Los niños, sobre todo cuando son muy pequeños, se creen el centro del mundo. Los caprichos y rabietas son habituales, pero a través de la educación disminuyen y los niños comprenden que deben compartir con los demás. Los niños finalmente entenderán que de un día de colegio también se puede disfrutar al máximo con una buena actitud.
El amor de los padres, el cariño de un hermano, las risas con los amigos...son esos pequeños detalles los que nos hacen darnos cuenta de que la felicidad a menudo no está en nosotros mismos sino en los momentos compartidos, y que incluso al recordarlos nos hacen sonreír.
Ponerse metas y ayudar a otros a conseguirlas es una de las mejores formas que tenemos de encontrar la felicidad. Definir con los niños qué queremos conseguir les ayudará , cuando lo consigan, a ver que el esfuerzo tiene una buena recompensa.
Las personas buenas son, sin duda las más felices. Tener la conciencia tranquila es la mejor forma de sentirse bien con uno mismo, por eso debemos inculcar el valor de la bondad a los niños. Así, sabrán que compartir con los demás es lo que les hará alcanzar la felicidad.
Las circunstancias pueden variar, pero no debe hacerlo nuestra actitud ante ellas, buenas o malas. A ser feliz también se aprende, y es mucho más fácil si lo hacemos educando en valores desde pequeños. No dejes de transmitir a tu hijo estos consejos para que descubra su felicidad.
La felicidad (o la infelicidad) no son más que un estado de ánimo. Ante un mismo hecho dos niños pueden reaccionar de forma muy distinta, siendo constructivos o cayendo en la negatividad, ¡evitemos ésta actitud!
Estar aislados nos impide ser realmente felices, y es importante transmitir a los niños el valor de la solidaridad. Vivimos en sociedad y los niños deben aprender a relacionarse con los miembros de la familia, compañeros del colegio, amigos del parque...junto a ellos seremos más felices.
“No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita” dice el refrán. La misma máxima se aplica en el caso de la felicidad, puesto que podemos lograr ser más felices dando a los demás que recibiendo. La generosidad es un valor que podemos inculcar a los niños a través de la felicidad.
Encontrar una actitud positiva ante la vida es lo que nos garantizará una mayor felicidad, puesto que no dependerá de las circunstancias sino de uno mismo. Enseñar a los niños a ser optimistas es lo mismo que ayudarles a ser más felices, así que no dejes pasar esta oportunidad.
Encontrar la felicidad es una tarea del día a día, no es regalada ni aparece por arte de magia. Nuestra actitud hacia los niños, educarles en la afectividad y la comunicación, será lo que les haga lograr poco a poco ser más felices. La felicidad se consigue a través de la constancia y la unión entre padres e hijos.
Una actitud activa y positiva es la mejor clave para encontrar la felicidad. Educar a los niños para que sean independientes y autónomos les ayudará a adquirir las herramientas necesarias para encontrar las claves de su felicidad. Para ello, los niños se deben sentir en todo momento escuchados, respetados y comprendidos por los padres.
La inactividad y la apatía son enemigas de la felicidad. Hay cientos de actividades sencillas que podemos realizar con los niños, algunas tan simples como colorear dibujos, cantar canciones o hacer manualidades. En estos pequeños detalles es donde realmente se esconde el secreto de la felicidad.
Una de las preocupaciones de los padres es criar a niños felices. Que nuestros hijos se sientan protegidos y queridos dentro de nuestro entorno y crezcan alegres y contentos. Es labor de los padres, y siempre evitando sobreprotegerles, darles el mejor ambiente posible para lograr su felicidad.
En una sociedad cada vez más obsesionada con la imagen y las posesiones, es importante transmitir a los niños la necesidad de sentirnos a gusto con nosotros mismos. La confianza y la seguridad en uno mismo son valores que están directamente relacionados con la felicidad.
Para ser felices debemos recordar que no estamos aislados: compartimos el mundo con muchas personas que a veces necesitan nuestra ayuda, consejo o apoyo. Seguro que con un gesto solidario o de amistad conseguimos ser mucho más felices.