Celos entre hermanastros - Crear vínculos en familias reconstituidas

Cuando el niño siente celos de los hijos de la pareja de su padre o madre, ¿qué hacer?

Borja Quicios, Psicólogo educativo
En este artículo
  1. Celos de los niños a sus hermanastros
  2. Impacto emocional de los cambios en los niños
  3. Cómo ayudar a los niños con celos a los hermanastros
  4. El apoyo profesional como recurso a los celos entre hermanastros

Hoy en día, las separaciones y divorcios son algo común en todo el mundo. Estas rupturas sentimentales suelen ser dolorosas y, cuando hay hijos involucrados, la situación puede volverse aún más complicada y desafiante.

Tras una separación o divorcio, muchos adultos reconstruyen sus vidas con una nueva pareja, formando una familia reconstituida. Cuando ambos tienen hijos, fusionar estas dos familias puede ser un reto. La paciencia, el cariño y el diálogo son fundamentales para ayudar a los pequeños a adaptarse y evitar situaciones como los celos hacia los nuevos hermanastros. Estos gestos facilitan que la convivencia se vuelva más armoniosa y natural.

Celos de los niños a sus hermanastros

En la actualidad, existen diversos modelos familiares, como los autoritarios, delegantes, permisivos, sobreprotectores, democráticos, entre otros. Independientemente del modelo que una familia haya practicado anteriormente, cuando dos adultos deciden vivir en pareja y combinar sus vidas junto con los hijos de cada uno, se produce una ruptura con los modelos familiares previos. Este proceso de unir dos familias implica desafíos significativos para todos los involucrados, especialmente para los niños, que deben enfrentarse a una serie de cambios emocionales y de entorno.

Las rutinas, costumbres y normas que antes proporcionaban seguridad a los niños se ven repentinamente alteradas. El divorcio o la separación de sus padres suele ser el primer gran impacto, pero la reestructuración familiar que conlleva una nueva pareja y, posiblemente, nuevos hermanastros, introduce aún más variables a las que adaptarse. Estos cambios pueden incluir un nuevo hogar, un nuevo colegio e, inevitablemente, la incorporación de nuevas personas al núcleo familiar.

Impacto emocional de los cambios en los niños

¿Cómo afectan los cambios a los niños a nivel emocional?

El proceso de adaptación a una nueva familia puede ser difícil de manejar incluso para los adultos. Sin embargo, para los niños, que son más sensibles a las alteraciones en su vida cotidiana, estos cambios pueden ser especialmente desestabilizadores. Al ser tan jóvenes, los niños no siempre comprenden bien la complejidad de la situación. Para ellos, la seguridad emocional se construye en torno a la rutina y la previsibilidad, por lo que la alteración de esas dinámicas puede generarles estrés, ansiedad y una mezcla de emociones difíciles de manejar.

Durante este proceso, es común que los niños experimenten una serie de reacciones emocionales y conductuales, tales como:

- Bajo rendimiento escolar
La incertidumbre y el estrés pueden distraer a los niños y dificultarles concentrarse en sus estudios.

- Emociones incontrolables
Es posible que los pequeños desarrollen sentimientos como la envidia, los celos y la frustración hacia sus nuevos hermanastros o incluso hacia sus propios padres por la nueva situación.

- Pasotismo y desilusión
Pueden mostrar una actitud de indiferencia y falta de entusiasmo hacia las actividades que antes disfrutaban, como una forma de expresar su descontento.

- Baja autoestima
La sensación de que su lugar en la familia ha cambiado o que son menos importantes puede hacer que su autoestima disminuya.

- Agresividad o aislamiento
Algunos niños pueden reaccionar volviéndose más agresivos o, por el contrario, pueden preferir aislarse para evitar enfrentarse a los cambios.

- Conflictos continuos con hermanos y hermanastros
La rivalidad y las peleas pueden aumentar a medida que los niños luchan por adaptarse a la nueva estructura familiar y redefinir su rol dentro de ella.

Cómo ayudar a los niños con celos a los hermanastros

Cómo gestionar los celos entre hermanastros

La incorporación de un nuevo padre o madre y, especialmente, de hermanastros, puede ser una fuente significativa de celos y rivalidades. En estos casos, es importante recordar que los niños son los más vulnerables en estas situaciones, y los padres deben desempeñar un papel clave para facilitar una adaptación saludable.

La mejor estrategia para superar estos celos y tensiones es fomentar la empatía y la flexibilidad. A continuación, se presentan algunos consejos clave que los padres pueden seguir para ayudar a sus hijos a gestionar sus emociones y adaptarse a la nueva estructura familiar:

- Respetar sus sentimientos y opiniones
Los niños no deben ser obligados a aceptar la nueva situación de inmediato ni a querer a sus nuevos hermanastros de la misma manera que a sus hermanos biológicos. Es fundamental darles espacio para procesar sus emociones a su propio ritmo. Forzar relaciones afectivas solo empeorará la situación.

- Fomentar la convivencia gradual
No es necesario que los niños pasen todo el tiempo juntos desde el primer momento. Planificar actividades conjuntas ocasionales puede ayudarles a ir estableciendo vínculos sin que se sientan presionados.

- Dar libertad para expresar sus emociones
Los niños deben sentirse libres para manifestar su enojo, celos o tristeza sin temor a ser reprimidos. Escuchar sus quejas y preocupaciones con empatía es fundamental para que se sientan comprendidos y apoyados.

- Escuchar activamente
Cuando los niños expresan que se sienten maltratados o menospreciados en comparación con sus hermanastros, es crucial no desestimar sus sentimientos. Validar sus emociones y trabajar en soluciones puede ayudarles a sentir que su lugar en la familia sigue siendo seguro.

- Promover el diálogo familiar
Fomentar la comunicación abierta entre todos los miembros de la familia puede ayudar a prevenir malentendidos y a que los niños se sientan escuchados. Es importante que tanto los padres como los niños puedan expresar sus expectativas y emociones de manera sincera.

El apoyo profesional como recurso a los celos entre hermanastros

Pedir ayuda a un psicólogo para superar los celos entre hermanastros

En algunas situaciones, el proceso de adaptación puede ser más complejo de lo esperado, y los celos pueden manifestarse de manera más grave. Si los padres observan que los problemas emocionales persisten o que los conflictos entre los hermanastros están afectando gravemente el bienestar de los niños, podría ser necesario buscar la ayuda de un profesional, como un psicólogo infantil o un consejero familiar. Estos profesionales pueden brindar herramientas adicionales para ayudar a los niños a gestionar sus emociones y a facilitar la convivencia.

A medida que pasa el tiempo, con amor, paciencia y las estrategias adecuadas, los niños pueden aprender a aceptar su nueva realidad familiar. Los hermanastros pueden llegar a formar vínculos fuertes y a verse mutuamente como una parte valiosa de sus vidas. Aunque el camino puede ser difícil al principio, cada paso hacia la comprensión y el respeto mutuo es un avance hacia una familia más unida y armoniosa.

Con el enfoque adecuado, los celos y las rivalidades pueden disminuir con el tiempo, permitiendo que los niños crezcan en un entorno donde el cariño y la aceptación sean los pilares fundamentales de la convivencia.

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