Cuando el bebé ha iniciado el desarrollo del lenguaje pero deja de hablar
Por qué algunos bebés que empiezan a hablar y, de repente, paran de hacerlo
- Bebés que han iniciado el desarrollo del lenguaje pero dejan de hablar
- El mutismo en la infancia
- Qué hacer si el bebé deja de hablar
¿Qué le puede haber ocurrido a un niño que ha iniciado el desarrollo del lenguaje pero deja de hablar? Los trastornos y problemas del lenguaje infantil son variados y pueden estar relacionados con factores madurativos del niño, ambientales (la estimulación recibida), factores neurológicos, orgánicos (déficit auditivo por ejemplo), etc.
Y es que, en ocasiones, estas dificultades del lenguaje son signos o síntomas de un trastorno del desarrollo o un problema emocional en los niños, como puede ser un Trastorno del Espectro Autista, (el lenguaje es un signo, pero no el único) o un mutismo infantil.
Bebés que han iniciado el desarrollo del lenguaje pero dejan de hablar
No es lo mismo el niño que no habla, que el niño que inició el lenguaje y de pronto, deja de hacerlo. En el primer caso hablamos de un retraso del lenguaje y en el segundo de un caso de Mutismo infantil.
Las causas por las que un niño o una niña deja de hablar pueden ser variadas y no son muy evidentes, (no se ven). Pueden ser:
- Sobreprotección de los padres: los niños dejan de hablar porque no les es necesario, es decir, no es funcional. No necesita hablar porque papá y mamá satisfacen todas sus necesidades sin que el niño tenga que expresarse o bien el niño emite cualquier sonido que los padres entienden, (aunque el resto del mundo no) y entonces el niño no necesita hablar.
- Falta de estimulación: en aquellos casos en los que el niño no tiene respuesta por parte del adulto cuando habla, no hay interacción, ni estimulación del habla, ni gratificación o refuerzo de la comunicación del niño.
- El exceso de preocupación y de presión de los padres porque su hijo no hable puede generar en el niño o la niña una actitud "negativista" a hablar.
- Situación estresante o problema emocional. Un divorcio, la muerte de uno de los progenitores o un ser querido, el estilo de apego ambivalente, la despreocupación de los padres hacia el bebé o el niño, puede conducir a una situación en la que el niño se niegue a hablar o interrumpa el desarrollo del lenguaje.
- Exceso de ansiedad en situaciones sociales, el niño se siente incapaz de hablar en situaciones sociales en las que sería esperable, ( en clase, delante de adultos desconocidos o no muy conocidos...).
El mutismo en la infancia
El mutismo es una inhibición o desaparición total o parcial del lenguaje de forma repentina o progresiva en una, o varias situaciones sociales, (habla en casa y no en la escuela, habla con mamá pero no con papá, o no habla con nadie). Los niños con mutismo tienen capacidad para hablar y comprender el lenguaje y un competencia lingüística adecuada a su edad.
Algunos niños con mutismo selectivo o total son niños muy tímidos, retraídos o inseguros, lo que puede por un lado ser el desencadenante y por otro agravar el problema del lenguaje, (por eso el trabajo con estos niños puede incluir a algún otro profesional además del logopeda).
Este trastorno del lenguaje, conlleva además altos niveles de sufrimiento personal, y tiene importantes problemas de adaptación al entorno influyendo en el desarrollo afectivo-emocional, así como el desarrollo social, personal y académico del niño/a.
La edad de comienzo suele ser antes de los cinco años, a partir de los 3 años, aunque se suele hacer más llamativo a partir de los 5 o 6 años, y no tiene por qué darse igual en todos los contextos sociales. La duración de estas situaciones es variable y dependerá mucho de cada niño, el entorno, y la intervención que se realice.
En cualquiera de estas situaciones, en las que el niño inicia el lenguaje y de pronto éste desaparece, es fundamental la intervención de los profesionales adecuados, (psicólogo infantil y logopeda)
Lo primero que habrá que hacer es valorar y evaluar si se trata de un retraso en la adquisición del lenguaje, o de la desaparición repentina de este, si se trata de un mutismo selectivo o generalizado, (habla con algunas personas y con otras no, en qué situaciones se produce, si en el cole, o en casa o en ambas, por ejemplo) y qué situación puede haber desencadenado tal situación.
Siempre hay que descartar cualquier problema auditivo, neurológico, o de desarrollo del niño que pudieran estar detrás de este "mutismo", (ya que el tratamiento no va a ser igual) y será necesario intervenir además de con el niño, con padres y también educadores, para dar pautas de actuación con el pequeño.
Qué hacer si el bebé deja de hablar
- No presionar al niño en las situaciones que no quiera hablar, no obligarle a hacerlo ni enfadarse.
- Tratar de reducir posibles factores estresantes, (exceso de actividades, exponerle a situaciones que le generan ansiedad...)
- Por otro lado no sobreproteger, no hablar por él, ni evitarle a toda costa situaciones "públicas". Normalidad ante todo, ni presiones ni evitación.
- Dar a al niño seguridad en sí mismo, hacerle ver que le valoramos.
- Y, por supuesto, acudir a un profesional.
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