Los problemas del ombligo del recién nacido
Consejos para cuidar el ombligo del recién nacido
- Cómo es el ombligo sano de un recién nacido
- Qué problemas nos podemos encontrar con el ombligo del recién nacido
Con frecuencia, me encuentro con padres que me plantean dudas sobre el estado del ombligo de su bebé. Yo siempre les sigo que, para su tranquilidad, la mayor parte de los ombligos que me muestran están muy sanos.
No obstante, explicaré a continuación varias nociones que les pueden ayudar a reconocer si puede o no haber un problema con esa pequeña parte del cuerpo del bebé.
Cómo es el ombligo sano de un recién nacido
El condiciones normales, el cordón umbilical de un recién nacido tiene las siguientes estructuras: dos arterias, una vena y dos vestigios (restos milimétricos de unos pequeños conductos presentes en el embrión, llamados conducto alantoideo y conducto onfalomesentérico). Todo ello está inmerso en un medio gelatinoso (gelatina de Wharton). La caída del cordón se produce a lo largo de las dos primeras semanas de vida.
Qué problemas nos podemos encontrar con el ombligo del recién nacido
1) Problemas estructurales:
- Arteria umbilical única. En general, no asocia problemas a otro nivel. Un mínimo porcentaje de casos se asocia con malformaciones vasculares, cardíacas, renales o alteraciones en los cromosomas.
- Persistencia del conducto onfalomesentérico. Se reconoce porque a través del ombligo sale un líquido alcalino fecaloideo, que desprende mal olor.
- Persistencia del conducto alantoideo. Se reconoce porque a través del ombligo sale un líquido ácido, amarillento.
- Retraso en la caída del cordón. Se puede asociar con infección del cordón. Más raramente, con alguna inmunodeficiencia.
2) Abultamientos:
- Hernia umbilical. Se hacen visibles cuando el niño llora, o hace pujos. Suelen ser de anillo ancho, y raramente se complican. Si persisten más allá de los 2-3 años de vida, se operan, pero no antes.
- Granuloma. Es una pequeña masa roja y blanda, con aspecto de fresa pequeña. Suelen desaparecer de forma espontánea. Si genera angustia familiar, se puede tratar dándole toques con nitrato de plata.
- Pólipo. Es una masa roja y de consistencia dura. Si produce molestias, requiere tratamiento quirúrgico.
3) Infección:
- La infección del ombligo se llama onfalitis. Para que no se complique, hay que tratarla cuidadosamente con antibióticos (en los casos más graves, por vía intravenosa) y con antisépticos tópicos.
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