Niños mimados. Qué pueden hacer los padres
La educación de los hijos es determinante para que éstos no crezcan creyendo que son el centro del mundo de sus padres
- Perfil de los niños mimados - Cómo educar sin demasiados mimos
- Cómo tratar y educar a los niños mimados
En el esfuerzo de muchos padres por mimar a sus hijos, a menudo olvidan que su función principal es prepararles para el mundo real fuera del entorno familiar, manteniéndoles sanos y salvos y asegurándonos de que adquieren las conductas sociales adecuadas para fomentar su autonomía a medida que se vayan acercando a la edad adulta.
Perfil de los niños mimados - Cómo educar sin demasiados mimos
Si estos mimos a los niños se dan de forma exagerada y constante, convertiremos a nuestros hijos en lo que se conoce como niños mimados y acabarán siendo niños tiranos. Son esos niños que se creen el centro del mundo, que reclaman mucha atención de los padres o que no les importa cómo sus acciones afectan a los demás.
Está claro que los niños mimados se hacen y no nacen. Los padres y personas al cuidado del niño son los responsables de que el niño muestre una conducta mimada. Pero esta actitud se puede reconducir.
- Están muy centrados en sí mismos y creen que son el centro del mundo.
- Exigen mucha atención, no sólo de sus padres, sino de todo el mundo. Y cuanta más se les da, más reclaman.
- No pueden, o no quieren, ver el modo en que sus conductas afectan a los demás.
- Tienen una baja tolerancia a la incomodidad, especialmente a la causada por la frustración, el desengaño, el aburrimiento, la demora o la negación de lo que han pedido; normalmente la expresan con rabietas, ataques de ira, insultos y/o violencia.
- Desarrollan escasos recursos (si es que llegan a desarrollar alguno) para resolver problemas o afrontar experiencias negativas.
- Culpan a los demás de lo que hacen, al tiempo que esperan que sean otros los que se les solucionen el problema.
- A veces les cuesta sentir culpa o remordimiento por sus actos.
- Les cuesta adaptarse a entornos ajenos a la familia, especialmente la escuela, porque no responden bien a las estructuras sociales establecidas ni a las figuras de autoridad.
- Se sienten permanentemente tristes, enfadados, ansiosos y/o emocionalmente frágiles y frecuentemente tienen una baja autoestima.
Cómo tratar y educar a los niños mimados
Es evidente que si pretendemos romper el círculo de los mimos, deben ser los padres quienes inicien el proceso. Hay pocos niños, si es que hay alguno, que renuncien voluntariamente a la vida fácil, que decidan espontáneamente esforzarse o colocarse en una posición cómoda.
Es conveniente acudir a un centro de psicología para para poder realizar un cambio fundamental en la forma en la que se estructura la jerarquía familiar y así el niño vuelva a asumir sus propias tareas de desarrollo.
En cualquier caso, algunas pautas importantes a seguir:
- Con la educación a los niños hay que ser tolerante, pero hay que poner límites a sus actitudes y conductas cuando estas son inapropiadas
- Los bebés y los niños han de recibir cariños y mimos, sin embargo, un exceso de mimo es tan perjudicial como un exceso de autoridad con el niño.
- Evitar la sobreprotección a los niños, los más pequeños han de poder evolucionar y experimentar y no crearles una burbuja a su alrededor.
- El mando en la familia lo han de llevar los padres no el niño. La estructura en la familia es jerárquica.
Alicia López de Fez
Fundadora y Directora del Centro de Psicología López de Fez, en Valencia. http://www.centropsicologiainfantil.es
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