Los masajes relajantes son una de las mejores formas de reducir la ansiedad y el estrés. Además de ayudarnos en lo psicológico, es también un eficaz remedio para muchas de las molestias del embarazo. La hinchazón en las piernas y los dolores de espalda son áreas sobre las que se puede actuar con un suave masaje que estimule la circulación.
Practicar yoga es una sana costumbre, que durante el embarazo se convierte en la forma perfecta de liberar estrés y ansiedad. Existen muchas posturas fáciles para principiantes y adecuadas para las embarazadas que puedes poner en práctica. Busca un lugar relajante para hacer yoga y concéntrate en la conexión con tu bebé.
Una correcta respiración es vital en el embarazo, sobre todo a medida que avanzan los meses, ya que te resultará más difícil por el desplazamiento de los pulmones. Aprender a respirar también te ayudará a controlar el dolor de las contracciones en el parto y estar más tranquila.
La llegada de un bebé es todo un cambio para la relación de pareja. Aprovecha estos meses en los que aún estáis los dos solos para organizar actividades románticas. Una cena, un paseo por la playa, una escapada de fin de semana...os ayudará a estar más unidos y relajar la tensión que suele aparecer en los futuros papás.
Es muy probable que parte de tu ansiedad se deba a los temores sobre la salud del bebé o al momento del parto, especialmente si se tarta de tu primer embarazo. Asesórate con libros, guías y clases de preparación al parto. Cuanta más información tengas a tu disposición más fácil te será tomar decisiones sobre tu parto y sobre el cuidado del bebé.
Puede que el embarazo nos impida hacer ejercicio físico intenso, pero eso no significa que debamos renunciar al deporte, sino todo lo contrario. Realizar ejercicio físico es bueno para la madre y el bebé, no sólo a nivel físico, sino también emocional. Hacer natación o pasear son actividades que te ayudarán a despejar la mente.
Para cualquier persona el descanso es importante, pero más aún si estás embarazada. Durante el embarazo consumirás más energía, por tanto es más fácil que llegues a las últimas horas del día irritable y de mal humor. Para evitarlo asegúrate de dormir bien, en una postura cómoda y las horas que necesites.
Nadie sabe ponerse mejor en el lugar de una embarazada que otra mujer que haya pasado (o esté pasando) por el mismo proceso. Es normal que todas las mujeres embarazadas tengan dudas y cuestionamientos sobre la gestación.
Si este es tu caso, no debes tener miedo de compartir tus preocupaciones, o de hacer preguntas. Hay muchas mujeres, madres y embarazadas, que han tenido tus mismas dudas y pueden ofrecerte soluciones, o simplemente acompañarte en los momentos más duros.
Un baño de espuma, con velas y música relajante es un placer para cualquier mujer. Algo que sin duda se multiplica durante el embarazo, ya que además de sus efectos calmantes para el ánimo, el estar metidas en el agua ayuda a relajar las molestias en la espalda y en las piernas.
La alimentación es una de las bases de un embarazo sano, y debemos cuidarla desde el primer día. Una dieta rica en calcio y ácido fólico, con menús ligeros, te ayudarán a sentirte con más energía y evitar el aumento excesivo de peso, que también puede ser fuente de ansiedad.