Diarrea en el embarazo. Causas y tratamiento

Un embarazo es un proceso de cambio en el que el cuerpo de la mujer está en constante transformación. No sólamente tiene que ver con los evidentes cambios físicos, como es el crecimiento del abdomen o los pechos, sino también con algunas molestias que pueden afectar a las embarazadas. 

Sofocos, retención de líquidos, cansancio desmesurado... estos son algunos de los males más comunes durante el embarazo, aunque existe otro que es muy molesto: la diarrea. Por eso, conocer lo que provoca un episodio de diarrea en el embarazo y cómo tratarlo es lo mejor para conseguir terminar con esta molestia tan desagradable. 

Causas de la diarrea en el embarazo y cómo curarla 

La diarrea es un aumento considerable de las veces que se hacen deposiciones a lo largo del día. Estas veces en las que la mujer embarazada tiene que ir al baño suelen ser muy seguidas y las heces son mucho más blandas e incluso acuosas, lo que hace que los episodios de diarrea sean desagradables. Aunque normalmente se suele dar el caso contrario -el estreñimiento es una de las molestias más comunes de la embarazada, ya que la dificultad del tránsito es uno de los síntomas-, la diarrea afecta dependiendo del mes de gestación a muchas mujeres. 

Las causas de una diarrea durante los nueve meses de gestación se deben a los cambios físicos que sufre el estómago de la embarazada, ya que normalmente no se digieren igual los alimentos, incluso algunos pueden resultar pesados a la hora de hacer la digestión. También el hecho de haber empezado a comer mucho más sano para asegurar la salud de la mamá y el bebé puede hacer que se provoque sin querer una diarrea. El aumento de la ingesta de fruta y verdura, muy recomendable en el embarazo, puede hacer que las heces se ablanden al principio, así como una intolerancia a la lactosa no diagnosticada, que puede aparecer por sorpresa durante la espera. 

Tratamiento de la diarrea durante la gestación

Pero, ¿qué se puede hacer para evitar o currar la diarrea en el embarazo? Para empezar, antes de sufrirla hemos de evitar las comidas demasiado copiosas. Comer en exceso puede hacer que sintamos que nos pesa mucho el estómago, que la energía disminuya y que estemos más cansadas, pero también puede generar una diarrea, por lo que es recomendable comer en su justa medida sin pasarse. También es necesario tener cuidado con la leche, ya que si se tiene intolerancia a la lactosa, habría que pasar a ingerir lácteos que estén libres de ella.

Si ya estamos sufriendo diarrea en el embarazo, la mejor solución es el reposo y la dieta blanda. Esta consiste en comer alimentos suaves que no ataquen al estómago, como son productos a la plancha, sopas o arroz blanco, así como tortilla francesa durante los días que duren las deposiciones muy urgentes. El zumo de limón natural también ayuda a que el estómago vuelva a su ser, y siempre hay que beber mucha agua para no deshidratarse, y más en estos procesos de cambio. 

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