Calor y embarazo. Cómo afrontar el último trimestre en verano
Cómo superar el calor durante el embarazo
- Calor y embarazo: cómo afrontar las altas temperaturas
El embarazo es un momento único en la vida de una mujer, sin embargo, no todas las mujeres disfrutan del embarazo de igual modo, ni siquiera la misma mujer lleva igual sus diferentes embarazos, y entre los motivos más extendidos se puede destacar la estación en la que la embarazada pasa el primer y el tercer trimestre de embarazo, los más sintomáticos.
Calor y embarazo: cómo afrontar las altas temperaturas
El verano es la época del año en la que el embarazo se puede hacer más cuesta arriba para muchas mujeres. Los principales problemas de esta época estival se deben al aumento de las temperaturas, algo difícil de llevar cuando la mujer se encuentra sobre todo en el tercer trimestre del embarazo.
El aumento de las temperaturas significa un riesgo más elevado de deshidratación, por lo que es necesario ingerir más líquidos, principalmente agua. Durante el primer trimestre del embarazo esto puede hacerse complicado si la mujer padece náuseas y vómitos, ya que el consumo de líquidos suele acrecentarlas.
En este caso, puede resultar útil combinar la ingesta de líquidos (agua, infusiones, zumos, batidos o smoothies…) con alimentos más secos, como los palitos de pan, tostaditas o un puñado de frutos secos. Además, comer con frecuencia pequeñas porciones de comida puede ayudar a mantener las náuseas bajo control.
Por su parte, en el último trimestre, es fácil que la embarazada trate de evitar consumir muchos líquidos para no aumentar aun más las visitas al baño, ya de por sí frecuentes debido a la presión del útero sobre la vejiga. Sin embargo, además de para prevenir la deshidratación, un aumento en la ingesta de agua previene la retención de líquidos y minimiza la formación de edemas, muy habituales en las piernas y con un riesgo más elevado en la época veraniega. Además, si se combina con un buen aporte de fibra, también ayuda a evitar el estreñimiento y las hemorroides, que aparecen con frecuencia durante las últimas semanas de embarazo.
Adicionalmente, el calor produce un letargo que se intensifica durante el embarazo, por una parte en el primer trimestre, cuando el organismo se está adaptando a los cambios físicos y hormonales, y por otra en el último trimestre, debido al aumento de peso. En esta misma línea, el calor dificulta el descanso, agravando los problemas para conciliar el sueño que pueden aparecer en las últimas semanas de embarazo.
El agua es la mejor aliada de la embarazada para combatir el calor, ya que ayuda a regular la temperatura corporal, algo básico para no sufrir demasiado las altas temperaturas. Además, mantener una buena hidratación minimiza la mayor parte de los problemas que pueden aparecer en el tercer trimestre, ya sea estreñimiento, sofocos o retención de líquidos.
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