Salir a la calle con el bebé recién nacido - Mitos y verdades

Salir a la calle con el bebé los primeros días, esta es una de las primeras preocupaciones de padres y abuelas. Ese momento en el que empiezan a enfrentarse la falta de experiencia de unos con los consejos de los otros. Lo cierto es que en todas esas sabidurías de antaño hay muchos aprendizajes, ya se sabe, cuando el río suena agua lleva, pero hay mitos que hay que desechar.

6 mitos y verdades de los primeros paseos con el bebé

1- No abrigarles en exceso
A las madres siempre nos parece que hace frío, incluso cuando nosotras mismas vamos desabrigadas. Lo cierto es que los bebés están quietecitos en su silla de paseo y eso hace que tengan un poco más de frío que nosotros, pero no es motivo para someter al niño a un calor excesivo.

Es verdad que los bebés tienen más tendencia a perder calor, tienen menos grasa en el cuerpo y su sistema de regulación de la temperatura es menos eficiente que el nuestro, y además no saben tiritar para poder entrar en calor, eso hace que realmente necesiten un poco más abrigo que nosotros, pero no mucho más.

2- No debemos ponerle ropa apretada
Debemos ponerles ropa ancha, cómoda y fácil de poner y quitar. A ser posible de fibras naturales y sin nada de angorina o tejidos que suelten pelos. Nunca poner cordones ni lazos con los que pueden ahogarse. Los botones deben ir por detrás y eliminar por completo los clásicos imperdibles que nos ponían nuestras madres en la ropa.

3- Desde los primeros días hay que sacarles de paseo
Hay que deshacerse de los temores de los constipados o las insolaciones; los bebés deben salir a la calle, aunque deben evitarse las aglomeraciones y el contacto con personas que tengan una enfermedad contagiosa. Así que es preferible no ir de compras con ellos.

4- Los primeros meses deben ir tumbados
Es cierto que los primeros días no deben ir sentados en la silla y es perjudicial para su columna que vayan en el clásico 'huevo' más de lo estrictamente necesario; pero los marsupiales, o las mochilas portabebés, son la manera más cómoda tanto para el bebé como para las madres.

Ellos se sienten seguros pegaditos al cuerpo de su madre, nunca pasan frío y no supone ningún peligro para su espalda, aunque hay que tener cuidado con la mochila que se escoge, ya que algunas pueden abrirles demasiado las caderas. Por supuesto, el capazo también es una buena opción para pasear.

5- Debe darles el sol directamente
Siempre que no sean las horas en las que el sol más calienta, y usando filtros solares, es la única manera de que nuestro cuerpo pueda producir vitamina D, previniendo el raquitismo. Nunca hay que pasarse de tiempo, se recomienda ir poco a poco y como máximo dos horas por semana.

Es más, es aconsejable que les de en la cabecita, ya que cuando van muy cubiertos de ropa este es el único sitio donde puede ejercer su efecto beneficioso, siempre que el sol no caliente demasiado.

6- Los padres ya no pueden viajar ni salir fuera de casa
Nunca son lo suficientemente pequeños como para viajar, siempre que sea un sitio seguro y tenga asistencia médica adecuada.

Las cenas con amigos hay que disfrutarlas sobre todo en los primeros meses de vida del bebé, cuando está quietecito, siempre que pueda seguir durmiendo y comiendo a sus horas, y los amigos no le atosiguen demasiado y le llenen de humo. Aprovechad ahora, luego todo se vuelve más complicado…

Por qué se debe salir de paseo con el bebé recién nacido

Puede parecer que los bebés, en sus primeros meses de vida, no se enteren de lo que ocurre a su alrededor, pero eso no es verdad. Pasear al bebé tiene muchos beneficios para él. Te contamos algunos:

- El bebé aprende a adaptarse a distintos ambientes y temperaturas. Así va regulando la temperatura de su cuerpo frente a ello.

- Estar al aire libre favorece al desarrollo de los sentidos del bebé. Estimula su audición (con ruidos de bocinas, de coches, de fuentes de agua, y otros sonidos), la visión (el bebé mejorará su agudeza visual aprendiendo a distinguir diferentes formas y colores), el olfato (el viento sopla y trae múltiples aromas de flores, de comida, etc.), y otros sentidos.

- El bebé aprende a romper su rutina. Cada paseo le permitirá disfrutar del aire libre, a contactar con el mundo exterior.

- El paseo no solo favorece al bebé como también a la mamá que acaba de dar a luz. Puede ayudarla a recuperarse e incluso a superar algunas complicaciones del postparto. Un paseo no solo relaja al bebé como también a su mamá.

Por todo eso es muy importante dar un paseo con el bebé al menos una vez al día, especialmente en las horas en que el sol no esté muy fuerte, y en lugares que no tengan contaminación. Lo ideal sería un parque o una zona verde. El bebé necesita la luz del sol por la vitamina D que aporta.

Además de esos cuidados, también es importante llevar un bolso de paseo con algunas imprescindibles como chupetes, algún juguete, toallitas húmidas y pañales por si necesita el bebé, un gorro y una sábana. Si ves que el tiempo puede cambiar, se podría llevar un paraguas o protector para el cochecito, en caso de que llueva.

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