Cuando el bebé muere antes de nacer. Cómo aceptar la pérdida

El embarazo es una época de expectativas, de ilusiones y de proyectos. Un periodo de tiempo en el que se fantasea con el aspecto, el carácter o los gustos que tendrá el futuro bebé. De esta forma, poco a poco, ese pequeño ser que apenas ocupa lugar en el vientre materno, se va haciendo con un gran espacio emocional en la mente de los futuros padres.

La muerte del bebé antes de nacer

Consecuentemente, el hecho de que al bebé pueda ocurrirle 'algo malo' es una de las preocupaciones principales que tienen las mujeres cuando saben que están embarazadas. Escuchar las palabras de que el bebé ha fallecido dentro del útero, o bien de que no sobrevivirá mucho tiempo, es una circunstancia tan dura que nadie está lo suficientemente preparado.

Para la mujer o pareja que recibe esta noticia el estado de shock es la reacción más habitual, preguntándose por qué a ella, qué ha podido ocurrir, qué podría haber hecho para evitarlo, etc.

Cuando hablamos de duelo nos referimos al proceso de elaboración y aceptación de una pérdida que, en condiciones normales, supone atravesar una serie de fases o estados emocionales (incredulidad, rabia, tristeza, culpa, impotencia…), que paulatinamente permitirán que se acepte el hecho de que aquello que tanto se deseaba -el proyecto de crianza, con sus expectativas e ilusiones- ha desaparecido, no será posible…

Aceptando la pérdida, la energía puede volver a ponerse en otros proyectos o ilusiones. Sin embargo, hay circunstancias que dificultan este proceso. El duelo o bien nunca comienza, o bien se detiene o bloquea en alguna de sus etapas. En otras palabras, no se 'resuelve'.

El duelo gestacional y perinatal dadas sus peculiares características es complicado, pues es un duelo que podríamos llamar 'desautorizado', silenciado, minimizado. La madre o la pareja encuentran dificultades para hablar de su dolor porque no ha habido nacimiento, entierro; No hay fotos o recuerdos que compartir…

Cómo ayudar a los padres que acaban de perder al bebé

Es esencial escuchar, reconocer y validar las emociones de los padres como forma de autorizar y facilitar el inicio del duelo por el bebé perdido.

Además es fundamental que el personal sanitario les ofrezca toda la información que necesiten sobre el proceso que van a pasar, de manera clara y concisa, ayudándoles a tomar decisiones complicadas pero necesarias ( sobre el parto, la subida de la leche…). En este sentido y si así lo deciden, facilitar un espacio de intimidad para despedirse de su hijo como deseen  (abrazándolo, besándolo, tomando fotografías para recordarle) es algo que puede contribuir al inicio de un duelo más favorable.

La vuelta a casa de la pareja tras la pérdida del bebé

Para algunas personas, el momento más difícil tras perder a su bebé es la vuelta del hospital a casa, a la vida cotidiana. Es en estos momentos cuando la ayuda de familiares y amigos, en determinadas ocasiones complementado con apoyo psicológico, pueden ser de gran ayuda para integrar todo lo ocurrido.

Una vez más, será importante respetar sus decisiones (pueden desear estar solos en algunos momentos), mostrarse disponibles para escuchar y dar apoyo, y evitar palabras de 'consuelo' que intenten relativizar su dolor haciendo alusión a la posibilidad, por ejemplo, de tener más hijos pues podrán producir el efecto contrario al deseado y agudizarán su pena al minimizar sus sentimientos.

Algunas familias, además del hijo que han perdido tienen ya otros hijos, que a su vez esperaban ese bebé, y a los que será conveniente contar la verdad de la manera más sencilla posible y adecuada a su edad a fin de que puedan comprender lo sucedido. De igual forma, será esencial darles su propio margen para expresar su dolor por la pérdida de ese hermano y autorizar de este modo su propio duelo.

Rocío Alloza Quintero
Psicóloga en MaterNatal

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