Túmbate en el suelo boca arriba, coloca los pies en el suelo y eleva el coxis hacia los talones. Ve estirando la columna a medida que subes la pelvis, hasta que los muslos queden paralelos al sueño. Deja los hombros apoyados en el suelo, aleja la barbilla del esternón para respirar correctamente.
Está especialmente indicada para los primeros meses de embarazo. Túmbate boca abajo, con los brazos extendidos y los dedos abiertos. Colócate a cuatro patas estirando las rodillas poco a poco, de forma que las caderas se eleven, la cadera quede completamente estirada y el peso del cuerpo se desplace ligeramente hacia atrás, quedando el cuello relajado.
Para hacer la postura del mono ponte de pie y dobla las rodillas llevando una pierna hacia atrás, estirando el tronco hacia arriba y hacia atrás. Lleva los brazos hacia el techo con las manos juntas. Mantén la rodilla doblara en un ángulo de 90º, alineando rodilla y talón. Haz la misma postura doblando la otra pierna.
Siéntate en el suelo flexionando las rodillas, llevando el pie derecho a la zona externa de la rodilla izquierda, y doblando la pierna derecha de forma que la rodilla mire al techo. Coloca la mano derecha detrás de la espalda, y el brazo izquierdo ponlo en la parte posterior del muslo, presionando ligeramente.
Ponte de pie, desplaza el peso del cuerpo hacia el lado izquierdo. Dobla poco a la pierna derecha, con cuidado de no perder el equilibrio, dejando los dedos del pie hacia abajo. Estira los brazos hasta situarlos encima de la cabeza y une las palmas. Repite el ejercicio apoyándote sobre la otra pierna.
Ponte de rodillas, abriéndolas igual que el ancho de los hombros, aprieta bien los glúteos. Lleva las manos a la base de la espalda dejando los dedos hacia abajo. Empuja los muslos para llevar el cuerpo hacia atrás, estirando las vértebras y levantando el esternón. Flexiona el tronco y toca con las manos los dedos de los pies, dejando el cuello relajado.
Sentada en el suelo, separa las piernas lo máximo que seas capaz, desplazando los glúteos hacia delante. Inclina el tronco ligeramente empujando los muslos al suelo. Intenta agarrar con las manos los dedos de los pies, si estás en el tercer trimestre de embarazo y no alcanzas, agarra los tobillos.
Separa las piernas, gira una de ellas a 90º, flexionando la rodilla y el otro pie a 60º. Separa los brazos y ponlos perpendiculares al suelo, y la cabeza hacia la pierna adelantada. Mantén la espalda recta y el torso firme.
Abre las piernas y coloca los brazos en cruz con las palmas hacia abajo. Gira uno de los pies en un ángulo de 90º y alinea los talones. Flexiona el tronco hacia la pierna adelantada, manteniendo los muslos firmes. Coloca la mano sobre la pierna, y gira la otra hacia arriba, mirando al techo.
Siéntate con la espalda recta y las piernas dobladas, de forma que veas un triángulo al mirar hacia abajo con las piernas dobladas. Empuja el coxis hacia el suelo y los riñones hacia delante, echando los hombros hacia atrás hasta juntar los omoplatos. Pon las manos sobre las rodillas.