Los primeros días del niño adoptado en casa

Según se acerca el día en que por fin va a llegar el niño adoptado a casa, los nervios aumentan. Esto es normal. Son nervios positivos y llenos de ilusión. Surgen muchas dudas sobre si el niño estará cómodo con sus nuevos padres, si les va a querer... porque ellos ¡¡¡ ya sienten que le quieren!!! Sus padres adoptivos han pasado tanto tiempo pensando en él y esperando este momento que sienten que ya es su hijo.

En este punto de la adopción es muy probable que los padres ya conozcan a su hijo después de pequeños encuentros controlados por las instituciones que buscan la adaptación. Esto hace que, junto al largo tiempo de espera, las emociones sean mayores.

Qué siente el niño adoptado

Pero como siempre decimos, la experiencia de la adopción, dentro de ser una forma más de paternidad, presenta diferentes matices en función de sus características. No es lo mismo un niño pequeño que no puede decirnos lo que le ocurre que un niño más mayor que tiene memoria consciente; no es lo mismo un niño que se desprende de hermanos que un niño que estaba sólo; no es lo mismo un niño que sale de un centro que un niño que viene de una familia; no es lo mismo un niño para el que somos la primera familia con la que está que un niño que ha pasado por distintas familias y procesos de adopción que no han funcionado; no es lo mismo un niño que habla nuestra lengua que un niño de un país extranjero. En las adopciones tenemos que hacernos cargo de que nuestro hijo tiene una parte de su vida que desconocemos.

Por todo ello, debemos tener en cuenta que las emociones del niño van a ser ambivalentes. Desde el miedo de ir hacia lo desconocido a la ilusión de una nueva familia sin olvidar que no todos los niños saben exactamente en qué consiste el proceso porque, en ocasiones, son muy pequeños para entenderlo del todo.

10 consejos para padres que acaban de adoptar un niño

1. Convertid  ese primer momento en algo íntimo y tranquilo sólo con los miembros de la unidad familiar.

2. No intentéis explicarle mil cosas a la vez ni le agobiéis a preguntas. 

3. No busquéis abrazarle, ni besarle ni forzar gestos de proximidad y afecto. Debemos generar contacto siempre de forma indirecta: ayudándole a vestirse, tocándole un brazo o la espalda,...

4. Anticipadle lo que va a ocurrir para que vaya conociendo las costumbres de la casa. Por ejemplo: ahora, en lo que yo preparo la cena, si te parece puedes ducharte y ponerte el pijama para que estés más cómodo.

5. No caigáis en hacerle mil regalos o en darle todos los caprichos que quiera porque sea el primer día ya que no siempre va a ser así.

6. No forcéis las presentaciones aunque vuestros familiares y  amigos estén deseando conocer al nuevo miembro de la familia. Tenemos que evitar que el niño se vea abrumado.

7. Sed flexibles. Pensad que no conocemos nada de su historia y a veces algo que para nosotros no tiene importancia para él sí y al revés. Además, tenemos que priorizar. Qué es más importante: ¿que se adapte a su nuevo cole o que se aprenda los verbos en inglés?

8. Respetad su nombre y sus posesiones porque representan su identidad y en un entorno nuevo es lo único que le queda. No importa que los juguetes o la ropa que traiga estén en malas condiciones y tenga cosas nuevas; que él decida si quiere deshacerse de sus cosas y cuándo.

9. Nunca le forcéis  a que os llame mamá o papá; esas cosas salen solas.

10. Si la adopción es en pareja, es importante que, entre los padres tengáis claro cómo se va a proceder y los límites que se van a determinar. Para el niño todo es nuevo así que los adultos que se responsabilizan de él deben transmitir que saben lo que hacen.

Es importantísimo tener paciencia y observar al niño. Sus expresiones y reacciones ante las cosas que vayan sucediendo van a daros mucha información sobre cómo se siente, lo que le gusta,… y es él el que debe marcar el ritmo de los acontecimientos.

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