Criar y educar a los niños. Hábitos y conductas
La crianza y la educación de los niños. Las malas costumbres y palabrotas
- La crianza y la educación de los niños, según el doctor Eduard Estivill
Desde hace generaciones, los padres criamos a los niños guiados por el instinto. En su último libro, Pediatría con sentido común, el doctor Eduard Estivill, aconseja a los padres cómo hacer las cosas de otra manera, con una visión diferente y desde el principio. El doctor Estivill sienta las bases de la crianza y de la educación desde los primeros días de vida del recién nacido.
La inteligencia emocional, el sueño, el llanto de los niños, el paso de la cuna a cama y los hábitos de conducta que adquieren conforme van creciendo, son algunos de los asuntos clave que resuelve el doctor Estivill a los padres en esta entrevista concedida en exclusiva a GuiaInfantil.com.
La crianza y la educación de los niños, según el doctor Eduard Estivill
¿Cómo debe forjase la inteligencia emocional de los niños?
Evidentemente, la formación de la inteligencia emocional empieza desde el primer día que nace un niño. Nosotros recomendamos que después de darle de mamar lo mantengamos 10-20 minutos en posición vertical delante nuestro, no hace falta ponerlo en el hombro y darle esos golpes que le damos para que saque el aire, porque es un ser muy pequeñito y los golpes, a veces, son demasiado exagerados. Simplemente colocando al bebé de pie, enfrente, conseguimos que el niño saque el aire, pero es muy importante entender que ninguna mamá o papá con un niño delante durante 20 minutos no le diga nada, con lo cual ya empezamos a transmitir esta educación emocional, esta forma de sonreír, la forma gestual… lo transmitimos desde que nace.
Esto es muy importante, tenemos que abrazar a los niños, tenemos que jugar con ellos, tenemos que tener contacto físico muy intenso, que esto no tiene nada que ver con enseñar unas buenas normas. Los besos no son incompatibles con que un niño sea bien educado.
Morderse las uñas o chuparse el dedo son algunos de los malos hábitos de los niños. ¿Qué podemos hacer?
Hay algunos niños que por problemas de conducta o porque son más inquietos tienen tendencia a hacer algunos movimientos que explicaríamos como anómalos: chuparse el dedo, ponerse el dedo en la nariz, morderse las uñas... Son situaciones habituales en niños inquietos con un carácter un poco más nervioso. Cada una de estas situaciones se puede solventar siempre que la madre y el padre mantengan esta actitud de tranquilidad, de explicarle que aquello no se puede hacer, de intentar cambiar esta rutina por otra. Normalmente, los pediatras suelen ayudar mucho y la mayoría de los niños suelen dejar de hacer estos movimientos anómalos a lo largo de la vida.
¿Este tipo de conductas son más bien psicológicas?
Estas conductas de malos hábitos referentes a tics o a hábitos como chuparse el dedo, no responden a un problema psicológico del niño sino a un habito no bien estructurado en niños que tienen una cierta tendencia a ser un poco inquietos. Los niños inquietos lo único que necesitan son mejores maestros. Muchos papás dicen mi niño es muy tranquilo y, por lo tanto, lo aprende todo bien, en cambio mi otro niño es muy nervioso y lo hace todo mal.
El carácter no tiene nada que ver con los hábitos: un hábito es comer la sopa con cuchara o lavarse los dientes con cepillo. Entonces yo preguntaría, ¿un niño muy tranquilo aprende a comer la sopa con cuchara y a lavarse los dientes con cepillo? Y todo el mundo contestaría, claro, ¿Y un niño muy nervioso? También, pero en un niño muy nervioso la mamá tiene que insistir muchas más veces, es decir, el niño inquieto, el niño intranquilo necesita mejores maestros.
¿Las palabrotas son una cuestión de rebeldía?
Las palabrotas se aprenden básicamente fuera de la familia, aunque, también es verdad que, de vez en cuando, a los papás se nos escapan algunas de estas palabras. Es importantísimo hacer entender al niño que esta situación, esta palabrota, no es adecuada, no es una norma correcta de educación y no tiene que utilizarla. Pero pasa algo muy típico, que la primera vez que el niño dice una palabrota, el papá y la mamá le reprimen, le dicen esto no se puede hacer, pero se les puede escapar una sonrisa, porque ver a un niño pequeñito decir alguna de estas palabras puede incluso ser divertido. El niño muchas veces dice palabrotas no por el significado de lo que dice, sino por la reacción que tiene esta palabra en el resto de la familia o de sus amigos.
¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes para el niño de ser hijo único?
El hijo único es común en nuestra sociedad y lo es porque realmente los papás, especialmente la mamá, trabaja mucho. Se ha incorporado al mundo laboral y no se ha desincorporado del mundo de la casa, con lo cual tiene poco tiempo. El gran inconveniente para los niños es que esta mamá se siente culpable de no tener tiempo y tiende a sobreprotegerle. Es más difícil cuando estás poco con tu hijo marcar unas normas, aplicar unos consejos o sobre todo dar una educación adecuada. Esto para el niño es malo evidentemente, y a la mamá también le provoca un sentimiento de culpabilidad. Libros como el nuestro lo que hacen es ayudar a las mamás a entender que lo importante no es la cantidad del tiempo sino la calidad, más vale que esta mamá esté 20 minutos con el niño haciéndole caso, hablando con él, que estar 2 horas viendo la televisión sin hablar.
¿Les ayuda ir a la escuela infantil desde que son bebés?
Antes el ser hijo único era realmente un problema porque los niños tenían mucho menos contacto. Hoy en día, éste no seria el mayor problema de un hijo único, ya que se socializan muy rápidamente, van a la guardería desde pequeñitos, aprenden a compartir cosas, pero siempre claro es mejor tener un hermanito para compartir también cosas en casa.
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