La importancia del juego heurístico para los niños

En qué consiste el juego heurístico y por qué es bueno para los niños

Sofía Gil Guerrero, Psicóloga General Sanitaria
En este artículo
  1. Cómo es una sesión de juego heurístico para niños
  2. ¿Qué papel asume el adulto o educador del niño en el juego heurístico?

El juego heurístico es para los niños una actividad lúdica altamente estimulante, ideal para poner en práctica durante la primera infancia, a través de la cual los niños aprenden mientras experimentan con los objetos y materiales de su entorno. 

Esta modalidad de juego libre se emplea con frecuencia en las escuelas infantiles y está especialmente indicada desde los 12 meses, más o menos cuando el niño ya empieza a desplazarse, hasta los 24 meses aproximadamente. 

En el juego heurístico el niño es el protagonista de su propio aprendizaje, avanza según sus deseos y necesidades. A través de esta modalidad de aprendizaje se favorece que el niño descubra, explore, investigue e interactúe con su entorno a su ritmo y sin unas normas previamente fijadas. 

Cómo es una sesión de juego heurístico para niños

Juego heurístico para los niños

Es imprescindible que dispongamos de un espacio amplio en el que el niño pueda moverse sin limitaciones y que esté libre de objetos que puedan interferir en el juego. 

Los materiales que se utilizan en los juegos heurísticos están formados por objetos que los niños tienen que manipular (transportarlos, clasificarlos, tocarlos, olerlos, agitarlos, apilarlos, encajarlos, observar semejanzas y diferencias, etc.) durante la sesión de juego. Estos objetos llaman la atención del niño por sus diversas formas, colores, texturas, apariencia, etc. La idea es emplear objetos que aparentemente no tengan una finalidad lúdica clara y que no sean de plástico o de cualquier otro tipo de material que pueda resultar tóxico. Se pueden utilizar objetos de madera con diversas formas geométricas, objetos de metal, objetos de papel y cartón, objetos de piel, tela, goma o fieltro e incluso objetos naturales como piedras, frutas, nueces, etc. 

También se pone a disposición del niño una serie de recipientes, cajas, cestas o contenedores (mínimo tres) en los que se deberá organizar el material una vez finalizado el juego. 

La duración de la sesión no debe ser superior a 45 minutos aproximadamente para evitar que los niños caigan en aburrimiento, el desinterés o la desmotivación. La idea es que el niño termine la sesión con un buen sabor de boca y con una sensación agradable que le motive a volver a jugar. Normalmente, es necesario dedicar unos 15 minutos para organizar el material. 

A continuación, detallamos las 3 fases que debe seguir una sesión de juego heurístico para los niños:

- Fase de preparación. El adulto prepara el material en un espacio en el que no hayan distracciones u otros objetos que puedan alterar la dinámica del juego. Los niños pueden observar como el adulto va colocando los objetos en el suelo o puede acceder a la habitación una vez ya estén todos colocados. Durante esta fase el adulto coloca los objetos y al menos 3 contenedores en lo que se deberán volcar los objetos al finalizar la sesión.

- Fase de juego. Esta es la fase más importante ya que es aquí cuando los niños empiezan a explorar los objetos de manera libre y espontánea. No existe ninguna norma ni deben seguir pautas concretas más que dejarse llevar por sus sentidos, sus impulsos y sus motivaciones.

- Fase de recogida. En esta fase los niños tienen que recoger los objetos y para ello deberán clasificarlos y organizarlos en los recipientes o contenedores que el adulto ha dejado a su alcance. No se deben volcar los objetos de manera arbitraria sino que la clasificación de los objetos tiene que tener un cierto sentido. Por ejemplo, una buena idea sería ordenarlos por tamaño, por color, por forma, por tipo de material, etc.  Durante esta fase suele ser necesaria la ayuda del adulto. 

¿Qué papel asume el adulto o educador del niño en el juego heurístico?

El adulto o educador del niño debe ocupar un segundo plano y no interrumpir la actividad del niño si no es absolutamente necesario. No hay que olvidar que en el juego heurístico la participación e implicación del adulto es muy limitada, su función debe ser únicamente de facilitador. Es decir, el adulto que vaya a acompañar al niño, durante la realización del juego heurístico, solo deberá encargarse de facilitarle los objetos y los materiales. Debe permanecer en silencio mientras observa los movimientos del niño e interferir lo menos posible. 

En el juego heurístico, a diferencia de otro tipo de juegos o aprendizajes, el adulto no debe estimular, felicitar, señalar, criticar o dirigir al niño en ningún momento. No hay aciertos o errores por lo que cualquier cosa que el niño realice con los objetos que se le facilitan es válida. 

Los padres o educadores podemos estar con los niños mientras juegan, el juego heurístico no implica que el niño tenga que estar solo y no podamos compartir con él nuestro tiempo, ¡ni mucho menos!, pero es necesario que le cedamos todo el protagonismo al niño y que le permitamos que siga en el juego sus propias reglas y no las nuestras. 

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