Alternativas para no decir palabrotas delante de los niños
Los niños imitan tanto la conducta como el lenguaje de los padres
- Por qué el niño empieza a decir palabrotas
- Consejos para no decir palabrotas delante de los niños
Entre los 3 y los 5 años los pequeños descubren el lenguaje y lo utilizan para expresarse. El pequeño se va desarrollando muy rápidamente y va encontrando nuevas formas de utilizar el lenguaje para provocar reacciones en los demás. Es en este periodo cuando suelen aparecer las primeras palabrotas.
El niño demuestra un interés especial en palabras como: “Tonto”, “imbécil” e incluso más malsonantes, ya que son palabras que se expresan con énfasis y le llaman la atención. Muchas veces nos las escuchan a los padres, estas alternativas para no decir palabrotas delante de los niños pueden ayudarte a cuidar el lenguaje que usan tus hijos.
Por qué el niño empieza a decir palabrotas
- Expresar sus emociones. Cuando el niño comienza a decir palabrotas, su intención no es insultar. Realmente, usa ese tipo de palabras porque es incapaz de encontrar otras palabras para expresar su estado de ánimo. El niño pasa por situaciones que pueden llevarlo a experimentar emociones de rabia o estrés y para expresarlo utiliza las palabrotas porque son las que conoce para hacerlo.
- Lo imita. La fase de decir palabrotas es de una duración e intensidad que varía dependiendo de cada niño y de la familia. Los niños son esponjas y absorben todo lo que ocurre a su alrededor. Si el niño dice una palabrota nos asombramos y nos preguntamos: ¿Dónde habrá oído eso?, y después los adultos nos sorprendemos soltando la misma palabra delante de él. Los adultos debemos tener cuidado con el lenguaje que se usa delante de los niños.
- Es divertido. Cuando el niño dice sus primeras palabrotas los adultos tienden a reírse porque las pronuncia mal o las utiliza fuera de contexto. Esta reacción de los adultos fomenta que el niño las utilice porque para él este comportamiento está bien visto. Además, alrededor de los 4 o 5 años experimentan un placer especial al repetir en voz alta este tipo y palabras tabú.
Por lo tanto, será clave que los adultos que rodean al niño eviten este tipo de palabras en casa. Si el problema persiste y el niño las usa en momentos de enfado, darles alguna alternativa.
Consejos para no decir palabrotas delante de los niños
No debemos dar más importancia a las palabrotas de la que tienen, pero tampoco hay que ignorar esta situación.
Los padres deben hacer todo lo que esté en su mano para que los niños puedan expresar esos sentimientos o situaciones en las que se encuentran de tal manera que no tengan que utilizar las palabrotas. Para conseguirlo, primero los padres tienen que:
- Explicar a los pequeños que decir palabrotas es molesto. Expresar de manera clara y sencilla que es ofensivo para los demás y que deben evitar decirlas. Por ejemplo explicarle: “cuando me llamas tonto me siento triste”.
- Fomentar el desarrollo del lenguaje. Si el niño va adquiriendo cada vez habilidades de lenguaje más ricas, y más vocabulario tendrá la capacidad de encontrar otras formas de expresarse diferentes a las palabrotas.
- Ofrecer alternativas. Cuando el niño utilice las palabrotas para expresar su estado de ánimo negativo y le pedimos que deje de utilizarlas, es importante que los padres le ayuden a obtener otras herramientas para poder expresarse. Los adultos deben ayudar a los niños a definir sus sentimientos a través del lenguaje de una manera más adecuada. Por ejemplo, si el niño dice: “Juan es tonto”, los padres deben explicar que será mejor decir: “Juan no me cae bien”. Además, podremos echar mano de otras alternativas muy socorridas que pronunciaban nuestros abuelos como: caracoles, miércoles, caramba.
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