28 semanas de embarazo

El embarazo semana a semana llega a la semana 28 de gestación. En esta semana destaca la importancia de la compatilibilidad sanguínea entre madre e hijo. Cuando la madre es Rh negativo es necesario vacunarte con una gammaglobulina que evite que crees anticuerpos sanguíneos que puedan perjudicar a tu bebé en desarrollo.

El movimiento del bebé en tu interior será más evidente cuando estés traquila sentada o en la cama a punto de dormirte. Los bebés parecen aprovechar los periodos de actividad de la madre para dormir y los momentos de tranquilidad para moverse. Aprovecha estos momentos de relax para hablarle y ponerle música, pues hay estudios que demuestran que los fetos son capaces de identificar la voz de su mamá y la música que han escuchado durante su desarrollo dentro del útero.

Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada

El insomnio nocturno puede empezar a aparecer en la semana veintiocho del embarazo debido a los movimientos fetales y a la necesidad de acudir al baño regularmente durante la noche. Procura dormir de lado, preferiblemente del lado izquierdo y cuando te despiertes evita empezar a pensar porque mantener la mente ocupada te desvelará. Para conciliar el sueño recuerre al socorrido vaso de leche caliente y a las infusiones de tila o melisa. 

A medida que avanza el embarazo, el crecimiento del útero tiende a desplazar el estómago y el intestino, favoreciendo el paso de jugos gástricos del estómago al esófago. Así aparecen los ardores y la acidez que se manifiestan con una desagradable sensación de quemazón en el esófago.

Para aliviar los ardores y la acidez realiza 5 comidas poco copiosas al día, para que las digestiones sean ligeras, tómate el tiempo necesario, siéntate y mastica bien los alimentos, evita tomar grasas, especias y picantes, cocina los alimentos hervidos, al vapor o asados. Y si persisten las molestias consulta con tu médico, ya que existen algunos fármacos antiácidos que se pueden tomar durante el embarazo.

Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo

En la semana 28 de embarazo, el peso de tu hijo es de aproximadamente unos 1,100 o 1,200 gramos y la longitud total de unos 35-37 cm. Su sistema nervioso central se sigue desarrollando y el peso del cerebro también aumenta. Se establecen patrones de sueño y actividad, que indican el desarrollo de su actividad cerebral. Adquiere el control de la temperatura corporal y su sistema de termorregulación madura. Con respecto a los órganos de los sentidos, el ojo ya está completamente desarrollado y en el oído, la membrana del tímpano aumenta de tamaño.

En el sistema respiratorio aumenta la producción de surfactante. Ya es posible el intercambio gaseoso. Si el bebé es niño, los testículos descienden al escroto por el conducto inguinal, y éste se cierra. Empieza a tener grasa bajo la piel, lo que le va dando un aspecto redondeado y rollizo.

Hasta ahora, la producción de glóbulos rojos era llevada a cabo por el bazo. A partir de la semana 28, esta función es asumida por la médula ósea. A nivel del aparato digestivo, el estómago y el intestino desarrollan progresivamente más actividades. El bebé puede tener hipo.

El riñón, las secreciones broncopulmonares, la piel y las secreciones digestivas del bebé contribuyen a la formación de líquido amniótico que aísla al bebé del exterior y le protege de posibles golpes, aporta una temperatura constante y sirve como vehículo de movimientos, fundamental para el desarrollo de la musculatura. Un adecuado volumen de líquido amniótico es imprescindible para el correcto desarrollo y crecimiento fetal.

La salud y las emociones durante el embarazo 

En la semana 28 de embarazo deberás vacunarte de la gammaglobulina anti D en el caso de que seas Rh negativo. Esta vacuna impide la creación de anticuerpos en la sangre materna.

Además, si eres Rh negativo, deberán determinar el Rh de tu hijo tras el parto mediante una muestra de sangre del cordón umbilical. Si tu bebé es Rh positivo, deberán ponerte de nuevo una vacuna de gammaglobulina anti D dentro de las primeras 48 horas del parto para prevenir isoinmunizaciones en gestaciones posteriores.

Esta misma vacuna deben ponérsela a todas las madres Rh negativo tras las realización de pruebas diagnósticas invasivas como la biopsia corial, amniocentesis, funiculocentesis o fetoscopias. También tras un legrado por un aborto. La inyección es intramuscular. 

Dieta y alimentación para la embarazada

El crecimiento de tu bebé en el tu interior reclama mucha energía que debes suministrarle a través de la placenta. Por este motivo, los hidratos de carbono deben ser la base de tu alimentación, ya que proporcionan energía inmediata. Se encuentran en la pasta, el arroz, los cereales integrales, las legumbres, la patata y las frutas.. No obstante, tu dieta debe ser variada e incluir los tres grupos de nutrientes: hidratos de carbono, proteínas y grasas. Asimismo, debe aportar los minerales y vitaminas necesarios.

Y además, no olvides de incluir yogur en tu alimentación, ya que es una gran fuente de calcio y suele ser mejor tolerado que la leche gracias a la fermentación. En el yogur, las bacterias lactobacillus bulgaricus y streptococcus thermophilus permanecen vivas y así, el yogur protege y regula la flora intestinal. La transformación de la lactosa (azúcar de la leche) en ácido láctico da al yogur su textura y sabor característicos. 

Curiosidades de la semana 28 de embarazo

Estarás a punto de comenzar con tu pareja el curso de Educación Maternal, que antes también se conocía como curso de Preparación al parto. Los objetivos son ofrecer una información adecuada sobre los cambios propios del embarazo, el desarrollo del parto y las características del puerperio, resolver dudas y mitigar el miedo que supone enfrentarse a la maternidad/paternidad, fomentar la adquisición de hábitos de vida saludables, informar sobre los cuidados generales del recién nacido (lactancia materna, aseo, sueño…).

La participación en pareja en estos cursos es beneficiosa porque hace que la embarazada se sienta apoyada, y se fortalece la relación de pareja y la implicación de ambos en el proceso les ayuda a construir su nueva identidad de padre o madre. Además, adquieren conocimientos sobre los cambios propios del embarazo, las fases del parto o los cuidados del recién nacido le pueden aportar seguridad y confianza, y pueden compartir sus miedos e inquietudes con otros padres.

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