Cómo afecta el calor al embarazo

¿Por qué las mujeres embarazadas son más vulnerables a las altas temperaturas veraniegas? Esto se debe a los cambios fisiológicos que se producen en su cuerpo, lo que provoca entre muchas otras cosas, que la temperatura corporal se eleve naturalmente haciéndola más propensa a padecer golpes de calor.

También puede influir en el bebé e incluso hacer que el momento del parto se adelante. Además, la embarazada debe tener especial precaución ante la llegada repentina de olas de calor. En principio, el bebé no se vería afectado ya que en el útero se mantiene, en general, a una temperatura constante de 36,5 grados. Sólo una deshidratación severa de su mamá podría complicar su estado de salud.

Consecuencias del calor en la embarazada

Con el calor, se incrementan las molestias del embarazo, especialmente durante el último trimestre. Así, puede ser más frecuente que sientas fatiga, sensación de debilidad, hipotensión (baja la presión arterial) con su sintomatología asociada de dolor de cabeza, mareos, náuseas. Si no tomas las debidas precauciones, se puede llegar a una deshidratación, taquicardia y problemas circulatorios.

Durante el los cambios funcionales del sistema circulatorio son inmensos. El volumen de sangre aumenta entre un 30 y un 50%, lo que produce una vasodilatación (ensanchamiento de los vasos sanguíneos) que se acentúa considerablemente en épocas de calor. A esto se debe la hinchazón de piernas y pies, y la sensación de pesadez que muchas embarazadas experimentan.

Por otra parte, los cambios drásticos hormonales repercuten en la pigmentación de tu piel en determinadas partes del cuerpo, pudiendo aparecer manchas más oscuras que se agravarían con la exposición inadecuada al sol. El síndrome supino-hipopresivo es la sensación de malestar o mareo al recostarse boca arriba y se debe, durante la gestación, a que el aumento del tamaño del útero más allá de la semana 20, puede comprimir la vena cava inferior reduciendo la circulación de la sangre.

Si lo sientes, lo solucionas teniendo presente tumbarte del lado izquierdo del cuerpo. También, la deshidratación es un problema para tener muy cuenta. Esta puede acarrear un aumento de la presión sanguínea lo que reduciría el suministro de oxígeno y nutrientes al bebe.

9 consejos para sobrellevar el calor durante el embarazo

Evidentemente, no te vas a encerrar todo el día en una habitación con aire acondicionado, pero sí puedes evitar salir a la calle en horas punta de más calor o intentar alejarte de zonas donde se concentra más cantidad de gente. Aquí tienes otros consejos para que intentes sobrellevar mejor las altas temperaturas:

1. Utiliza ropa de algodón y muy ligera.
2. Mantén la casa fresca. Si no tienes aire acondicionado, abre las ventanas a primera hora de la mañana, cierra las persianas al mediodía y vuélvelas a abrir por la noche.
3. No salgas nunca sin tu botella de agua. Deberás beber mucho (entre 1,5 l y 3 l al día). Evitarás la deshidratación y la bajada repentina de tensión.
4. Si sudas mucho, además de agua, consume bebidas deportivas y zumos naturales. Necesitas un extra de azúcar y sales minerales.
5. No te dejes el abanico en casa. Llévalo en el bolso.
6. Lleva un spray refrescante. Aunque sólo sea agua, te vendrá muy bien para momentos de máximo calor.
7. Consume alimentos frescos: frutas, verduras, hortalizas de temporada que, además de aportarte nutrientes, tienen altas cantidades de fibra y agua. Ante todo, hay que mantener la hidratación. Evita por lo contrario comidas pesadas ricas en grasa e hidratos de carbono.
8. No te olvides de la crema protectora.
9. Anda mucho para evitar la hinchazón de pies y piernas. Nadar y hacer ejercicios suaves también te vendrá muy bien.

Síntomas de un golpe de calor en la embarazada

El calor puede convertirse en una situación de riesgo cuando se produce a un golpe de calor. Y éste se da cuando la temperatura corporal de la embarazada sube a más de 39º C. Aparte de la alta temperatura, los síntomas de un golpe de calor son:

- Piel enrojecida y seca
- Pulso acelerado y dolor de cabeza
- Mareo, vértigo
- Vómitos

Ante cualquiera de estas señales de alarma, debes acudir de inmediato a urgencias.

¿Qué hay del cambio climático?

¡Cómo no hablar de ello! Lo experimentamos en carne propia cada verano… cada vez sentimos que hace más calor y en diferentes lugares del mundo, este calor se torna extremo. Hay estudios que indican que este aumento de las temperaturas podría afectar cada vez más a las mujeres embarazadas y a sus bebés. Así, el calor extremo podría causar problemas tanto en las primeras como en las últimas semanas de gestación.

Según un artículo del National Geographic, existen 'varios estudios que sugieren que las mujeres embarazadas pueden correr un alto riesgo de estrés térmico cuando se acerca la fecha del parto'. Tal como sucede con muchas otras desigualdades sanitarias y económicas a las que están expuestas las mujeres en diferentes partes del mundo, también el calor extremo supone una gran desigualdad en el acceso a condiciones mínimas dignas para poder atravesarlo.

Esto es el acceso a la sombra, a los ventiladores, ni hablar de aires acondicionados y agua potable para poder hidratarse. Todo esto hace a las mujeres que viven en lugares muy vulnerables, estén mucho más expuestas al estrés térmico durante los meses de verano y muy poco se hace para prevenirlo.

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