No debemos olvidar que los niños aprenden del comportamiento de los padres. Las responsabilidad de su educación recae en ellos y al darles un buen ejemplo desde casa, estarán poniendo su granito de arena para combatir el acoso escolar.
Inculcarle a los niños y jóvenes el no responder a mensajes que pudieran incentivar el acoso escolar y mucho menos reenviarlos entre compañeros. Enseñarles el buen uso de las herramientas tecnológicas.
Muchas veces cuando los niños acosan a sus compañeros es porque ellos mismos tienen inseguridades. Para sentirse bien consigo mismos suelen ser crueles con los demás. Los padres deben castigar este tipo de comportamientos y buscar el problema de origen con respecto a la baja autoestima del niño.
Enseñarles a defenderse, sin exponerse a ser maltratados física ni verbalmente. Crear una serie de estrategias que los ayuden a tener más seguridad y por supuesto, a pedir ayuda a sus maestros para evitar situaciones de acoso.
Promover una actitud inclusiva desde casa. Enseñarlos a ser tolerantes, a ponerse en el lugar del otro y a ayudarse mutuamente entre compañeros. ¡Alzar la voz en contra del abuso!
Dejar en claro los comportamientos que deben tener en su día a día para con los demás. Educarlos para que controlen sus emociones y que puedan convivir de forma pacífica con otras personas.
Promover el cumplimiento de las normas básicas tanto en casa como en el colegio. Así se favorecerá el buen comportamiento y a la vez les daremos las herramientas necesarias para respetar a los demás y exigir respeto a cambio.
Hay que supervisar sus conductas, observar cuáles son sus intereses, los lugares a los que acuden, qué es lo que hacen y con quién. Ser padres responsables y recordarles constantemente los valores y comportamientos que son adecuados.
Observar si existen algunos de los síntomas del bullying como el nerviosismo, la falta de apetito, bajo rendimiento escolar, fobia escolar o insomnio. En cuanto notemos que algo cambia en el comportamiento del niño se debe hablar con él y buscar posibles soluciones.
Escuchar a los hijos y mantener una buena comunicación con ellos, es esencial para conocerlos mejor, y estar pendientes de ellos y su entorno. Si tienen algún problema, de esta forma nos enteraremos más fácilmente sobre ello.