A los ocho meses, el bebé puede producir sonidos de cualquier idioma al que haya sido expuesto.
Por este motivo, cuanto antes esté un bebé expuesto a otros idiomas puede aprender más de una lengua a la vez de manera natural sin esfuerzo y logrando una perfecta pronunciación.
Otro método para enseñar idiomas a los niños, que ha demostrado buenos resultados en la infancia, es el "Preview Review", que consiste en la traducción de cada palabra y cada concepto.
Es el más usado entre niños de 3 a 6 años, pero requiere mucho esfuerzo por la educadora, ya que el tipo de frases a usar tienen que ser cortas y muy claras.
Aprender el vocabulario de las prendas de vestir es fácil y divertido.
Puedes enseñarle al niño cada palabra mientras le vistes, así podrá asimilarlo sin apenas esfuerzo y de manera divertida.
A los cuatro meses un bebé pueden distinguir cuando se les habla en diferentes idiomas y comprender el significado de palabras y frases.
Con los nuevos métodos de aprendizaje de idiomas, diseñados especialmente para el aprendizaje de 0 a 3 años, el bebé recibe una estimulación temprana que le facilitará, además, el aprendizaje de múltiples actividades intelectuales.
Cuanto antes empecemos a inculcarles nuevas palabras, mucho mejor y más natural será su segundo idioma.
Las tarjetas en inglés para los niños es una de las actividades estrella para el desarrollo del cerebro y el aprendizaje del niño.
Se trata de tarjetas con los dibujos de la materia que estemos trabajando en ese momento, por ejemplo las partes del cuerpo en inglés, les iremos enseñando las fichas y repitiendo varias veces la parte del cuerpo a la vez que nosotros gesticulamos para conseguir que al niño le llame más la atención.
Jolly Phonics es un método diseñado para pronunciar correctamente y adaptar el aparato fonador de los niños.
Este método para evitar hablar con acento está siendo muy empleado actualmente para completar la educación bilingüe, ya que está centrado en la pronunciación de los fonemas ingleses desde muy temprana edad.
Estas sencillas palabras son perfectas para que el niño comience a estudiar inglés.
Son fáciles y cortas de pronunciar, con lo que no presentan demasiada dificultad.
Los más pequeños tienen que estudiar un segundo idioma como si fuese algo natural, es la mejor manera de que lo asimilen como una segunda lengua materna.
Tu bebé tiene la capacidad de aprender inglés, natural y espontáneamente desde los cuatro meses.
Los padres no tienen por qué dominar la lengua para poder enseñar a sus hijos, lo importante es buscar las herramientas adecuadas para favorecer el aprendizaje y tener ganas.
Uno de los métodos más eficaces para que los niños aprendan inglés es el OPOL "one person one language". En el que cada uno de los padres habla un idioma distinto.
El cerebro diferencia totalmente que hay dos idiomas y tendrá que usar en cada situación uno.