Padres que impiden que su hijo se convierta en líder

Todos los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. Quieren ofrecerles todo lo necesario para que ellos tengan oportunidades para adquirir conocimientos, desarrollar habilidades, y se tornaren adultos seguros de sí mismos y con éxito. Quieren ser los arquitectos de la capacidad de liderazgo de los hijos. Sin embargo, educar a los niños y niñas para que sean líderes es educarles para que sean capaces en su vida adulta de poder dirigir a los demás y de tener buenas capacidades de decisión y criterio propio.

Errores de los padres que impiden que sus hijos sean líderes

Hay muchos niños y niñas que nacen con la capacidad innata de ser líderes y eso en las escuelas infantiles se ve pero a medida que pasan los años estas capacidades se van perdiendo hasta llegar al punto que incluso desaparecen. ¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué un niño/a que iba para líder pierde esa capacidad? La respuesta se encuentra en casa.

Desde que los niños nace los padres tienen la necesidad (y obligación) de proteger a los hijos y de proveerles de todo lo que necesitan para que puedan desarrollarse plenamente tanto a nivel físico como emocional y mental. Pero en ocasiones este deseo de protección acaba en ocasiones en que los niños están consentidos a causa de algunos errores que los padres comenten.

Pero, ¿cuáles son los comportamientos de los padres que más afectan a los hijos? Existen algunos comportamientos fundamentales que impedirán que un niño se convierta en líder:

1. Proteger en exceso
Los padres que protegen en exceso a los hijos para que no afronten nada que pueda causarles algún tipo de sentimiento negativo harán que el niño acabe sintiendo inseguridad hacia él mismo y dependerá de los demás para sentirse bien.

Si los padres no permiten que los niños resuelvan sus problemas (algo imprescindible para todo líder) no tendrán nunca la capacidad de tener un futuro prometedor porque se verán incapaces de hacer nada. No es lo mismo resolver las cosas a los hijos que acompañarles en el proceso para que tomen las decisiones acertadas.

2. Demasiadas alabanzas
Cuando a un niño se le aplaude en sus primeros años de vida porque empieza a tener sus primeros logros, esto está bien. Pero cuando el niño empieza a crecer y se le sigue aplaudiendo con todo lo que hace tenga 5 que 15 años la cosa puede cambiar.

A un niño que se le dice que todo lo que hace está bien a sabiendas que eso no es cierto, puede generar en el pequeño dos cosas que no son buenas para ningún líder: sentimiento de prepotencia (lo hago todo bien porque soy mejor que el resto) o todo lo contrario, sentimiento de derrota (sé que lo que estoy haciendo no está bien y los demás sienten compasión de mí).

3. Cuidado con los premios
Ocurre lo mismo con los premios, porque alabar un esfuerzo merecido siempre estará bien pero recompensar cualquier cosa que el niño haga es totalmente perjudicial para la educación. Si desde que son niños son recompensados sin hacer nada, cuando crezcan y tengan que hacer esfuerzos en su inconsciente habrá quedado guardado que no vale la pena porque no necesita esforzarse para conseguir lo que desea, ya que serán otros quienes se lo proporcionen.

5 posibles razones que llevan a los padres a sobreproteger a los hijos

Los padres deben ser conscientes de que los hijos crecen y, a medida que esto ocurre, necesitan mayor grado de autonomía. No es lo mismo proteger que sobreproteger. Proteger significa prevenir de los peligros a los hijos, desde el amor. Cuando esa protección alcanza a un cuidado excesivo hablamos de sobreprotección, en un control exagerado de los niños, limitando sus acciones, su curiosidad y su desarrollo.

Según una tesis publicada en la Universidad de Sevilla, España, titulada 'La sobreprotección parental: el límite entre autonomía y dependencia', el concepto de familia ha cambiado, y con ello, debido a la crisis económica y a la falta de tiempo por causas laborales, las parejas tienden a tener menos hijos. Sin embargo, como es un hecho muy deseado en la pareja, los progenitores tienden a otorgar excesiva atención y protección, debido a que:

1. Se intenta evitar un sentimiento de frustración en los hijos.

2. A la baja autoestima de los padres que acaban volcando en los hijos todas sus necesidades.

3. Pueden haber tenido una infancia problemática, sin atención ni cariño y entonces intentan hacer lo contrario con sus hijos.

4. La falta de tiempo por causas laborales produce un sentimiento de culpa en los padres. Por ello, les consienten y protegen excesivamente a sus hijos.

5. La falta de responsabilidad que se les da a los niños bajo el argumento de que aún son muy pequeños. Esa actitud daña a la autoestima de los niños que pasa a no creer que son capaces de hacer alguna cosa, y desarrollan sentimientos de dependencia.

Cuentos infantiles sobre niños líderes y autónomos

Cómo ayudar a los niños a desarrollar habilidades de liderazgo

Desde Guiainfantil.com te damos algunos consejos para ayudar a tus hijos a ser líderes y autónomos:

1. Escucha y deposita atención a todo lo que diga tu hijo
Considera sus opiniones, pareceres, preocupaciones, y motívale a tomar decisiones con sensatez y con sentido crítico. Empieza respetando su derecho a elegir la ropa que quiere vestir cada mañana.

2. Pide la opinión de tu hijo
Los niños se sentirán más apreciados si son capaces de ayudarte a tomar alguna decisión como por ejemplo, qué comida elaborar o qué color elegir para pintar las paredes de su habitación.

3. Enseña a tu hijo que también se puede aprender con los errores
Si tu hijo se equivoca o falla en algo, se cae, se frustra y se engaña, enséñale que son esos errores que le llevarán a crecer y a aprender.

4. Estimula a tus hijos a que sean prudentes, sensatos y críticos
Enseña a tus hijos a no dar pasos atrás cuando algo se le pone difícil. Anímales a seguir adelante de una forma sensata, prudente, considerando los pros y contras. Ayúdales a distinguir lo bueno de lo malo, etc.

5. Motiva a tus hijos a luchar por lo que quieren
Enséñales que muchas veces no es lo que se consigue lo que tiene valor y sí todo lo que ha pasado para conseguirlo. Que los niños tengan que ahorrar para poder comprar lo que desean, que tienen que esforzarse para conseguir buenas notas en el colegio, y así en adelante.

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