¿Cómo puedo saber si mi bebé recién nacido escucha bien?

Para aprender a hablar es muy importante que los niños oigan bien y, aunque en la última revisión con tu pediatra haya salido todo correcto, dejar de oír bien puede ocurrir de forma repentina por causas que en su momento no estaban presentes, como por ejemplo por la formación de tapones de cera. Ante la pregunta, ¿cómo puedo saber si mi bebé recién nacido escucha bien?, la realidad es que en su caso es complicado saber si oyen bien o mal, ya que no pueden transmitírtelo de ningún modo.

Importancia de la audición en el desarrollo del habla de los niños

El proceso de aprender a hablar está ligado a la capacidad de escuchar. Los niños pequeños, desde que nacen, comienzan a captar sonidos y a procesarlos en su cerebro, lo que gradualmente les permite reconocer palabras, intenciones y emociones en las voces de quienes los rodean. Si un niño no oye bien, el aprendizaje del habla puede verse afectado, lo que podría llevar a retrasos en su desarrollo lingüístico.

Aunque muchos padres pueden pensar que la pérdida auditiva es un problema que se detecta fácilmente, en realidad puede surgir de manera repentina y por razones que no son evidentes. Una de las causas más comunes de pérdida auditiva temporal en los niños es la formación de tapones de cera. Estos tapones pueden bloquear el canal auditivo y reducir la capacidad del niño para oír claramente.

Cuando se trata de bebés es complicado saber si oyen bien o mal, ya que no pueden transmitírtelo a diferencia de los niños mayores o los adultos. Es obvio que los bebés no pueden expresar verbalmente si tienen problemas para oír y esto hace que la tarea de los padres sea aún más complicada, pues deben estar muy atentos a las señales y a ciertos comportamientos que podrían indicar una pérdida auditiva.

Signos y señales de alerta respecto a la audición de tu bebé

Cuando los bebés todavía no hablan o cuando aún son muy pequeños es difícil saber si oyen bien o mal a simple vista. Dejar de oír no duele y no altera el día a día de nadie, por lo que si le notas algún cambio pero no sabrías decir a qué podría deberse (no llora ni se queja), podría deberse a una pérdida de audición. Existen conductas en el bebé que pueden hacerte sospechar de que puede existir una pérdida de oído. Aquí te mostramos algunas de las pautas que puedes seguir para saber si tu hijo escucha correctamente:

Falta de reacción a sonidos fuertes e inesperados

Una de las señales más claras de que algo podría estar mal con la audición de tu bebé es si no se gira o se altera cuando, estando tranquilo y con poco ruido de fondo, se oye un golpe fuerte e inesperado. Los bebés, desde muy pequeños, suelen sobresaltarse o al menos reaccionar ante sonidos fuertes. Si notas que tu hijo no reacciona ante estos estímulos, es un indicio de que podría no estar oyendo bien.

Respuesta solo a estímulos cercanos

Si necesitas llamarle la atención estando muy cerca suyo para que te responda. Si le dices algo de lejos y no te ve, no hace ningún ruido ni se mueve, en respuesta a lo que le acabas de decir. Los niños que oyen bien suelen responder a las voces de sus padres o cuidadores, incluso cuando no los ven. Si solo responde cuando estás muy cerca, podría ser un signo de que tiene dificultades para escuchar sonidos a distancia.

Dependencia de señales visuales

Teniéndolo sentado en las piernas y mirando hacia la misma dirección que tú (sin verte la cara), gira la cabeza hacia un lado si le llamas la atención con la ayuda de las manos o algún objeto, entonces se interesa por las señales visuales más que por las auditivas. Si notas que tu bebé depende más de lo que ve que de lo que oye, es posible que esté compensando una pérdida auditiva con la atención a las señales visuales.

Cambios en el balbuceo

Esta señal es muy significativa, ya que los niños sanos no deben dejar de balbucear, sino que deben ir cambiando su patrón de balbuceo (combinación de sonidos) hasta lograr decir palabras, pero nunca dejan de emitir esos sonidos que hacen los bebés. Si tu bebé deja de balbucear de repente, podría ser una señal de que no está oyendo los sonidos a su alrededor.

Falta de reacción a la presencia de personas conocidas

Cuando entra en casa alguien conocido, se pone contento o en estado de alerta en el momento en que lo ve, no cuando le oye. Aquí es importante asegurarte que tu bebé reacciona porque le reconoce, no porque se dirija a él haciéndole alguna mueca o llamándole la atención a propósito para que le sonría. Si tu bebé solo reacciona cuando ve a las personas y no cuando las oye entrar, podría ser un indicio de pérdida auditiva.

¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene problemas de audición?

Si has notado alguna de estas señales en tu bebé, toma acción lo antes posible. Apunta los cambios que has detectado respecto a hace un tiempo y coméntalo con tu pediatra, ya que esto le ayudará a decidir si hay necesidad de que tu hijo se realice alguna prueba audiológica. La detección temprana de problemas de audición es vital para asegurar que tu hijo reciba la ayuda que necesita.

Si tu pediatra decide que es necesario hacer una prueba audiológica, es importante recordar que es indolora y no invasiva. Para los bebés, las pruebas suelen incluir el Emisiones Otoacústicas (OAE), que mide la respuesta del oído interno a los sonidos, y la Respuesta Auditiva del Tronco Cerebral (ABR), que evalúa cómo el cerebro responde a los sonidos.

Estas pruebas pueden proporcionar información sobre si tu hijo está escuchando bien o si necesita algún tipo de intervención. Si se confirma que tu bebé tiene algún grado de pérdida auditiva, se debe comenzar un tratamiento lo antes posible. El tratamiento temprano puede incluir desde la extracción de tapones de cera, en casos simples, hasta el uso de audífonos o incluso cirugía en casos más complejos.

Lo más importante es actuar rápidamente para evitar que la pérdida auditiva afecte el desarrollo del habla y el lenguaje de tu hijo. Para prevenir problemas auditivos en el futuro, es importante cuidar la salud auditiva de tu hijo desde una edad temprana. Esto incluye mantener sus oídos limpios, evitar la exposición a ruidos fuertes y asegurarse de que no introduzca objetos pequeños en sus oídos.

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