Las principales dudas de los padres sobre la educación de su hijo

Entrevista con Rocío Ramos-Paúl, la famosa Supernanny en España

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  1. Respuestas a las dudas de los padres sobre la educación de su hijo

La llegada de un bebé es siempre un gran acontecimiento. Sin embargo, según va creciendo, comienzan a llegar dudas sobre su educación... ¿cuándo comienzo a poner límites? ¿Con un año, con dos? ¿Y qué hago cuando el niño comience a decir NO y tenga sus primeras rabietas?

Hemos consultado a la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, la famosa 'supernanny' española. Presta atención a los consejos que nos ofrece sobre las principales dudas de los padres sobre la educación de su hijo, aprovechando una ponencia que ofreció a padres y educadores en el colegio Brains Internacional Schools de Madrid (España).

Respuestas a las dudas de los padres sobre la educación de su hijo

Dudas de educación d elos padres

P - ¿Cuál es el principal error de los padres a la hora de poner límites a los hijos?

R - En general, no ser consistente con las consecuencias, tanto positivas como negativas, que tienen a posteriori. Es decir,  las consecuencias que siguen a la conducta.

P - ¿Los límites pueden ser flexibles? 

R - Claro, tienen que ser flexibles. Dependiendo de la edad, del momento, etc. No es lo mismo la hora en la que tienes que volver en verano si estás en un pueblo maravilloso y tranquilo, que tener que subir a las 18.00h para hacer los deberes en invierno. En función de lo que te va demandando el niño, vas cambiando.

P - ¿Y si mi hijo decide que no cumplirá las normas y no le importan las posibles consecuencias? ¿Qué hago?

R - Tendrás que pensar qué hacer, porque efectivamente puede decidir no hacerlo, pero cumplir las consecuencias no depende de él, son consecuencias que va a tener. Por ejemplo, sobre todo entre los 0 y 8 años, si yo le digo que puede no ducharse pero entonces no tendrá después Play. En lo que fallamos, que es lo que he dicho al principio, es en no mantenernos firmes cuando monta el follón, cuando pega un portazo o cuando pasan todas las cosas que pasan cuando tenemos que poner consecuencias. 

P - ¿Qué pasa si el niño dice que no?

R - Cada situación es un mundo. Pero por ejemplo, si el niño no quiere recoger un juguete, puedo efectivamente recogerlo yo, pero ese juguete hasta que tu mañana no lo recojas, no lo vuelvo a sacar, que no es lo mismo que decirle al niño que se lo tiro a la basura. De todas formas antes tengo muchas otras alternativas: recojo yo contigo, pásame lo rojo y tú recoges lo azul, etc. Todas estas cosas se pueden hacer dependiendo de la edad. 

P - ¿Se debe castigar al niño si no cumple las normas?

R - Se puede castigar. El castigo no está mal, siempre que vaya igualado en intensidad a la conducta que queremos que disminuya y sea desagradable para el niño.

P - ¿Por qué parece que hoy los niños son más desafiantes y tienen menos respeto a los padres?

R - Porque son más listos, les hemos estimulado muy bien y son capaces de discutir las cosas. Todos queremos que sean más inteligentes, y nos hemos afanado en que así sea, pero no nos gusta que nos pidan explicaciones. A los niños de hoy en día no les vale un 'porque no', muchas veces hay que argumentarlo, sobre todo a partir de los 4.

P - ¿Podemos perdonar un castigo si vemos al niño muy arrepentido?

R - ¿Qué es muy arrepentido?, ¿qué ha llorado mucho?, ¿qué ha manejado muy bien la situación para que te de mucha pena? En ese momento hay que evaluar. Lo que sí que puedo hacer es ser flexible, es decir, si yo me he pasado con el castigo puedo sustituirlo o hacerlo más flexible, pero se tiene que cumplir. Yo no me fiaría de que está muy arrepentido, yo prefiero la frase: 'entiendo que estés triste, yo te he perdonado, pero hay que cumplir las consecuencias'.

P - ¿Le ayudamos a hacer los deberes?

R - Eso es un criterio de cada colegio. El mío personal es que hay que enseñarles a que hagan los deberes solos, ya que el aprendizaje es muchísimo mejor cuando ellos corrigen los fallos en clase. No obstante, esto no significa que no puedas ayudar a los niños. 

Desde luego con lo que no estoy de acuerdo es con esos padres que dicen frases como “hemos tenido un examen”. No, el examen lo ha tenido tu hijo y dice muy poco de ti si el examen lo habéis tenido los dos en plural, no creo que sea positivo. En el caso de los más pequeños pasa con los trabajos manuales. Estamos acostumbrados a pensar que los profesores son tontos, pero se sabe perfectamente cuando un trabajo manual lo ha realizado el padre del alumno y cuando lo ha hecho el niño solo. Dejemos que se equivoquen, dejemos que hagan lo suyo y luego que aprendan a hacerlo.

P - ¿Y si saca malas notas a pesar de que estudió?, ¿le regañamos?

R - Yo creo que siempre hay que reforzar el esfuerzo independientemente de la calificación, luego buscar alternativas. A lo mejor hay que buscarle un profesor de apoyo en algunas asignaturas. Pero lo primero es apoyar siempre el esfuerzo que ha hecho independientemente de la calificación.

P - ¿Es bueno darle una paga económica?, ¿qué pasa si nos dice que quiere ahorrar y necesita recibir dinero?

R - La paga está bien siempre y cuando no sea de manera gratuita. De la misma forma que los adultos se ganan un salario con su trabajo, si los niños empiezan a tener responsabilidades en casa y hacen un esfuerzo a cambio tienen una paga. 

P - ¿En qué medida el comportamiento de nuestro hijo se debe a un error nuestro?

R - El comportamiento de nuestro hijo, sobretodo en edades entre los 0 y 8 años, depende mucho de lo que yo haga. Un niño de esta edad piensa que lo que pasa en su casa, pasa en todas las casas. De esta forma, si mi padre grita para pedir las cosas, yo pienso que todos los padres del mundo gritan y con lo cual yo tengo que gritar para pedir las cosas. Por eso es importante que reflexionemos sobre las actuaciones que tenemos con nuestro hijo. Nosotros somos modelos, pero además durante mucho tiempo somos el único modelo que tienen. 

P - Si regaño demasiado a mi hijo, ¿se volverá un mentiroso?

R - Las mentiras son para evitar el castigo muchas veces, claro. Pero es que las de los adultos, también.

P - Entonces, ¿qué hay que hacer con un niño mentiroso? Que viene del cole diciendo que él no ha pegado a nadie, pero la profesora te dice que sí.

R - Hay que centrarse en que te cuente la verdad del hecho y premiarlo cuando lo haga. En este caso, no castigarle porque haya pegado, sino que nos diga la verdad. Decirle “mira, yo voy a hablar con la profesora, pero cuéntame tu versión que yo quiero escucharla”. Que te cuente su interpretación y reconocerle esa parte.

P - La sobreprotección, ¿genera niños indecisos?

R - Más bien exigentes. La sobreprotección no es buena porque te anula, no te permite desarrollar las habilidades que necesitas, por ejemplo para la toma de decisiones. 

P - Si comparamos a nuestro hijo constantemente con otros... ¿generamos en él celos?

R - Entre otras cosas, puede generar celos. Yo lo que creo es que nuestro hijo tiene que recibir mucha alabanza de las conductas que lleva a cabo y son adecuadas. El niño tiene que entender que hay quien es más guapo y quién es más listo.  La competitividad es parte de la vida.

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