estofados.
Los beneficios de los lacteos en nuestra dieta son innumerables, así que recomendamos que los niños tomen leche, queso o yogures a diario. El calcio, que es el mineral que da fuerza a nuestros huesos, se obtiene tomando lácteos por lo que no debemos prescindir de ellos nunca.
Para prevenir que nuestro hijo consuma grasas y aditivos artificiales, debemos darle, siempre en la medida de lo posible, alimentos que hayan sido cultivados naturalmente y que sean lo más frescos posible. Cuantas más vitaminas, mejor salud tendrá el niño.
Los cereales son ricos en hidratos de carbono, minerales y vitaminas por lo que son indispensables todos los días en la alimentación infantil. La jornada de un niño es demasiado cansada si tiene que ir al colegio, hacer deporte y hacer los deberes, así que os recomendamos el pan, el arroz o la pasta para que lo superen sin problemas.
Además de grasas saludables como el aceite, los cereales y la fruta, las verduras también deben formar parte de la dieta infantil todos los días. En ocasiones es difícil darle vegetales a los niños, pero hay recetas con verduras riquísimas que seguro encantarán a tus hijos.
El aceite de oliva es uno de los ingredientes que debe estar presente en la alimentación diaria de nuestro niño, ya que ayuda a perder peso, alivia dolores, previene el deterioro mental, previene el cáncer y es un fuerte aliado contra la diabetes.