Cuidados y precauciones con los masajes en el embarazo

Posiciones para recibir los masajes en el embarazo

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En este artículo
  1. Precauciones antes de recibir masajes en el embarazo

Las molestias propias del embarazo pueden aliviarse recibiendo masajes terapéuticos específicos para cada dolencia. Si tenemos en cuenta que el 71 por ciento de las embarazadas sufre dolor lumbar, el 46 por ciento ciática, dolor provocado por la inflamación del nervio ciático, y el 65 por ciento dolor pélvico es fácil entender por qué este tipo de masajes están cada vez más solicitados. 

Sin embargo, antes de recibir masajes conviene tomar ciertos cuidados y precauciones con los masajes en el embarazo para sean totalmente seguros tanto para la futura mamá embarazada como para su bebé en camino.

Precauciones antes de recibir masajes en el embarazo

Precauciones con los masajes en el embarazo

1. Evita los masajes con productos perfumados. Las cremas o algunos aceites esenciales pueden ser perjudiciales para el bebé, si son capaces de atravesar la barrera placentaria. Es importante que utilices cremas y aceites neutros. Además, serán más agradables para tu olfato, si has experimentado una mayor sensibilidad a los olores y algunos te causan malestar. Consulta con tu médico sobre los diversos productos cosméticos recomendados para mujeres embarazadas.

2. Consulta con tu ginecólogo tu caso concreto a la hora de recibir un masaje. Valorará tus circunstancias específicas y determinará si existe algún riesgo.

3. En el primer trimestre, algunos masajes están desaconsejados. Los masajes en el vientre, en la zona lumbar o la manipulación en las articulaciones están contraindicados en el primer trimestre debido a la 'fragilidad' del cuerpo. Durante los tres primeros meses de embarazo, puedes recibir masajes en los hombros, en la zona cervical, pies o piernas.

4. Confia un un especialista acreditado. Es recomendable ser tratada siempre por un especialista y en un centro en el que se cumplan las medidas de seguridad e higiene necesarias.

5. En el segundo trimestre del embarazo se pueden empezar a recibir los primeros masajes. La postura más recomendable para recibir los masajes es sentada en una silla baja, mientras los hombros y cabeza permanecen apoyados sobre algo blando. También se pueden recibir tumbada de lado o de costado sobre el lado izquierdo para no presionar la vena cava ni alterar el intercambio útero- placentario que interfiere en la respiración del feto.

6. En el tercer trimestre del embarazo, los especialistas en fisioterapia obstétrica recomiendan a las mujeres embarazadas que practiquen masajes y estiramientos de la zona perineal a partir de la semana 35 de gestación. Las mujeres que utilizan esta técnica previa al parto tienen un 15 por ciento menos de probabilidades de necesitar una episiotomía (incisión en la zona del periné) durante el parto. El masaje perineal se debe realizar una o dos veces por semana y no debe exceder los cinco minutos. Para evitar maniobras incorrectas, solicita información a la matrona que participe en tu preparación al parto.

Marisol Nuevo.

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